Las escuelas abrirán sus puertas otra vez este lunes y surgen varias incógnitas. Cómo se pasa de grado, las definiciones sobre los contenidos, las clases hasta diciembre y el apoyo escolar.

El martes, el Consejo Federal de Educación avaló por unanimidad la propuesta de fijar un piso mínimo de 70% de contenidos aprobados para promocionar de grado o año. Además, se avanzó en la propuesta para que se dicten clases en diciembre de 2021 y febrero y marzo de 2022 para aquellos alumnos y alumnas que necesiten apoyo escolar.

Córdoba se había anticipado a esa decisión cuando definió idénticos parámetros durante el primer cuatrimestre del 2021. “Ese mínimo del 70% es importante para garantizar que la continuidad pedagógica de los alumnos no se vea afectada por esta situación que estamos viviendo como humanidad”, explicó al comienzo de semana la secretaria de Educación de la Provincia, Delia Provinciali.

En rigor de verdad, la pandemia, la imposibilidad de continuar con las clases presenciales y las dificultades que presentó la virtualidad obligó a las autoridades de la cartera educativa a realizar un listado de contenidos prioritarios que fueron los que se transmitieron al sistema durante el ciclo lectivo 2020/2021. Así se garantizaron los contenidos mínimos, “esos relevantes que los estudiantes no pueden no aprender para poder continuar con su trayectoria escolar”.

Más tiempo en las aulas

En la previa a la reunión que volvió a juntar a los responsables educativos de todo el país, Horacio Rodríguez Larreta volvió a meter la discusión de la presencialidad escolar que, según se estima, será uno de los ejes con los que la oposición se parará ante el oficialismo en las elecciones legislativas de este año. Pese a las críticas y las advertencias, el jefe de Gobierno anunció vuelta a presencialidad tras receso de invierno, con las escuelas funcionando plenamente durante el segundo cuatrimestre.

Sin llegar a ese punto, el lunes las escuelas cordobesas comenzarán a experimentar una paulatina vuelta al esquema tradicional. Como primer paso se ampliará el tiempo en que alumnos y docentes conviven en las aulas. A partir de la próxima semana, Córdoba volverá a la presencialidad con alternancia virtual (mismo esquema que a comienzos del 2021) pero con una hora más en las aulas. Confiando en el avance del plan de vacunación y en el descenso de casos e internaciones que se experimentó en las últimas semanas, el Ministerio que conduce Walter Grahovac entiende que es el momento de profundizar las estrategias para que los alumnos puedan tomar contacto con aquellos contenidos que la pandemia retrasó.

Si bien los planes políticos que se cruzan invariablemente con la gestión de la pandemia puede deparar movimientos sorpresivos, no hay en Córdoba planes como los que Rodíguez Larreta anunció para la Ciudad de Buenos Aires. En la sede de la calle Rosario de Santa Fe vuelven a entregarse al devenir de las decisiones emanadas desde la autoridad sanitaria y, a partir de allí, se preparan en los dos o tres escenarios que pueden requerir una serie de estrategias que ya se aprehendieron a lo largo de más de un año.

Lo más parecido a la vieja normalidad va a tener que ver con aquellos lugares en los que las condiciones espaciales puedan condicionar el sentido de las disposiciones que refieren al aforo. Esa realidad que contempla, principalmente, grandes espacios abiertos permitirá que los chicos y chicas puedan asistir a las aulas de lunes a viernes. Ese cotidiano que parece alejado en las grandes urbes se convertirá en realidad a partir del lunes en un puñado de parajes y escuelas rurales de la provincia.

Cómo volver

Córdoba fue uno de los distritos más reactivos a la suspensión de las clases presenciales. No obstante ello, a mediados de mayo el pico de contagios y la alerta sanitaria obligaron al Gobierno provincial a avanzar en resoluciones que pusieron un freno a la actividad áulica en las grandes ciudades y los grandes conglomerados urbanos.

