Antes de su muerte, el santo Don Orione dejó 10 profecías sobre el futuro político de la Argentina. Algunas se anticiparon al golpe del 55 y a “El Cordobazo”.
Luis Orione, o mejor conocido como “Don Orione” fue un monje italiano que nació un 23 de junio de 1872, en Pontecurone. Sus predicciones sobre el futuro de la Argentina fueron diez y sus seguidores lo recuerdan hasta el día de hoy, a casi 149 años de su nacimiento.
Fiel seguidor de la obra de Giuseppe Benedetto Cottolengo, Don Orione realizó una importante labor social tanto en Argentina como en Italia con la fundación de distintas comunidades para la atención de personas con ciertas enfermedades. Sin embargo, por el año 1937, el sacerdote ya había dejado diez predicciones sobre la política y el futuro del país.
Las predicciones de Don Orione emergieron dado que los sectores provenientes del antiperonismo las consideron muy relativas a algunos aspectos de la época de la “Revolución Libertadora”, aquella que se autodenominó la dictadura cívico-militar que derrocó a Juan Domingo Perón de su presidencia.
De las profecías que empezaron a circular, la más conocida fue su anticipo de 1937 sobre la futura quema de las iglesias en 1955, la que se toma como la más acertada de sus visiones. Otra recuerda el día en que dijo que “el dictador” no iba a morir en “la revolución”, también vinculado a 1955, asegura que el golpe no iba a solucionar los problemas del país
La cuarta califica a quienes sucedieron a Perón en el cargo como “una serie de gobiernos anodinos”. Si bien sus seguidores aseguran haber verificado los acontecimientos, aún no se explican las predicciones que le ocurrieron años posteriores entrando al siglo XXI.
La quinta, la sexta y la séptima comenzaron a ser recordadas como aquellas que se adelantaron a “El cordobazo”, cuando esta provincia iba a convertirse en un hervidero que “el caudillo” (refiriéndose a Perón) iba a regresar al país y que ríos de sangre iban a correr en la Argentina.
En cuanto a las últimas tres, son difíciles de explicar porque aún no se han cumplido. Las mismas anuncian que un presidente será colgado en la Plaza de Mayo, que la bandera no flameará por dos días en la Casa Rosada y que se encontrará la paz y la tranquilidad cuando un “hombre del norte”, católico, gobierne por muchos años.