Era el martes 21 de julio de 1970, cuando Bobby Fischer irrumpió con grandes zancadas en la Sala Casacuberta del Teatro General San Martín. Todos los que participamos del torneo Internacional de Ajedrez Ciudad de Buenos Aires jamás olvidaremos ese momento. Su personalidad avasallante, su carisma, la espectacularidad de su juego y el modo en que les exigía a los organizadores las mejores condiciones, con el único objetivo de dignificar nuestro juego, lo hacían un ídolo indiscutible, inclusive para los ajedrecistas rusos.

Apenas terminó de dictarles a los organizadores cada uno de los cambios que deberían hacerle a la Sala donde jugaríamos el torneo, el gran maestro Miguel Najdorf fue quien le presentó, uno por uno, a los participantes. Bobby, sentado en la mesa donde jugaría todas sus partidas, saludaba sin levantarse con un gesto casi imperceptible a sus futuros rivales.

Finalmente me llegó el turno porque era el más joven del certamen. Con mis 22 años había llegado el momento esperado de saludar a mi ídolo. Con la alegría que se notaba en mi rostro, me acerqué a su mesa y le extendí mi mano dándole la bienvenida. Fue el único momento que se paró y me dijo: ”En el avión vi la partida que le ganaste con negras a Najdorf en 1968″.

Quedé impactado por su gesto tan inesperado como conmovedor. Mi respuesta no se hizo esperar: ” Bobby te invito a comer la mejor carne del mundo”. Los ojos de Bobby brillaron aceptando la invitación y me preguntó: ”¿Ahora?”. Le contesté que sí.

Eran casi las 8 de la noche, tomamos un taxi hasta el restaurante La Cabaña, en la calle Entre Ríos, en aquella época famoso por sus carnes. Le aconsejé unas mollejas de entrada y después el baby beef. Mientras esperábamos la cena, Bobby sacó el tablero de bolsillo y comenzó jugada por jugada mi partida con Najdorf .

Una gran sorpresa. Me di cuenta de que Bobby estudiaba a todos sus rivales. Durante la cena no paró de elogiar a nuestro país. Se confesó admirador de Sandro y decía que era mucho mejor que Elvis Presley. Su humor había cambiado notablemente, no era el mismo que hace una hora exigía a los organizadores las mejores condiciones para jugar el torneo. Mientras me mostraba mejores jugadas en mi partida con Najdorf, me preguntó: “¿De dónde vienes? ¿Quién te enseñó ajedrez? ¿Adónde quieres llegar?”.

Le dije: ”Bobby, mi madre vino del interior de Santiago del Estero, donde no tenían ni electricidad ni agua potable para trabajar en casas de familia en busca de una vida mejor. Conoció a mi padre, que era pastelero, se casaron y cuando tenía cinco años le ordenó a mi hermano mayor que me enseñara ajedrez, mientras ella me enseñaba a sumar, restar y multiplicar. Como era bueno para los números, cuando fui a los 6 años a primer grado sabía la tabla de multiplicar del 12″. Me contestó: “Tu madre es muy inteligente, una genia igual que la mía”.

Le dije que su método funcionó. Ya había conseguido ser el Campeón argentino más joven y ahora quería ser Gran Maestro. Entonces Bobby guardó su pequeño ajedrez en el bolsillo de su saco, dejó por momento su baby beef y sentenció: “Miguel, hay solo una fórmula para lograr todo lo que te propongas en la vida: 10 % inspiración, 90% de transpiración. Grábatelo”. Y lo repitió una vez más : “Grábatelo”. Esa noche me costó dormir recordando cada palabra que me dijo Bobby.

Años más tarde la pude comprobar. Fue cuando terminó el partido con Inglaterra y un periodista le pregunta a Maradona, quien había deleitado hasta a los ingleses con su segundo gol: “Diego, ¿que pensabas cuando estabas corriendo para hacer el segundo gol?”. Maradona, todavía muy agitado y festejando, le responde: ”En ese momento pensé en mi hermano Lalo, que me había dicho en una jugada similar frente a los ingleses en el estadio Wembley, donde la pelota se fue por muy poco, que si hubiera enganchado para adentro me quedaba el arco a mi disposición para hacer el gol”. Así trabajan los que quieren llegar a ser los N° 1.

