La opinión de los economistas sobre el swap de EE.UU.

Un salvavidas «de aquí al 26»

Alejandro Vanoli y Delfina Rossi señalan que la ayuda de emergencia al gobierno sólo tiene objetivos de muy corto plazo

El anuncio del swap de veinte mil millones de dólares con Estados Unidos irrumpió en la escena financiera con más interrogantes que certezas. El ex presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, interpreta el acuerdo como un movimiento estrictamente político. “Estados Unidos usó una parte del swap de manera informal, tiene que ver con fijar un tipo de cambio de acá a las elecciones. Esto es algo puntual para que el tipo de cambio no se desmadre antes de los comicios”, sostuvo.

Para el economista, el carácter transitorio de la medida es evidente: “No creo que después se pueda usar para regulación cambiaria, en todo caso a recompra de deuda o para pagar vencimientos. Tiene un fin político, no estructural”. Vanoli remarcó además que la continuidad del instrumento dependerá del resultado electoral: “Todo depende de lo que pase después de las elecciones. Si hay una derrota del oficialismo, dudo que avance un swap de esta magnitud”.

Desde otra perspectiva, la economista y directora del Banco Ciudad Delfina Rossi destacó la falta de precisiones y coincidió en que el anuncio ratifica lo que ya se advertía en el comportamiento de los operadores. “Más allá de los trascendidos, la única información oficial es el tuit de Scott Bessent. Ese mensaje confirma la operatoria que vimos en el mercado, es decir, que había mayoristas comprando pesos, lo que tiene que ver con la constitución del swap”, explicó. Según Rossi, el objetivo inmediato es mantener el tipo de cambio estable hasta el 26, evitando que se sitúe en el techo de la banda y que se erosionen las reservas del Banco Central. “Se confirma la operatoria de bandas, lo que opera como la tablita de Martínez de Hoz”, advirtió.

Para la directora del Banco Ciudad, el acuerdo no solo implica un respaldo transitorio, sino que refuerza un patrón financiero que condiciona la política económica. “El swap apuesta a que el gobierno argentino continúe con el programa de la motosierra y la quita de impuestos. Esto es contradictorio con las últimas votaciones en el Congreso, donde quedó claro que no existen las condiciones para profundizar un plan de ajuste de esa magnitud”, sostuvo. En ese marco, consideró que las próximas semanas mostrarán “un tipo de cambio estable, pero no necesariamente una menor demanda de dólares”, y que ese equilibrio dependerá de la continuidad de la operatoria de Bessent.

Rossi advirtió además que la estabilidad de corto plazo podría apoyarse en incentivos financieros de alto riesgo. “Podrían volver a subir las tasas para rearmar el carry trade, favoreciendo una bicicleta financiera con el reaseguro del swap. En este caso, se puede estabilizar la macro, pero el temor será la respuesta de la gente ante este escenario recesivo”, planteó. La economista definió la situación como la prolongación de “un modelo de financiarización y endeudamiento externo” que podría sostenerse incluso después de las elecciones “si la diferencia de votos no es tan grande”.