Hace escasos meses el Parque Nacional Ansenuza compartía en sus redes la gran noticia de haber podido concretar la instalación de la primera trampa de caída para la captura cuidada de chanchos cimarrones en la Administración de Parques Nacionales. Pero la semana pasada se encontraron con la noticia de que la misma fue sustraída del lugar en donde fue instalada, llevándose todos sus componentes
Esta iniciativa, que demandó un gran esfuerzo en términos económicos y de gestión, significaba una gran oportunidad para comenzar con acciones de manejo de una especie invasora que está provocando impactos altamente negativos en nuestros ambientes nativos y sistemas productivos de toda la región y el país.
Entendemos que por las condiciones de aislamiento e inaccesibilidad del sitio donde se encontraba, el hecho solo pudo haberse concretado por personas que conocen bien la zona. Esta trampa es la única de estas características en la Argentina por cuanto se agradecerá toda información que los ciudadanos puedan facilitarnos para dar con el paradero de la misma.
Este acontecimiento significa una frustración muy grande, pero «estamos confiados que con el apoyo de las personas de la región y la provincia que apoyan nuestra tarea de conservación, lograremos tener próximamente con nosotros este equipamiento de vital importancia para nuestra gestión» dijeron las autoridades.