A partir de esa experiencia, desde el Ministerio de Educación ya preparan un eventual regreso al sistema alternativo, que puertas adentro prefieren llamar “remoto” y no “virtual”. “No en todos los casos podemos asegurarnos de que todos los estudiantes tengan acceso a las herramientas tecnológicas que requiere la virtualidad. Las escuelas han recurrido a todos los formatos posibles para garantizar la continuidad pedagógica. Hubo contenidos que se dieron a través de WhatsApp y de computadoras, pero también a través del formato papel más clásico de la escuela (cuadernillo y fotocopias)”, destacaba Provinciali el pasado lunes en una entrevista que brindaba en Radio Nacional Córdoba.

Los docentes de cara a la vuelta

Si hay algo que la Unión de Educadores de la Provincia vino advirtiendo desde la pandemia, es que desde la Provincia jamás los convocaron para acordar las formas en que la comunidad educativa fue afrontando la crisis sanitaria. La ruptura de una relación que históricamente había transitado por buenos carriles significó una serie de desencuentros que todavía son remarcados en cada reclamo que el gremio eleva a la autoridad provincial. Hoy, los cuestionamientos no tienen que ver con el retraso en el plan de vacunación para el sector (la mayor parte ya recibió al menos una dosis) sino con las condiciones que modificaron la estructura tradicional del trabajo docente y, en el proceso, un par de derechos adquiridos quedaron tambaleando.

“Hay toda una complejidad desde el punto de vista laboral que a nosotros nos gustaría discutir y tratar de arribar a algún tipo acuerdo con el Ministerio, pero lamentablemente no tenemos la oportunidad de hacerlo”, señalan desde el gremio que conduce Juan Monserrat.

De todos modos, el gremio siempre defendió el trabajo de los y las docentes en el marco de la pandemia, sobre todo por el esfuerzo que la nueva realidad exigió a maestro y maestras para poder acompañar sin interrupciones el proceso de aprendizaje. En esa dirección, las medidas consensuadas el martes son vistas como “positivas”.

De cara al desafío 2021/2022, en el gremio están conformes con la decisión de implementar un Plan Nacional de Evaluación, aprobado por el Consejo Federal el pasado 7 de julio. “El plan aborda la situación educativa en distintas dimensiones como nunca antes había sido implementado en el país: la enseñanza, el aprendizaje, los cambios en la organización y funcionamiento escolar, las trayectorias escolares de los y las estudiantes, y las condiciones materiales e institucionales en las que se desarrollaron tales procesos. Estas dimensiones del fenómeno educativo permitirán componer un estado de situación de la educación en la Argentina con la mayor complejidad e integralidad posibles”, informaron desde la cartera educativa nacional. A través de esa herramienta, la Uepc entiende que se podrá avanzar en todo lo demás.

Burbujas integradas

Las niñas y niños que sufren trastornos del espectro autista, fueron quienes más se vieron perjudicados por la interrupción de sus actividades. Consultada por La Nueva Mañana la presidenta de la Fundación Fadetea, Marisol Amaya, explica la necesidad de una rutina para todas las personas en tratamiento y que, si bien se intentó trasladar las actividades a la virtualidad que exigió la pandemia en su primera etapa, no se obtuvieron resultados satisfactorios.

Asimismo informó que desde la semana que viene, volverán a trabajar en burbujas, tanto en las escuelas como en centros de rehabilitación.

Cabe recordar que además del alumno, en la burbuja escolar participa también la maestra integradora y en algunos casos acompañantes terapéuticos. Mientras que en los centros, los terapeutas trabajan individualmente con los niños, y cuentan con la participación de los padres y madres.

Toda la actividad se realiza con el estricto cumplimiento de los protocolos dispuestos para prevenir los contagios de Covid-19 y actualmente como personal de salud, tanto terapeutas como maestras integradoras y acompañantes terapéuticos tienen la obligatoriedad de estar vacunados.