Con más del 96% de las mesas escrutadas, Juntos por el Cambio se imponía en la mayor parte del país, por lo que peligraría el quórum del Frente de Todos en el Senado Nacional.

Con más del 96% de las mesas escrutadas, Juntos por el Cambio se imponía en las urnas en la mayor parte del país y con esa tendencia el Frente de Todos pasará a tener 35 representantes en la Cámara de Senadores, pero necesita 37 para no perder el quórum propio en la Cámara alta.

En tanto, el primer bloque opositor con JxC quedaría con 31, y le quedarían seis legisladores provinciales para que el peronismo pierda la mayoría de las bancas: una tercera fuerza y cinco bancas para las restantes.

En la Ciudad de Buenos Aires, Juntos por el Cambio se impone con casi el 47%, a diferencia del Frente de Todos que alcanzó un 25%. Mientras tanto, en la Provincia, Juntos obtiene un 40% de los votos, al mismo tiempo que el oficialismo tiene poco más del 38%.

En cuanto al Senado Nacional, en Córdoba, Juntos por el Cambio se lleva dos bancas, mientras que Hacemos por Córdoba, una. En Mendoza, Cambia Mendoza también se lleva dos, y el Frente de Todos, una.

En Chubut, Juntos por el Cambio suma otro par, mientras que el oficialismo una banca. El caso de La Pampa es similar, así también como en Santa Fe.

Respecto a las provincias en la que el Frente de Todos lidera con bancas para el Senado, por el momento se sabe que obtuvo la mayoría de los votos en Catamarca y Tucumán.

Por su parte, la Cámara de Diputados luego de las elecciones generales quedaría conformada con 118 representantes del Frente de todos y 117 de Juntos por el cambio.

Así, el Frente de Todos perdería dos bancas pero le alcanzaría para sostener con los justo la primera minoría, ya que Juntos por el Cambio -pese a su victoria a nivel nacional- quedaría una banca por debajo. .

En la actualidad, el Frente de Todos tiene 120 diputados y pasaría a tener 118 a partir del 10 de diciembre, mientras que Juntos por el Cambio, que al día de hoy tiene 115 legisladores y en diciembre crecerá a 117.

Un dato a tener en cuenta es que el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, no vota (aunque sí aporta al quórum de las sesiones), por lo que el escenario que se configurará a partir del próximo recambio legislativo será de extrema paridad.

De esta manera, el Frente de Todos enfrentará un escenario delicado en los dos últimos años de mandato, ya que tendrá serias dificultades para imponer agenda en la Cámara de Diputados, especialmente si los bloques minoritarios de la oposición -que fueron colaborativos en términos generales con el oficialismo en los primeros dos años- se acoplan a la estrategia de Juntos por el Cambio.

Hasta este año, el Frente de Todos no contaba con mayoría propia pero en casi todas las sesiones disponía de la ayuda de bloques minoritarios de la oposición que colaboraban con el quórum.

Así, el Frente de Todos logra echar por tierra el debate que quiso instalar Juntos por el Cambio para arrebatarle al oficialismo la presidencia de la Cámara de Diputados: la candidata electa de Juntos por el Cambio María Eugenia Vidal había avisado que si su interbloque superaba en número al Frente de Todos, tenía derecho a ir por la silla que actualmente ocupa Sergio Massa.

En el Frente de Todos continúan 68 legisladores e ingresan 50, al tiempo que en Juntos por el Cambio (que era la fuerza política que más bancas arriesgaba) siguen 55 e ingresarán 62 legisladores gracias a su victoria a nivel nacional.

El interbloque Federal, que tenía 10 legisladores, pasará a tener siete diputados a partir del recambio legislativo, mientras que el interbloque Unidad Federal para el Desarrollo (más afín al oficialismo) continuará con cuatro integrantes.

Entre las novedades de la elección se encuentra el fortalecimiento de los extremos del espectro ideológico: el Frente de Izquierda, que ponía en juego sus dos únicas bancas, alcanzará cuatro, mientras que los libertarios entrarán en escena con la misma cantidad de bancas (Javier Milei y Victoria Villaruel por la Capital Federal, y José Luis Espert y Carolina Píparo por la provincia de Buenos Aires).

El Frente de Izquierda sumará a Myriam Bregman por la Capital Federal, a Nicolás del Caño y Romina del Plá por la provincia, y a Alejandro Vilca por Jujuy.

En la provincia de Buenos Aires, el oficialismo arriesgaba 17 bancas en la Cámara baja, ya que esa era la cantidad de cargos que había obtenido con la elección que traccionó la candidatura a senadora de Cristina Kirchner en 2017, la elección con la que debe cotejarse estos comicios de medio término.

Con el 38,4% provisorio de Victoria Tolosa Paz, el Frente de Todos accederá a 15 bancas, sacrificando dos: la contracara es Juntos por el Cambio, donde ocurre el proceso inverso: puso en juego 14 bancas y cosechó 16.

Otra caso paradigmático del repliegue parlamentario del Frente de Todos es la derrota contra todo pronóstico en La Pampa, con Juntos por el Cambio dando el batacazo por casi seis puntos de diferencia.

De esta manera, la principal coalición opositora ganó una banca en detrimento del Frente de Todos, que la perdería.
Lo mismo sucedió en Río Negro donde puso en juego dos escaños y solo obtuvo una.