En el año 1992, cuando el entonces Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Eduardo Duhalde, trajo a Gary Kasparov. Quien lideró 18 años el ranking de un deporte tan competitivo como el ajedrez, fue categórico: “No hay ningún secreto, esa es la fórmula: 10% inspiración y 90% de transpiración”.

Personalmente, lo pude comprobar a finales de los años 80, cuando formé parte del equipo de motonáutica de mi amigo Daniel Scioli, como responsable de Imagen y Comunicación. Ni el accidente que le costó el brazo lo alejó de su objetivo. Su obsesión por el trabajo lo marcó no solo en las horas duras de un entrenamiento extremo, donde jugaba sus chances en el límite de sus posibilidades, sino también en la estrategia de cada competencia. Pero Daniel, a la fórmula del éxito le agregaba su impronta, “proyectar para luego vencer“. Así logró el éxito y se coronó Campeón Mundial de Motonáutica de la máxima categoría, rompiendo el liderazgo de años de los pilotos norteamericanos.

Sin lugar a dudas, hoy la fórmula la aplica Elon Musk, que quiere cambiar el mundo y dedica 45 horas semanales para que con su empresa SpaceX conquiste la Luna y Marte. Seguro que lo logrará. Y las otras 45 horas semanales las dedica a Tesla Automotriz, hoy la empresa líder en su rubro.

También la fórmula “inspiración+sacrificio” está en la cabeza de Marcelo Bielsa, quien está revolucionando el fútbol inglés, exigiendo tres turnos de trabajo a sus jugadores.

La fórmula “inspiración+sacrificio” está en la cabeza de Marcelo Bielsa, quien le exige al plantel del Leeds tres turnos de trabajo.Al terminar la cena, Bobby me sugirió: “Miguel, sería bueno que durante estos días te ocupes de los lugares donde podemos ir a cenar, después de que terminemos cada ronda del torneo”. Así fue que comenzó nuestra amistad hace 50 años y que se consolidó a través de haber vivido momentos históricos en lo deportivo y tristes en su vida privada, porque sus principios no siempre coincidieron con la sociedad que le tocó vivir y fue profundamente decepcionado por los poderes de la época.

Bobby arrasó en el torneo. No le sorprendió la cantidad de espectadores y la difusión que tuvo el torneo. Sabía de la extraordinaria tradición ajedrecista de nuestro país y pudo confirmarla cuando realizó Simultáneas de ajedrez por 15 provincias.

Mientras estaba haciendo el circuito en Europa a mediados de 1971, después de las victorias contundentes rumbo al Campeonato Mundial, de 6-0 a Taimanov y 6-0 a Larsen, lo llamé para felicitarlo y me dice: ”Quiero jugar con Petrosian en Buenos Aires”. Voy a verlo a su despacho de Director de Deportes del Ministerio de Bienestar Social al Dr. Agricol De Bianchetti, un gran amigo a quien le comento la posibilidad de tener la Semifinal del Campeonato Mundial de Ajedrez entre Fischer y Petrosian en Buenos Aires, que tendrá una notable repercusión en todo el mundo. Tanto le encantó la idea que llamó urgente al Ministro Manrique, quien estaba en reunión de gabinete, y bajamos para que nos recibiera. Salió Manrique y le ordenó que girara inmediatamente 12.500 dólares a la cuenta de la Federación Internacional de Ajedrez, para superar a Belgrado, que había ofertado 10.000 dólares en la puja por ser Sede del histórico match.

