LNM dialogó con el director del film cordobés de El escuerzo, Augusto Sinay. «Esta película no se hubiera podido filmar con la política actual de desfinanciamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales”, aseguró.
Estrenada el 1 de agosto –con reposición programada para septiembre- «El escuerzo», la multipremiada (*) película del joven cineasta cordobés Augusto Sinay, ha resultado ser un suceso cultural y un éxito económico de gran magnitud, que ha convocado -en cada una de las cuatro funciones que han tenido lugar la semana pasada en la sala del cineclub Hugo del Carril – a muchos más espectadores de los que el espacio físico puede contener; habiéndose quedado más de 100 personas afuera en cada función. A su vez en la sala Cacodelphia (CABA), donde El escuerzo está programada para ser proyectada todos los sábados de agosto, ya han sido adquiridas -on line- anticipadamente todas las entradas de todas las funciones. LNM dialogó con el guionista y director acerca de los detalles de la realización del film, sobre al apoyo sustancial que recibió del Incaa (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) y de algunos aportes públicos más, y acerca de la gran contribución, tanto a la economía como a la cultura cordobesas, que traen aparejadas las realizaciones cinematográficas en nuestra provincia.
Augusto Sinay nació -y vive- en Córdoba capital. Cursó la secundaria en el Colegio Monserrat y estudió cine en la Enerc (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica -dependiente del Incaa-). Es el director –y autor del guión- de su primera película, El escuerzo.
¿Cómo se asume un éxito tan grande –como El escuerzo- siendo la primera película en la carrera cinematográfica?
-Con una gran y profunda alegría, porque no es algo que se pueda prever de antemano. Para vivir este exitoso presente todos los involucrados en el proyecto hemos puesto a su hora lo mejor de nosotros en cuanto a compromiso con la obra y con los mecanismos de difusión para intentar que a El escuerzo le fuera lo mejor posible, y el resultado está siendo magnífico y tremendamente estimulante. Ahora estamos involucrados al máximo con lograr la mayor divulgación posible del film, y esperando por mejores y mayores oportunidades para futuros proyectos.
¿En qué medida se puede expresar –sin temor de caer en exageraciones- que El escuerzo es una película cordobesa?
-En un 100%…, o 99%, por si 100 parece mucho; en fin, quiero decir que las tres etapas –preproducción, rodaje y posproducción- se llevaron adelante en Córdoba. Digo así, que es una película 100% cordobesa, porque la dirección y el guión son míos; el cuento que la dio el título es de otro cordobés, Leopoldo Lugones; los actores –salvo 2 españoles- son cordobeses, toda la parte técnica –equipos y demás- también; además fue filmada íntegramente en territorio de nuestra provincia; y así en cada tramo de las tres etapas.
¿En qué localidad de Córdoba fue filmada y cuál fue el nivel de involucramiento de la administración local y de sus habitantes?
-Se filmó en un paraje de Traslasierra -bastante inhóspito- llamado Las Calles , próximo a Nono, y en sus zonas aledañas. Y el nivel de interacción fue total, porque fue rodada durante la pandemia, y para las asistencias sanitarias, y otras que nos fueron necesarias, siempre contamos con la predisposición absoluta de las autoridades y dependencias comunales. Y además, para una cosa o para otra, necesitamos del auxilio de muchos de los 300 habitantes del lugar.
¿De qué tipo de asistencia estamos hablando? ¿Cuánto tiempo estuvo instalado el equipo en Las Calles?
-Estuvimos un mes instalados en la localidad. Y respecto a las asistencias que necesitamos fueron, por ejemplo, para construcción –porque allí se levantó un rancho desde los cimientos-, para actuación y, por supuesto, para la alimentación de todo el personal involucrado. Buena parte de los dineros del presupuesto se destinaron a la alimentación. Entonces, para la compra de las materias primas y elaboración –en albañilería y mano de obra para la cocina, por ejemplo- se contrató a muchos lugareños. También para que trabajen como “extras” y/o ayudantes de cámara; por otra parte se alquilaron animales, carruajes; en fin un sinnúmero de auxilios –pagos, por supuesto- nos fueron dados por la gente del lugar.
¿Se podría decir que tuvo un fuerte impacto en la economía local de Las Calles la filmación de El escuerzo?
