La política argentina se enfrenta a un momento decisivo. Con las elecciones internas del Partido Justicialista a la vuelta de la esquina y la creciente presión social, las figuras de Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof emergen como líderes clave para enfrentar las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei. Mientras que Milei ha desmantelado derechos adquiridos y atacado los pilares de la justicia social, Fernández de Kirchner y Kicillof se posicionan como los únicos capaces de construir un país más justo, libre y soberano. La clave: el peronismo unido.

El peronismo celebrará un nuevo aniversario del 17 de octubre, Día de la Lealtad, un evento cargado de simbolismo histórico y político. En el corazón de Buenos Aires, la Federación Argentina de Boxeo será testigo de un acto que busca no solo reafirmar la unidad del peronismo, sino también presentar a Cristina Fernández de Kirchner como la opción más sólida para liderar el Partido Justicialista.

Este evento, que ocurre en un contexto de reorganización del PJ, se erige como una plataforma en apoyo a la candidatura de Fernández de Kirchner para la presidencia del partido, en un claro mensaje de rechazo a las políticas neoliberales de Javier Milei.

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El peronismo, más que un movimiento político, representa una fuerza que lucha por los derechos de los trabajadores, la inclusión social y la soberanía económica. Las políticas de Milei, por otro lado, se han caracterizado por un brutal ajuste que ha impactado de manera directa a jubilados, trabajadores de la salud, universidades públicas y a aquellos sectores que históricamente han sido protegidos por las políticas de justicia social del kirchnerismo. En este contexto, la posible presencia de Fernández de Kirchner en el acto del 17 de octubre cobra un significado trascendental.

 

El legado de Cristina y el desafío del PJ

Desde el inicio de octubre, el «operativo clamor» para que Cristina Fernández de Kirchner compita por la presidencia del PJ ha ganado tracción, encabezado por figuras clave del kirchnerismo como Eduardo «Wado» de Pedro, Juliana di Tullio y Mayra Mendoza. Este movimiento no es solo un reflejo del apoyo masivo que recibe la ex presidenta, sino una respuesta necesaria ante los embates del gobierno de Javier Milei.

La ex presidenta ha sido clara: está dispuesta a aceptar el desafío. En una carta abierta dirigida tanto a los compañeros y compañeras del peronismo como a los argentinos en general, Fernández de Kirchner no solo anunció su candidatura, sino que también realizó una profunda reflexión sobre el estado actual del país. En este texto, criticó con dureza las políticas de ajuste de Milei, pero también enfatizó la necesidad de un peronismo unido, capaz de ofrecer una alternativa viable y justa para la Argentina.

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«Acá no sobra nadie», sentenció Fernández de Kirchner en su misiva, recordando que la unidad es esencial no solo para el PJ, sino para la reconstrucción del país. La unidad, sin embargo, no es un objetivo en sí mismo, sino un medio para lograr un programa de gobierno que recupere la dignidad de los argentinos, arrebatada por las políticas de ajuste y desmantelamiento implementadas por Milei.

 

Axel Kicillof: Lealtad al Pueblo, la Patria no se vende

Paralelamente, Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, se prepara para encabezar un acto en la localidad de Berisso, el lugar donde nació el peronismo, para conmemorar el 17 de octubre bajo el lema «Lealtad al Pueblo. La Patria no se vende». Kicillof, quien ha sido un defensor férreo de las políticas de inclusión y soberanía económica, se mantiene firme en su rechazo a las políticas neoliberales del gobierno actual.

El discurso de Kicillof, que se espera sea un fuerte llamado a la resistencia contra el ajuste, se llevará a cabo en un escenario cargado de historia. En 1945, los trabajadores de Berisso marcharon hacia Plaza de Mayo para exigir la libertad de Juan Domingo Perón, en un momento que marcaría el nacimiento del peronismo como fuerza política. Hoy, Kicillof busca recuperar ese espíritu de lucha en un contexto en el que el peronismo debe enfrentar, una vez más, a un gobierno que prioriza los intereses del capital financiero por sobre los derechos del pueblo.

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A pesar de los rumores de una posible alianza con Cristina Fernández de Kirchner en las internas del PJ, Kicillof ha mantenido el silencio. Sin embargo, su discurso en Berisso será, sin duda, una declaración política de primer orden. Las tensiones dentro del peronismo están a flor de piel, y el acto de Berisso servirá como termómetro para medir el respaldo a Kicillof dentro de las bases peronistas.

 

Milei: Un ajuste brutal que necesita una respuesta

Mientras tanto, el gobierno de Javier Milei sigue avanzando en su agenda de ajuste. Sus políticas han tenido un impacto devastador en amplios sectores de la sociedad argentina. Los jubilados, que vieron recortados sus beneficios; los trabajadores de la salud, que han sido sometidos a condiciones laborales precarias; y las universidades públicas, que enfrentan recortes presupuestarios sin precedentes, son solo algunos de los ejemplos más evidentes de las consecuencias del neoliberalismo rampante que promueve Milei.

Ante este escenario, el peronismo kirchnerista debe presentarse como la única opción capaz de frenar la avanzada del ajuste y reconstruir un país más justo. La candidatura de Cristina Fernández de Kirchner a la presidencia del PJ y el liderazgo de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires son señales claras de que el peronismo está listo para dar batalla.

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El 17 de octubre será más que una conmemoración. Será un grito de resistencia frente a las políticas de ajuste y una reafirmación del compromiso del peronismo con los sectores más vulnerables. En un país donde el neoliberalismo ha sembrado el odio y la desesperanza, el peronismo kirchnerista se erige como la única fuerza capaz de devolverle a la Argentina su dignidad.