Buenos Aires es elegida sede del match Fischer – Petrosián. Quien gana desafiará a Boris Spasky por el título máximo de ajedrez. En septiembre de 1971, llega Bobby a Buenos Aires. Lo voy a buscar a Ezeiza y ese mismo día comenzamos a trabajar en la preparación del match. Bobby llega con una gripe y le propongo postergar unos días el match. Me dice: “No. Las reglas y los compromisos están para cumplirse. Esta gripe ya se me va a ir”. Conociendo que no era muy afecto a los remedios, le dije: “Esta semana, con bifes de chorizo y mucho jugos de naranjas, te sentirás mejor”. Así lo hizo. Durante las partidas le iba a buscar los sandwiches de bife de chorizo al Restaurant Pippo. Hasta la mitad del match Bobby no había mostrado todo su potencial. Estaban 2,5 a 2,5. Pero en la sexta partida Bobby estaba 100%. Entonces jugó una partida mejor que la otra y obtuvo una victoria contundente frente a uno de los más grandes estrategas de la defensa : Tigram Petrosian.

Después del match, Bobby fue contratado por el Gobierno para realizar una series de exhibiciones en 15 provincias. Me vino a buscar a Tucumán, ya que estaba disputando el Primer Campeonato Panamericano de Ajedrez, que ganó Argentina y en el que logré en mi tablero el 100 % de los puntos. En cada provincia Bobby fue recibido por una increíble afición, que nos llevaba a los clubes y plazas donde se jugaba ajedrez. Entonces, durante un almuerzo en Córdoba, Bobby me comentó: “La increíble afición que tienen ustedes por el ajedrez es la que mueve a los dirigentes para lograr que en 1927 Buenos Aires sea la sede del Primer Campeonato Mundial entre Capablanca y Aleckhine. Nunca he visto algo así en otros países”.

Bobby Fischer, observando una partida de Miguel Quinteros en el Primer Torneo Panamericano de ajedrez.Le agrego que también la extraordinaria tradición ajedrecística hacen a Buenos Aires sede de las Olimpíadas de Ajedrez de 1939. Antes que regresara Bobby a Nueva York le pronostiqué que la bolsa de Premios para su match con Spasky superarían los USD 200.000 dólares. En ese momento me respondió: “Está loco Miguel”. La historia me dio la razón.

Al comienzo de 1972 tuve que viajar a Nueva York porque Bobby quería empezar la preparación de su match con Spasky. Fuimos al Hotel Grossinger de Nueva York, donde comenzó su preparación teórica fundamental para ganar el match. Venía de perder con Spasky en las Olimpíadas de Ajedrez de Siegen en 1970. Esa noche cenamos y el golpe que tuvo que soportar fue muy duro. Spasky le había ganado bien. Entre los deportistas de élite esas marcas pueden durar meses y a veces años. Era su cable a tierra. Donde más lo podía ayudar era en lo anímico y antes de cada partida, en el precalentamiento. Era un ritual mientras se hacía el nudo de la corbata y se preparaba para la gran batalla. Sabíamos que el match con Spasky iba a haber mucha tensión. Los rusos habían aprendido la lección durante el match con Petrosián en Buenos Aires y llevaron una comitiva de más de 10 personas.

La cosas no empezaron bien para Bobby. En la primera partida el sacrificio del alfil le sirvió para decirle a Spasky que esté atento a cualquier sacrificio que pueda producirse en las próximas partidas. Pero la perdida por ausencia de la segunda partida puso en alerta máximo a todo el equipo. La televisación del match era el problema. A punto de abandonar el match, suena el teléfono y era el propio Henry Kissinger que le decía: “Bobby le llamo en nombre de nuestro Presidente Richard Nixon, que quiere que continúe el match, es una cuestión de Estado”. La respuesta de Bobby fue contundente: “Sr. Kissinger dígale a nuestro Presidente que voy a continuar el match y traeré la corona Mundial para mi país”.

Bobby ganó la tercera partida, retomó la iniciativa y apabulló en el tablero a un Spasky muy débil psicológicamente, que no supo aguantar la tensión del match. Fischer había logrado en plena Guerra Fría quitarle a los rusos uno de los títulos más preciados, donde la estrategia e inteligencia juegan un papel fundamental. Fueron 24 años que ese preciado título estaba en manos de los soviéticos. En ese momento, fines de 1972, Fischer era considerado por los norteamericanos como el mejor deportista de todos los tiempos. El lo sabía.