-Con seguridad. Más aun en plena pandemia. Asistir en todo lo necesario para el rodaje le “derramó” bastantes recursos económicos a los habitantes y lugareños. Hay que tomar en cuenta que la logística fue muy exigente; por ejemplo para transporte se alquilaron muchas veces vehículos 4×4 –por lo inaccesible de algunos lugares-; al transcurrir la historia a mediados del siglo XIX, en plena leva para guerra del Paraguay, fue indispensable, arrancando desde cero, la elaboración previa -y a veces confección en el momento- de un vasto vestuario.
¿Se sabe aproximadamente cuánta mano de obra cordobesa ocupó la realización de El escuerzo?
-Directa e indirectamente, de modo aproximado, unas 500 personas estuvieron involucradas laboralmente.
¿Cómo ha sido posible realizar una película tan exitosa –concebida, producida y rodada- en nuestra provincia?
-Todo parte, en primer lugar, de la determinación –empecinada- y el compromiso que uno asume con sus sueños, creo. Claro que después viene la ardua tarea de obtener los recursos para llevar adelante un proyecto que es de por sí muy costoso. Creo que es importante señalar que hasta el año pasado, mientras el Incaa seguía financiando las producciones argentinas, nuestra provincia –gracias al Polo Audiovisual Córdoba- era un destino bastante escogido por muchos directores y productores para la realización de sus películas. A partir del desfinanciamiento del Incaa –decidido por el actual gobierno nacional- está parado todo.
¿En qué sentido decís “… proyecto de por sí muy costoso”?
-Costoso en varios sentidos, empezando por las energías propias y extrañas que requiere arrancar con algo tan complejo como es la realización de una película en nuestro país –y en estos tiempos-. Luego lo más difícil de alcanzar son los recursos materiales –y/o económicos- ya que filmar es imposible si no cuenta con una fuerte cantidad de dinero; y al ser yo un primerizo –como tantos otros- es imposible pensar que una productora privada vaya a venir y ponerte a disposición la cantidad necesaria. Para que se considere claramente: fueron 10 años de trabajo desde que empecé a escribir el guión hasta que la película estuvo lista para ser proyectada.
Y en este caso, ¿cómo se pudo conseguir la financiación de El escuerzo?
-Gracias a la inversión pública; del Incaa (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) en primer lugar, después de la Provincia –mediante el Polo Audiovisual Córdoba-, y finalmente con otro resto proveniente de un espacio español– el Programa Ibermedia, que se sustenta con dineros de todas las productoras públicas de los países latinoamericanos-; pero claro que un 60% -o más- de los recursos económicos presupuestados se obtuvieron desde el Incaa.
¿Cuán dificultoso fue el proceso de la obtención de recursos?
-Fue un trámite bastante engorroso. Al momento de asumir la realización de El escuerzo para acceder al financiamiento por parte del Incaa era necesario tener filmadas antes 2 películas o, si se era primerizo -como en mi caso-, haber ganado un concurso específico organizado por el Instituto. Después de haber ganado el concurso se tramitó un subsidio -que se acreditó al estar terminada la obra-, pero para afrontar los gastos durante la realización se debió tramitar un préstamo –también a través del Incaa- por la misma suma del subsidio. Ya con esta gran parte resuelta los contactos que se venían llevando adelante con el Polo Audiovisual Córdoba y con el Instituto español fructificaron y se pudo acceder a la totalidad de los fondos presupuestados. Por suerte, El escuerzo se pudo hacer durante la anterior administración nacional.
¿Por qué?
-Porque hoy, con el desfinanciamiento del Incaa que lleva adelante la actual administración, sería imposible. El desfinanciamiento del Incaa es un golpe mortal para la industria nacional del cine.
(*) En el XII Festival Internacional de Cine Fantástico Feratum (México) obtuvo el premio a la Mejor Película de Terror; en el XX Fantaspoa, Porto Alegre (Brasil), el festival más grande dedicado al cine fantástico y de terror de toda Latinoamérica, se llevó el Premio Mejor Película y Mejor Guion; y en el XI GALACTICAT – Festival Internacional de Cinema de Tàrrega I Ponent (España) ganó el Premio Mejor Película.