La empresa aeroespacial que brinda servicios a la Conae y aporta al desarrollo del Plan Nacional Espacial tiene presupuesto para funcionar hasta diciembre. En VENG hay unos 200 puestos de trabajo en riesgo y con ello, las operaciones de los dos satélites en órbita.

El sector aeroespacial argentino atraviesa una situación de incertidumbre en torno a la continuidad de los proyectos que lleva adelante la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) junto a la empresa VENG (Vehículo Espacial Nueva Generación), tales como las misiones en órbita de los satélites Saocom 1A y 1B y el resto de las tareas del proyecto Tronador en el que vienen trabajando hace años. Se trata del programa que desarrolla cohetes espaciales como parte del Plan Nacional Espacial.

Desde hace meses, las y los trabajadores de la Conae, en el predio de Falda del Cañete en Córdoba, vienen denunciando las dificultades del organismo para continuar con las tareas de desarrollo ante el ajuste presupuestario que sufrieron. No sólo los impacta el retraso salarial que genera la expulsión de recursos humanos valiosos sino que también los afectó en marzo el despido de trabajadores ante la avanzada del Gobierno de achicar el Estado. La Conae en Córdoba perdió el 5% de su planta y actualmente trabaja con 267 agentes para toda una estructura que sostiene la industria espacial argentina.

La aeroespacial VENG, en problemas

Ahora, se suma la situación crítica de la empresa VENG, la empresa aeroespacial que fue creada por el Estado en 1998 para brinda servicios troncales a la Conae y cuya paralización significaría la caída de los proyectos

“Hasta ahora sabemos que sólo hay plata para pagar hasta diciembre, si en enero VENG no cobra, los trabajadores no tienen su ingreso y se cae la empresa. Desde ahí, será cuestión de unas semanas para que las cosas empiecen a fallar en Falda del Cañete”, dice a La Nueva Mañana Emiliano Baum, quien es ingeniero en Software de la Conae y además, delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).

La Conae, con un presupuesto 55% menor al del año pasado

El presupuesto de Conae este año es un 54.7% menos por lo que las partidas destinadas para VENG son insuficientes y peligran alrededor de 200 puestos de trabajo. Sin contar que las proyecciones para el próximo año, son menos alentadoras si el Gobierno no decide actualizar los presupuestos de acuerdo a la inflación.

En el caso de VENG esto es aún más acuciante ya que la situación financiera, es grave al punto tal de que en julio se retrasó el pago de aguinaldos por falta de fondos. Los últimos meses el pago de sueldos se resuelve a último momento, dejando en evidencia la dificultad del sostenimiento económico de la empresa. El 80% de los recursos de VENG depende de los servicios que brinda para Conae, razón de ser de la empresa.

Es por ello, que si la empresa deja de funcionar significa para la Conae no poder continuar la operación de los dos satélites Saocom, también tendría serias dificultades para operar el segmento terreno del organismo donde se realiza la descarga de datos satelitales y el funcionamiento general de los predios de Falda del Cañete, Córdoba y BAPI en Pipinas, Buenos Aires, así como otros servicios que son brindados en conjunto.

«Hay toda una inversión en riesgo de caerse»

 “El devenir de esta situación está llevando a dilapidar años de inversión en el sector espacial”, indicaron las y los trabajadores de la Conae que tras una asamblea decidieron visibilizar la situación.

“Acá hay toda una inversión en riesgo de caerse. Tenemos la experiencia de la construcción de los satélites y lamentablemente mucha de esa gente que se fue formando operando los satélites, tuvo que irse por el atraso salarial”, dice Baum y agrega que si las antenas se van deteriorando o la maquinaria adquirida se vuelve obsoleta, “si todo eso se cae, la pérdida es enorme”.

“Se pierden los contactos que se fueron haciendo a lo largo de los proyectos, se pierde esa confianza con las agencias espaciales con las cuales tenemos convenios bilaterales. Es algo construido a lo largo de los años, la credibilidad en este sector lo es todo y se puede perder por una mala decisión de un gobierno en un día”, ilustra el ingeniero.

Los convenios con agencias los hace Conae, pero lo que tiene que ver con la venta de servicios, los realiza VENG donde el Estado como ocurre en otros países, es el socio mayoritario.

“Nadie discute la actividad privada, pero sí es real que en los países centrales, la política espacial sobre gestión de satélites, los lleva adelante el Estado porque básicamente es estratégico, porque se maneja información que vale mucho, no solo en términos económicos sino también en términos políticos, como por ejemplo, para la guerra en Ucrania que se hace con información satelital y drones en gran medida porque es fundamental para la defensa. En nuestro caso, es fundamental para el control de nuestra soberanía sobre los mares, por ejemplo”, explica Baum sobre la importancia de seguir invirtiendo desde el Estado en el sector que produce bienes de valor agregado y ubica al país en selecto grupo de Naciones con soberanía aeroespacial.

Las pruebas están a la vista, países como Estados Unidos, la Unión Europea, Italia, Noruega participan activamente en áreas estratégicas financiando sociedades mixtas con mayoría estatal e incubando nuevas empresas con alto valor agregado para fortalecer sus posiciones económicas y estratégicas a nivel internacional. La misma Space-X de Elon Musk, a quien admira el presidente argentino, tiene contratos por más de 11 millones de dólares con el Gobierno de Estados Unidos.

Reclamo de ATE

Desde ATE denuncian que la actual gestión de Gobierno está ejecutando una política de desguace del capital acumulado “que terminará por sumergir al país en el atraso y subdesarrollo”, no solo por lo que sucede en Conae, sino porque esta política que sufre el sector se ve replicada en todos los organismos de Ciencia y Técnica.

“A pesar de que en su retórica pretende emular a los países del primer mundo, el Gobierno hace exactamente lo contrario a lo que estos países hicieron para convertirse en potencias tanto en términos generales como en el sector espacial en particular”, cuestionaron las y los trabajadores en un documento mientras están a la espera de respuestas de la Secretaría de Ciencia y Técnica e Innovación Productiva, porque hasta el momento, “nadie tomó ninguna decisión”, y la situación de ajuste sigue ahogando el funcionamiento de Conae y VENG por lo que en su totalidad, son 400 los puestos de trabajo que están en riesgo.