Recuerdo varios hechos que me quedaron grabados. La última partida del match había quedado suspendida en posición ganadora para Bobby. Al mediodía, horas antes de continuar la partida, Spasky llamó al Director del match, Lothar Schmid, para decirle que la iba abandonar. En ese momento, antes de subir a la habitación donde me esperaba Bobby, Schmid me dice: “Por favor, dile a Bobby que es el nuevo Campeón Mundial, que Spasky me dijo que abandonaba la partida suspendida”. Le agradecí, subí a la suite de Bobby y toque 2 veces la contraseña para que me abra su puerta. Apenas abrió, con lágrimas en los ojos, lo abrazo y le digo: ”Me dijo Schmid que Spasky abandonó la partida. Te felicito Bobby, sos el nuevo Campeón del Mundo“. Me miró fijo y me preguntó: “¿Te dio la planilla firmada por Spasky?”. En una hora fuimos al salón de juego y estaba Lotar Schmid entregándole la planilla firmada por Spasky. Momento inolvidable y emocionante que viví: ver a mi amigo que lograba el objetivo propuesto desde que comenzó a jugar ajedrez. Nos abrazamos y me dijo ” querés que te muestre los análisis de porque Spasky abandonó la partida? ” Si claro ” le dije y regresamos a su suite y durante horas analizamos la partida mientras el teléfono de la habitación sonaba continuamente .

Cuando terminamos los análisis, teníamos que prepararnos para la Cena de Entrega de Premios y le pregunto: “¿A qué hora regresamos mañana a Nueva York?”. Me contestó: “Relax Miguel, la gente en mi país debe estar muy excitada. Pasemos una semana más en Reykiavik disfrutando del mejor salmón del mundo”. Así fue. Nos quedamos una semana más en Islandia.

El teléfono de la suite de Bobby sonaba constantemente y las cartas e invitaciones llegaban de a cien. La que más me sorprendió fue la oferta de una gaseosa que le ofrecía USD 500.000 para hacer una publicidad. Bobby, muy relajado, me contestó: “Miguel, no tomo gaseosas, no puedo hacer nada con ellos”. Así era él.

Todavía están nuestras imágenes en YouTube yendo al Aeropuerto de Reykiavik a tomar el avión de regreso a Nueva York porque el Alcalde Lindsay le iba a entregar en una Ceremonia Pública una medalla de oro por la obtención del título. En el avión me dice: ”Vas a conocer la Casa Blanca y a mi Presidente”. Cuando llegamos a Nueva York, la Ceremonia con el Mayor Lindsay fue muy buena. Pero todavía faltaba ir a la Casa Blanca, donde seguramente Nixon lo iba a recibir. Pasamos semanas en la casa de su abogado Paul Marshall, en Nueva Jersey . Y la llamada de la Casa Blanca nunca llegó. Nixon, en lugar de invitarlo a Bobby, le dio todos los honores a la gimnasta rumana Nadia Comaneci. Fue la primera gran decepción de Bobby con su Gobierno. Después vendrían más decepciones en su vida.

Mientras tanto, en 1973 continué el circuito para conquistar el título de Gran Maestro y fue en el torneo de Ljubliana –Portoroz donde empatando mi partida de la última ronda con el Gran Maestro húngaro Lajos Portisch cumplía con los requerimientos de la Federación Internacional de Ajedrez para que me diera el título. Hablé con Bobby, quien me dijo: ”Si jugás como vos sabés, Portisch no te puede ganar”. Fui a la partida con la moral muy alta, estaba en el segundo puesto en un tradicional torneo del calendario de la FIDE. Comenzó la partida y sorprendí a Portisch con mi preparación. Él, con piezas blancas, comenzó a cambiar caballos y alfiles y conseguí una rápida igualdad. Le ofrecí las tablas en una partida que duró 15 minutos. Había logrado mi objetivo.

