El Conicet sigue haciendo historia: hallan restos de uno de los dinosaurios más antiguos del planeta
Científicos argentinos descubrieron en la Precordillera de La Rioja el esqueleto casi completo de una especie que fue bautizada como Huayracursor jaguensis y que se estima vivió hace unos 230 milones de años.
Un equipo paleontológico del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) descubrió en la Precordillera de La Rioja el esqueleto casi completo y prácticamente articulado de un dinosaurio de cuello largo, que fue bautizado como Huayracursor jaguensis y que se estima que vivió hace unos 230 milones de años, durante una etapa de auge de los ecosistemas terrestres, caracterizada por la aparición de nuevos grupos de animales. Por su relevancia, el hallazgo fue publicado en la prestigiosa revista Nature.
Se sitúa a esta nueva especie en el período Triásico Tardío, que estuvo caracterizado por la aparición de los primeros dinosaurios y los antecesores de los mamíferos. Detallaron desde el Conicet que el hallazgo se produjo en la Quebrada de Santo Domingo, una región con gran riqueza fosilífera, en la que durante los últimos diez años se han encontrado, además de otros dinosaurios, diversos representantes de la fauna triásica, como rincosaurios y cinodontes traversodóntidos.
Martín Hechenleitner, investigador del Conicet en el Centro Regional de Investigaciones Científicas y Transferencia Tecnológica de La Rioja, subrayó que se trata de «uno de esos descubrimientos que no se dan a menudo», en una región inhóspita debido a la altura, los vientos fuertes, la baja temperatura y el clima cambiante.
El nombre Huayracursor homenajea al viento, mientras que jaguensis refleja la cercanía con Jagüé, un antiguo pueblo de arrieros ubicado a 40 kilómetros de la Quebrada Santo Domingo, según explicó el científico.
Por su parte, Agustín Martinelli, investigador del Conicet en el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, agregó que se estima que esta nueva especie descubierta habría habitado la región hace 225 o 230 millones de años. Esto, según destacó, «lo convierte en uno de los dinosaurios más antiguos del mundo«.
Agregó que otro dato destacado de este descubrimiento tiene que ver con que ocurre dentro de una cuenca geológica prácticamente inexplorada, lo que «abre una perspectiva de grandes descubrimientos».
Un informe del Conicet detalla que el Huayracursor es un sauropodomorfo primitivo, un linaje muy exitoso de dinosaurios herbívoros que incluye a los gigantes de cuello largo como Argentinosaurus y Patagotitan. «Los análisis lo agrupan en el grupo Bagualasauria, junto a parientes que vivieron durante la misma época en lo que hoy es el Estado de Rio Grande do Sul, en Brasil», agrega.
«Huayracursor es novedoso porque presenta dos rasgos que son clave: un cuello considerablemente más largo y un tamaño más grande que la mayoría de sus contemporáneos. Estos aspectos confirman una aparición muy temprana y sincrónica de ambas características, que fueron fundamentales en la historia evolutiva de los sauropodomorfos», indica Hechenleitner.
Del esqueleto de Huayracursor se encontraron una parte del cráneo, una serie vertebral completa hasta la cola y también extremidades anteriores y posteriores prácticamente completas. Por el carácter casi completo del fósil, Hechenleitner cree que se convertirá en una referencia para estudiar la evolución temprana de los sauropodomorfos y de los dinosaurios en general.
Malena Juárez, becaria doctoral del Conicet, detalló que habría tenido una longitud de dos metros aproximadamente y habría pesado unos dieciocho kilogramos.
Respecto de las expectativas del equipo a futuro, Sebastián Rocher, investigador del Conicet en la Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR) y otro de los autores del trabajo, indica: «A partir de estudios estratigráficos y sedimentológicos, pudimos reconocer que los terrenos triásicos de la Precordillera Norte pertenecen a una cuenca sedimentaria que evolucionó de manera independiente de otras cuencas del suroeste de Gondwana. Esto abre la posibilidad de extender las exploraciones aún más al oeste, en la cordillera de los Andes».
Del estudio también participaron los investigadores del CONICET Lucas Fiorelli, del CRILAR, Jeremías Taborda, del Centro de Investigaciones en Ciencias de la Tierra (CICTERRA, CONICET-UNC), y Julia Desojo, de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).