La Nueva Mañana habló con el el secretario de la UOM Córdoba, Rubén Urbano. «Cualquiera se da cuenta que las políticas del gobierno de Milei destruyen industrias en lugar de crearlas», remarcó.
En diálogo con LNM, el secretario de la UOM Córdoba, Rubén Urbano, se expresó acerca de la compleja situación actual de los trabajadores del sector que él representa, sobre el panorama de los sectores político y sindical actual, y sobre el posicionamiento –personal y de varios dirigentes sindicales más- para las próximas elecciones de medio término. Al mismo tiempo dejó su impresión respecto a los escándalos de corrupción que atraviesan al gobierno de Milei.
El gobierno de Milei implementó el descenso social”.
En tanto secretario de la UOM Córdoba, y habida cuenta de la crisis que atraviesa a los diversos sectores de la producción y de la economía en general, ¿cómo diría usted que está la situación de los trabajadores del sector que representa?
-La situación es mala –diciendo poco-. Yo diría que nos encontramos ante un cuadro extremadamente complejo en casi todos los aspectos que contempla la actividad del sector.
-El salario es uno de los dos principales, y el desempleo sería el segundo. La pérdida de salario, de poder adquisitivo, es tremendamente notoria. Hay una gran cantidad de operarios cuyo salario no supera la línea de pobreza. Mire, puede ser cierto que este gobierno haya sacado a varios de la pobreza, pero… ¡mandándolos a la indigencia! Aplicando el método del DESCENSO SOCIAL -en oposición a ascenso social, que es lo que corresponde a los trabajadores-.
¿En qué medida -diría usted- la falta de empleo se ha incrementado?
-Y, mire, la situación del desempleo –de la falta de trabajo- es tremendamente grave. Hoy mismo en el sector siderúrgico –en Villa Constitución y en San Nicolás-, de no evolucionar favorablemente las cosas en las próximas horas, afrontamos la posibilidad de que 3.000 operarios se queden sin trabajo. Esto es gravísimo, porque siempre hay que tomar en cuenta que, en la mayoría de los casos, atrás de un operario hay una familia.
¿A qué le atribuyen -desde la UOM- la falta de trabajo en el sector?
-Lo tomamos como consecuencia de la pésima –o nula- política de industrialización que lleva adelante el gobierno de Milei. Cualquiera se da cuenta que la política de este gobierno destruye industrias -en lugar de crearlas-. Además hay que tener en cuenta –como lo ha expresado nuestro secretario general, Abel Furlán- la injerencia de Paolo Rocca, el dueño de Techint, dentro del gobierno de Milei. Rocca lo tiene a su represéntate –el Dr. Julio Cordero- enquistado en el gobierno, en la Secretaría de Trabajo, y desde allí se manejan las cosas para consentir los deseos de Rocca –y los demás grandes empresarios aliados al gobierno de Milei-.
¿En qué medida consideran que esta injerencia -de Paolo Rocca- ha entorpecido la homologación de las paritarias?
-En inmensa medida diría yo. Porque una de las cámaras que responde a Rocca trabó la homologación por más de dos meses. Debimos presionar mucho -todas las seccionales del país juntas- frente a la Secretaria del Trabajo para lograr acceder a una vía de diálogo y así poder lograr la homologación de una pobrísima paritaria –obligados a que sea así, pobrísima, porque no homologan aumentos más allá del 1%, o 1,5%-. Esta intromisión en las paritarias es una barbaridad, porque el gobierno no puede meterse en un acuerdo entre partes –privados-. Y la no homologación es una herramienta más que tienen los patrones para no pagar los aumentos. Algunas empresas pagaron los aumentos en negro, pero el trabajador necesita que figure en el recibo de sueldo. Igualmente se consiguió que se pagaran algunos bonos -o cifras no remunerativas– que no aportan a seguridad social, obra social y al sindicato-. Aunque ahora hemos logrado regularizar esa situación.
En la semana Adimra llamó la atención acerca del poquísimo porcentaje -45%- de la capacidad instalada que está operando en la actualidad –que se ubica en mínimos históricos -. ¿Qué piensa de este llamado de atención?
-Que están en lo cierto; y que en tanto se siga importando todo a granel van a terminar con la producción industrial nacional. Algunas empresas hoy logran incrementar la producción porque tienen plantas instaladas en otros países –como es el caso de Iveco que ha aumentado la producción por su planta instalada en Brasil-.
Dentro de este marco de situación preocupante, ¿qué puede expresar acerca del rol que está jugando la CGT?
-Esta CGT está en una situación complicada, con muchos compromisos políticos asumidos, con mucho tironeo interno, y mirando de reojo a los trabajadores; pero ya se va –ahora, en noviembre-. Entonces habrá que elegir una nueva conducción, que esperemos no sea más un triunvirato, sino que sea un unicato –que haya un solo responsable-. Pasa que cuando las cabezas son varias no hay unidad de pensamiento ni de acción.
“Los trabajadores saben que la inflación no es la que le dicen”.
Pasando al plano sociopolítico, ¿cómo nota usted que se encuentra el ánimo de aquellos trabajadores que votaron por Milei para presidente?
-Se nota que hay bastante desánimo y desilusión entre esos trabajadores. Se ve que muchos de ellos se sienten estafados y violados por el gobierno; ya que esta administración nacional los maltrata a ellos y a sus familiares -sobre todos a los jubilados-. Además todos saben –y lo dicen claramente- que la inflación no es la que le dicen desde el gobierno; y lo saben porque van a súper, a los comercios del barrio y tienen que pagar los servicios -ellos saben que todo eso aumenta mucho más que lo que anuncia el Indec-.
“Espero que la justicia no haga maniobras para salvar a algún funcionario comprometido”.
Este Gobierno nacional llegó al poder con un fuerte mensaje de honestidad y transparencia, diciendo que el presidente –Milei- y sus funcionarios jamás podrían ser tachados de corruptos. ¿Qué reflexiona respecto a los escándalos –entre muchos otros- de las muertes por fentanilo en mal estado y las coimas en medicamentos para discapacitados?
-En el caso de las coimas en medicamentos para discapacitados espero, en primer lugar, que Spagnuolo entregue –como dice en los audios- a todos los involucrados en ese delito tan aberrante. Y, en segundo lugar, también espero que la justicia actué con la misma velocidad, eficacia y rigor con que se manejó contra CFK; que no se tome un “tiempo político” para no actuar antes de las elecciones –o cosa parecida-. Igualmente creo que es necesario que la Justicia sea todo lo rigurosa que corresponda en el caso del fentanilo contaminado, y que no se hagan maniobras para “salvar” a algún funcionario comprometido -en caso de que lo hubiera-.
“No se puede votar a quienes los han traicionado”.
Pasando a la política -y las próximas elecciones-, ¿tiene usted en lo personal –o desde su responsabilidad como dirigente sindical- alguna preferencia dentro de la oferta electoral para las próximas elecciones?
-En mi caso, y junto a varios dirigentes gremiales más, vamos a apoyar a Natalia de la Sota; porque es la única compañera que votó en el mismo sentido que nosotros le reclamamos a los legisladores que voten. Muy diferente es el caso de otros legisladores que le han votado al gobierno mucho de lo más perjudicial para los trabajadores -y para la población de Córdoba y de la Argentina- como la Ley Bases o el recorte a los jubilados. Nosotros –los dirigentes gremiales que apoyamos a Natalia de la Sota- consideramos que no se puede votar a quienes nos han traicionado, como Schiaretti o Llaryora, con algo tan nefasto como la Ley Bases -que tanto daño ha hecho y hace-.