Ya con Anatoly Karpov clasificado oficialmente como retador de Bobby Fischer, todo el mundo se preparaba para ver su primera defensa como Campeón Mundial. Bobby propuso nuevamente a Buenos Aires como sede del match, a jugarse en el verano de 1975. Sin embargo, Manila ofertó 5 millones de dólares como bolsa de premios. Aquí comienza otra gran decepción para Bobby, por el manejo de la FIDE y por sus principios. Bobby había presentado 3 condiciones para jugar el match con Karpov : 1) Que las tablas no se cuenten. 2) Que sería ganador del match el que gane 10 partidas. 3) En caso de empate 9 a 9 , el campeón retiene el Título. Los rusos objetaron la última Cláusula, que obviamente Beneficiaba al campeón.

El Presidente de la FIDE cometió un grave error en pleno auge del ajedrez y politizó el match. En lugar de llevar a Bobby y a Karpov para que discutan durante una semana y lleguen a un acuerdo para jugar el match, lo puso para que la Asamblea de la FIDE lo defina con sus votos. Terrible para el ajedrez. La votación la pierde Bobby 32 a 30. Lo increíble es que el voto de Argentina fue a favor de Karpov. Si ese voto hubiera sido para Fischer, el Presidente de la FIDE decidía a favor de que se jugara el match. Fischer había dado su palabra , que si no respetaban sus condiciones no se presentaría al match. Traté más de una vez de aconsejarle que jugara el match de todos modos, así su futuro estaba asegurado. Me dijo: “Miguel, he dado mi palabra y la cumpliré”. Le pregunté: “¿Para que pusiste la cláusula de que en caso d 9 a 9 el campeón retiene el título. No era necesario, ya que Karpov no te puede ganar ni 2 partidas”. ” Lo hice porque ellos me hicieron cosas peores en los torneos de Candidatos”, me contestó.

Los últimos días de Bobby Fischer en Islandia.

Fischer no se presentó a jugar el match, la FIDE le sacó el Título y se lo dio a Karpov . Así el ajedrez retrocedió muchos años y tuvo que esperar hasta 1985 para que surgiera un Campeón Mundial como Gary Kasparov, que nuevamente popularizó el ajedrez, por su carisma y su estilo agresivo.

Para Bobby las cosas comenzaron andar muy mal. En unos años, la secta religiosa en la que creía le había sacado todo su dinero y a fines de los años 70 le ayudábamos los amigos. Pasaba semanas sin hablar con nadie, su salud comenzaba a deteriorarse física y psicológicamente. De todos modos, siempre estuve cerca y lo llevé de incógnito a los torneos que disputaba y a veces algún amigo fanático de ajedrez lo invitaba a pasar unos días, tal como nos sucedió en la Ciudad de Taxco, donde mi amigo mexicano Alfredo Checa Curi era el dueño del Hotel Montetaxco, que quedaba en una montaña y tenía teleférico.

Mi amigo le dio a Bobby USD 10.000 dólares para estar una semana en su hotel, obviamente sin derecho a ninguna foto, ni reportaje, ni publicidad. Bobby me dijo antes de viajar a Taxco: “Tu amigo Alfredo sabe perfectamente mis condiciones. Cualquier inconveniente tomo los USD 10.000 y regreso a Nueva York”. Quizá fue ahí donde Bobby pasó las mejores vacaciones de su vida: fuimos por una semana y nos quedamos 3 meses.

Finalmente en 1992 se produjo el milagro. El Banco Jugoskandic, cuyo dueño Jezdimir Vasiljevic era hombre de confianza del presidente serbio, Slobodan Milosevic, ponía una bolsa de premios de USD 5.000.000, para que se celebrara la revancha entre Fischer y Spasky. Bobby firmó el contrato y nuevamente fui parte de su equipo.

