Así lo aseguró el titular del Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba (CMPC), Héctor Oviedo, en diálogo con La Nueva Mañana. «Podemos decir que el deterioro de las condiciones de trabajo y la insuficiente cobertura de las financiadoras se está verificando en todas las áreas de ejercicio profesional» de la medicina, alertó.

En virtud de las dificultades que atraviesa en la actualidad la salud pública -a lo largo y ancho del país- en el trascurso de la semana se hicieron públicos dos comunicados emitidos por entidades que agrupan a una gran parte de la comunidad galena. Uno de ellos fue elaborado y difundido por el Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba (CMPC). En virtud de aclararle a la ciudadanía cuál es el estado actual de la salud pública en Córdoba -y en qué grado esto afecta a la población provincial-, LNM dialogó con el presidente -y vocero- del CMPC, el Dr. Héctor Oviedo.

En vista de los comunicados emitidos por las asociaciones médicas a nivel nacional y provincial, ¿a qué motivación se debe el comunicado emitido por la entidad cordobesa que usted preside?

-El comunicado surge de la consideración de los profesionales nucleados en el CMPC sobre la  importancia de  anticiparse a las situaciones que pueden sobrevenir como consecuencia del deterioro continuo de las condiciones de trabajo y la crisis del sistema de salud, algo sobre lo que venimos alertando desde 2022. Los riesgos de la falta de solución a esta crisis afectarán a los pacientes, por lo que resulta fundamental dar a conocer esta situación y sensibilizar a la población para que también haga suyo el reclamo.

Qué tan grave es la situación a nivel provincial? ¿Puede decirse que los ciudadanos cordobeses con una emergencia cardíaca -que requiera stents- se encuentran hoy imposibilitados de acceder a este tipo de intervenciones?

-En rigor de verdad, el problema no se está verificando actualmente, pero sí puede producirse si continuamos con esta indiferencia ante las condiciones de trabajo de los médicos, por lo que es relevante sensibilizar a la sociedad, a los medios y a las autoridades sobre la importancia de sostener el sistema. Como ejemplo, podemos decir que, en el caso de los stents, las financiadoras -prepagas, obras sociales, el Estado- solo están cubriendo el valor del equipo para el tratamiento, no los honorarios profesionales. El caso de los stents es solo un ejemplo representativo del tipo de intervencionistas que realizan los cardiólogos intervencionistas– de las situaciones que se pueden presentar en el corto y mediano plazo-.

¿Cuáles son las otras especialidades  que presentan dificultades extremas para los tratamientos correspondientes a su gravedad?

-Como Consejo de Médicos representamos a todos los especialistas matriculados y podemos decir que el deterioro de las condiciones de trabajo y la insuficiente cobertura de las financiadoras se está verificando en todas las áreas de ejercicio profesional.

-¿El ciudadano cordobés hoy corre peligro de sufrir un desenlace fatal por causa de falta de insumos y/o de personal?

-No todavía, y es por eso que procuramos anticiparnos para evitar que situaciones de esa gravedad puedan llegar a producirse en nuestro territorio.

¿Cuál la situación respecto de las remuneraciones percibidas actualmente por el personal especializado -imprescindible para las intervenciones y tratamientos- de las diferentes especialidades?

-Todos los médicos estamos sufriendo el agravamiento de las demoras históricas de los pagos de las financiadoras -de tres a seis meses y más en algunos casos- y ha caído el valor dado a la práctica médica.

 Razones de la crisis en la salud pública

El ámbito de la cardiología argentina, dentro de la población en general,  goza de un gran prestigio el cual le ha trasmitido –desde siempre y hasta hoy- una sensación de tranquilidad en cuanto al sentirse que su salud está en manos adecuadas. Hasta el punto que hay métodos desarrollados en el país que destacan a nivel mundial, ¿Cómo es posible entonces que se haya llegado a este punto crítico? ¿A qué se lo atribuyen desde el Consejo?

-Para llegar al crítico estado actual se verifican dos situaciones: buena parte de los equipos e insumos médicos se importan, por lo que son onerosos para los ingresos de los establecimientos y, por otro lado, los especialistas de profesiones con peores remuneraciones están cambiando de campo de ejercicio profesional o están emigrando a países donde son más reconocidas.

¿Cómo analiza los posibles cambios que -según se rumoran- se prevén para el sistema de salud en relación al PMO (Programa Médico Obligatorio)?

-La situación de modificación del PMO creo que es sumamente compleja, que se inscribe dentro de lo que debiera ser un reordenamiento general de todo el sistema de salud. Hay que aclarar que el PMO nace como un sistema de prestaciones mínimas -y obligatorias- para cubrir por todo el sistema de la seguridad social al que se le fueron agregando diferentes prestaciones de altísimo costos que como efecto secundario han venido a afectar a las prestaciones básicas por no contar con la financiación adecuada en el sistema. Esto produce un desequilibrio en las obras sociales. Entonces sucede que muchas veces el dinero se destina a las prestaciones más costosas -muchas veces Justicia mediante-. Creo que los tratamientos de alto costo debieran tener una financiación por fuera del PMO para que sean garantizados por el estado y las obras sociales. Para resolver esto es necesario una gran mesa de dialogo que involucre a todos los sectores porque el sistema tal cual está hoy es claramente insostenible.

 ¿Hay algún mensaje que quiera hacerle llegar tanto a la sociedad cordobesa en su conjunto como a las autoridades correspondientes a fin de esclarecer el posicionamiento de los profesionales de la medicina agrupados en el CMPC?

-Sí. Quisiéramos expresar que el Estado, las financiadoras y la sociedad toda deben atender a la escala de valores que está aplicando a la hora de orientar recursos. Porque es notorio que hoy mismo se le está dando más valor a actividades -o productos- menos relevantes que los asociados a la salud. En cualquier sociedad que se precie de integrar y de ser –o de pretender ser- la de un país desarrollado la salud debe ser una de las prioridades fundamentales.