El resultado final fue de 153 votos en favor de la ley, 87 negativos y ocho abstenciones. De esa manera, la oposición no logró alcanzar los 2/3 de los votos (178) que eran necesarios para dar de baja el veto presidencial. En la previa del debate, un legislador radical renunció a su banca y favoreció el resultado en favor del Gobierno.
En una sesión desarrollada este miércoles en la Cámara Baja, el oficialismo y sus aliados, beneficiado por cinco votos radicales que cambiaron su voluntad a último momento y la abstención del bloque de Innovación Federal, lograron obstaculizar el intento de dar de baja el veto a la ley de movilidad jubilatoria que había sido aprobada por las dos cámaras en junio.
El resultado final fue de 153 votos en favor de la ley, 87 negativos y ocho abstenciones. De esa manera, la oposición no logró alcanzar los 2/3 de los votos (178) que eran necesarios para dar de baja el veto presidencial.
El debate legislativo se dio, mientras afuera del Congreso miles de personas se movilizan, entre jubilados, organizaciones gremiales, sociales y políticas, que cuestionan la decisión del presidente Javier Milei de vetar la mejora en los haberes jubilatorios, que la ley permitía con la devolución del 8,1% que perdieron en enero y un nuevo cambio en la fórmula.
cordobés Luis Albino Picat, Ricardo Campero, Michel Tournier, Pablo Cervi y Martín Arjol fueron los diputados radicales que, a contramano del resto del bloque, torcieron su voluntad y votaron en favor del veto presidencial.
Media hora después, previo al debate por la ley de movilidad jubilatoria, se votó la renuncia del diputado radical de Entre Ríos Rodolfo Galimberti, quien asumiría en el organismo binacional Comisión Técnica Mixta de Salto Grande. En su lugar, asumió la legisladora del Pro Nancy Ballejos, lo que fue leído por la oposición como un movimiento en favor de garantizar el veto presidencial.
Galimberti tenía una postura favorable a la mejora a los jubilados, por lo que el bando a favor de la reforma pierde un voto fundamental y en contraposición sumaría un voto la ratificación del veto, ya que Ballejos pertenece al PRO, que decidió acompañar orgánicamente al Gobierno.
Nicolás del Caño, diputado del Frente de Izquierda expresó que la jura de Nancy Ballejos debería realizarse después de la votación del veto a la movilidad jubilatoria: «buscan tener otro voto a favor del veto presidencial que le saca a los jubilados un aumento de diecisiete mil pesos».
El debate
A las 11 inició la sesión. El quórum se consiguió con 131 diputados sentados en sus bancas del recinto.
Entre las primeras voces que se escucharon, el diputado Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, arremetió contra el “transfuguismo” de los legisladores que en junio votaron a favor de la reforma de movilidad previsional y que ahora “se dieron vuelta” y le “darán la espalda” a los jubilados respaldando el veto del presidente Javier Milei.
“Estamos frente a quien ejecuta una mala intención. Una clara intención de los que mienten, de los que juegan a la visita a los palacios gubernamentales y erosionan el funcionamiento del sistema republicano y la división de poderes”, dijo Ferraro.
Para Ferraro, los diputados que tienen esa actitud están “traicionando el mandato” por el cual fueron elegidos “si no le dan una respuesta a los jubilados”. En este sentido, señaló que “los jubilados no pueden esperar” y advirtió que “dase vuelta es claramente darle la espalda”.
“Algunos optan por abandonarlos, darse vuelta y no darles una respuesta definitiva”, insistió Ferraro, que recordó que los jubilados en un año sufrieron entre un 24 y un 27% de recorte del gasto público, y una pérdida del poder de compra “de casi el 20%” tomando en cuenta los bonos discrecionales.
Por su parte, el presidente del bloque Encuentro Federal, Miguel Pichetto, advirtió con la ratificación del veto a la ley de movilidad jubilatoria, comienza un «proceso judicializador” que será negativo para el Estado nacional en términos fiscales por la cantidad de juicios que deberá pagar.
Para Pichetto, el Gobierno debería haber adoptado una “fórmula polinómica” que combine para la actualización de haberes el costo de vida y la variación salarial, reconociendo la pérdida que tuvieron los jubilados en el mes de enero por la inflación del 20,5%.
“El mundo judicial se va a poner en marcha, donde las cámaras previsionales funcionan en línea con los reclamos de los jubilados y además la Corte que ha tenido presidentes muy favorables a los jubilados”, recalcó Pichetto. Según dijo, el presidente Javier Milei “podría haber hecho un veto parcial, que hubiera sido razonable”.
En tanto, el cordobés presidente del bloque de la UCR, Rodrigo de Loredo indicó que «el bloque del radicalismo va a insistir con este proyecto que trabajó con paciencia y responsabilidad», en un mensaje a los radicales que cambiaron su voto para acompañar el veto.
En su intervención, recordó que él intentó avanzar en una insistencia parcial de la ley -es decir: solo insistir en el artículo que incluía la recomposición del 8,1% de los haberes jubilatorios- pero reconoció que eso «no prosperó». «¿Tiene derecho a vetar el presidente? Sí, tiene derecho. ¿Tenemos derecho nosotros a insistir? No solamente tenemos derecho, sino que en este particular caso tenemos una obligación constitucional de darle a la movilidad jubilatoria en la República Argentina una fórmula dispuesta por ley», dijo De Loredo.
A su turno, Germán Martínez, presidente de bloque de Unión por la Patria cuestionó a quienes cambiaron la voluntad de sus votos.
Si aquellos que en el Senado votaron el dictamen de la media sanción de los Diputados hoy estarían acá votando con nosotros, podríamos rechazar este veto», remarcó Martínez, quien también cuestionó a «aquellos que en nombre del peronismo fueron a elecciones en sus provincias» y que «estuvieron ausentes en junio o estuvieron presentes y votaron a favor y hoy -en cambio- lo que están haciendo es votar a favor del veto de Milei ¿Dónde está la cara de aquellos que en este momento están parados en esa posición?».
Finalmente, señaló: «Hago mías las palabras de León Gieco: ‘Si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente'».
Entre los últimos oradores, el jefe del bloque de diputados del PRO, Cristian Ritondo, cruzó al presidente de la bancada radical, Rodrigo De Loredo, al señalar que la UCR «no tiene conducta partidaria», en referencia a la interna que atraviesa, tras la decisión de cinco diputados del centenario partido de cambiar su voto en esta discusión.
El referente macrista le pidió a la UCR que se «haga cargo» de haber «arreglado con el kirchnerismo» para impulsar un dictamen de aumento de las jubilaciones con un costo fiscal significativo. «Hubieran arreglado con nosotros», le achacó Ritondo, que señaló que el dictamen del PRO era más «razonable» desde el punto de vista fiscal.