El 2 de septiembre de 1992 comenzó el match a pesar de las sanciones que el Gobierno de Estados Unidos imponía a todos los ciudadanos que participaran de actividades en territorio de Yugoslavia. Bobby ya estaba peleado con su Gobierno y en plena conferencia de prensa escupió las sanciones impuestas. El match fue ganado con facilidad por Bobby, aunque técnicamente algunas partidas no tuvieron el mejor nivel. Finalmente, había conseguido ganar USD 3.350.000 del Primer premio. Spasky se llevó los USD 1.650.000 restantes. Nos quedamos en Yugoeslavia en pleno conflicto. Estuvimos festejando las Navidades con Bobby en el Hotel Intercontinental de Belgrado. Y el Banco Jugoscandic daba a los depósitos un 14 % de interés mensual, entonces la gente ponía su dinero y le pagaban a los 30 días. Así fue que el boca a boca convocó a muchos ciudadanos que inocentemente realizaron sus depósitos. Lo más grave era que Bobby todavía no había cobrado su premio y le tuve que dar la mala noticia que el dueño del banco Vasiljevic estaba preparando una gran estafa, porque era imposible que un banco dé el 14% mensual sin apoyo del Gobierno. Bobby no lo creía. Entonces los primeros días de marzo le dije: “Hablá con Vasiljevic para que te deposite el Premio, quiero cobrar mis honorarios. Si vos lo querés donar es tu problema”. Me contestó que se lo iba a pedir.

Tuve que armar una estrategia para que Bobby no sea estafado. Ya hacía casi 3 meses que estábamos en el Hotel desayunando, almorzando, merendando y cenando y estamos a punto de quedarnos sin nada. Entonces a partir del a partir del jueves 4 de marzo no le atendí el teléfono. Fabiana, quien sería la madre de mis tres hijos, le decía: “Bobby, mejor que soluciones el tema de tu premio, porque Miguel está muy enojado y no te va a contestar hasta que no se acredite tu pago”. Ese día fue hablar con Vasiljevic, quien le prometió que el viernes, a más tardar el lunes 8 de marzo, los USD 3.350.000 estarían acreditados en su cuenta. El lunes Bobby golpeaba mi habitación para mostrarme la copia de la cuenta de su banco, en la que aparecía el depósito de su premio. Después de la cena llamó a Vasiljevic para agradecerle el haber cumplido con su palabra y para ver dónde podríamos celebrar al día siguiente su cumpleaños. No pudo conseguirlo por el teléfono. Al mediodía nos enteramos por la radio que el dueño del Banco Jugoscandic, Jezdimir Vasiljevic, había huido en avión con los USD 130.000.000 de dólares que depositaron todos los ahorristas. Bobby no lo podía creer.

Ya con los problemas económicos de Bobby solucionados regresamos a Budapest. A los pocos días de llegar y antes que regresara a Buenos Aires, me dice: “No voy a jugar más el ajedrez tradicional . Se hace muy aburrido, todos los jóvenes saben las primeras 25 jugadas de la Ruy López. Estuve pensando en un juego apasionante, que debemos sortear todas las piezas mayores antes de cada partida. De este modo se acaba la teoría y tendremos 960 posiciones diferentes desde la jugada 1. Imaginate . Debemos hacer los reglamentos”. Así comenzamos a trabajar con su creación: el Fischerrandom, que sin lugar a dudas en los próximos años será muy popular. Regresé una y otra vez para ayudarlo con el reglamento de su apasionante juego. Nos favorecía a nuestro trabajo que las casas de fotocopias en Budapest están abiertas toda la noche.

Si bien el reglamento del Fischerrandom estaba listo, Bobby estaba trabajando en un reloj revolucionario para el ajedrez. Nos faltaba solamente el lugar donde se realizaría el lanzamiento Mundial del Fischerrandom. Entonces, en Buenos Aires me voy a ver a mi amigo Eduardo Duhalde, quien aceptó que La Plata sea la sede para el lanzamiento.

