Un informe privado reveló una baja interanual inédita en supermercados y autoservicios de barrio. La discusión sobre si hay recuperación o no respecto a julio.

El consumo masivo tuvo, en agosto pasado, la mayor caída de los últimos años en términos interanuales, tanto en supermercados como en autoservicios de barrio. Se trata de un escenario en el que convergen tanto una base relativamente alta del año pasado como la ausencia de una clara recuperación del bolsillo en los últimos meses, aunque analistas y referentes del sector discuten sobre si comenzó a verse una suba respecto al mes previo.

Así lo reveló el último informe de la consultora especializada en consumo Scentia, que se conoció este domingo. Según la presentación, el consumo de agosto, incluyendo tanto grandes cadenas de supermercados como pequeños supermercados y almacenes barriales, cayó un 17,2% respecto al mismo mes de 2023.

 

El desplome del consumo en supermercados y almacenes de agosto

Se trata, aclaró la misma consultora, de «la retracción interanual mas dura de los últimos años», que prácticamente igualó a lo peor del efecto de la pandemia en el consumo: para encontrar una caída mayor hay que ir a marzo de 2021, cuando la baja fue de un 18% respecto a marzo de 2020. Desde ese momento, la peor caída se había consumado justamente en julio de 2024 (-16% interanual), pero ahora la de agosto la superó por mas de un punto.

Un panorama más amplio, de todos modos, revela la verdadera dimensión de la actual crisis, ya que, en lo que va del 2024, la caída acumulada (versus enero a agosto de 2023) es del 10,6%, mayor que la de cualquier año desde 2016, mostró la presentación de Scentia. Es decir, superó a la caída de 2019 versus 2018, en plena crisis económica macrista, que había sido de «solo» el 7,3%. En 2021 versus 2020, cuando impactó lo peor de la pandemia, la caída acumulada fue del 2,1% (mientras que en 2020 versus 2019 solo hubo una baja del 0,1%). Todo indica que hay que remotarse a la crisis de 2001-2002 para encontrar, potencialmente, descensos mayores en el consumo.

 

 

Por supuesto que el estrepitoso desplome de agosto es, esencialmente, producto de la ausencia de una clara recuperación de los ingresos después de lo peor del ajuste de shock del primer trimestre de Javier Milei. Aun así, en el hecho de que agosto superase cualquier baja previa de este año también influye la base de comparación.

En este sentido, sucede que en agosto de 2023 Sergio Massa implementó la devaluación post PASO del 22%, lo que dinamizó el consumo en un primer momento ante la previsión de un inmediato aumento de precios. Pero, además, para paliar los efectos de esa aceleración inflacionaria, el entonces ministro de Economía implementó una serie de medidas que potenciaron el consumo en esos meses, como los bonos de la suma fija, la quita del IVA para la canasta básica o la eliminación del impuesto a las ganancias para los salarios, hoy cuestionadas por el oficialismo bajo el mote de «plan platita».

A ello se le suma, señaló Scentia, «la pérdida de ventas en fronteras, muy importantes durante 2023», producto del tipo de cambio favorable en ese momento, que se perdió con el atraso cambiario de este año. Es en este contexto que en el sector ya dan por sentado que los desplomes interanuales seguirán siendo de dos cifras hasta diciembre.

La caída que marcó Scentia fue pareja, ya que fue del 17,9% en grandes supermercados y del 16,5% en autoservicios. Sin embargo, la situación de los autoservicios es en verdad mucho peor, porque venían a su vez de una caída del 3% en agosto de 2023. Los grandes supermercados, al contrario, venían de una suba del 14% un año atrás, potenciados por la presencia de Precios Justos.