En 1995, el por entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, aceptó que en La Plata se presente el nuevo juego ideado por Fischer.A fines de 1995, con el presupuesto para ir a Budapest a firmar el contrato con Bobby para lanzar el Fischerrandom, llamo a mi amigo de la realeza británica Justin Portman, fanático del ajedrez quien vivía en París y muchas veces me había invitado para pasar unos días en su casa. Le comento a Justin que después de firmar el Contrato en Budapest con Bobby mi intención era pasar por París a saludarlo. Hubo un silencio prolongado y mi amigo me dice: “¿Por qué no vienes con Bobby a París y el contrato lo firman en mi casa?”. Le comenté que era muy buena idea pero que mi presupuesto era para 15 días en Budapest y París es muy caro. También debo preguntarle a Bobby si le interesa ir a París. Lo llamo y le hablo de la invitación de Justin. Para mi sorpresa me dijo: ”Muy buena idea , no conozco París. Pero acepto ir 10 días con mis condiciones: ninguna foto, ningún reportaje”.

Hablé nuevamente con Justin y le aclaré algo muy importante: que Bobby es un gran gourmet y que cada almuerzo y cada cena es una fiesta para él, por cuanto tenía que estar preparado para un gasto importante los 10 días. Justin estaba muy contento de invitarnos y se hacía cargo del alojamiento y los almuerzos y las cenas. Fue algo increíble la química que hubo desde el primer momento entre Bobby y Justin, quien nos llevaba a comer a los mejores restaurantes de París. Habían pasado 10 días y no habíamos escrito ni una palabra del contrato, solamente jugábamos en el club online de esa época que se llamaba Minitel y tenía acceso todos los abonados a la telefónica de París. Lo buenos era que mi amigo tenía escasos 1.000 puntos y con la ayuda de Bobby ascendía hasta los 2.500 puntos.

Después de 2 meses firmamos el contrato en París y Bobby vino para el Lanzamiento Mundial del Fischerrandom, que se realizó el 19 de junio en el Centro Cultural pasaje Dardo Rocha en la Ciudad de La Plata. Durante los últimos años de su vida traté de convencer a Bobby , que la popularidad del Fischerrandom aumentará notablemente si él jugara un match con un Gran Maestro, pero creo que año a año su salud se iba deteriorando física y mentalmente y empeoró aún más después del 26 de julio, cuando fue detenido en el Aeropuerto de Narita en Tokio. Esos casi nueve meses que permaneció en prisión fueron un duro golpe para su estabilidad emocional y su salud.

Bobby dejó un legado ajedrecístico inconmensurable y fue perjudicado por los dirigentes de aquella época. Consideraba a Buenos Aires como el mejor escenario para jugar ajedrez. Por sus aficionados de alto nivel y por su extraordinaria tradición ajedrecística. Así lo entienden las autoridades de la Federación Internacional de Ajedrez, el Presidente Arkady Dvorkovic y su Director Ejecutivo Victor Bologan, quienes asistieron al Congreso de Ajedrez Educativo que organizó el actual Embajador de Brasil, Daniel Scioli, con motivo de la presentación de la Ley de Enseñanza de Ajedrez en las Escuelas, política que FIDE apoya y que seguramente saldrá cuando se reinicien las sesiones parlamentarias.

FIDE pone de ejemplo en el avance de Ajedrez Educativo a nuestro país junto a España, Armenia y Hungría entre los 200 países que integran la centenaria institución. Los informes que escucharon de los coordinadores de las 20 provincias que vinieron al Congreso fueron determinantes para que FIDE le dé a nuestro país la posibilidad de organizar no solo el Campeonato Mundial de Ajedrez en 2022, año que la Federación Argentina de Ajedrez celebra sus 100 años, sino también organizar certámenes intercolegiales con otros países.

La ciudad de Buenos Aires cuenta con muchas escuelas donde enseñan ajedrez profesores con cargos y cada año se incrementa el número de escuelas. En Santa Fe hace 15 años el Profesor Juan Jaureguiberry creó un Programa tan exitoso que hoy tiene más de 300 escuelas donde se enseña ajedrez a más de 40.000 chicos. En San Luis, después del Campeonato Mundial de Ajedrez que en 2005 organizó el Gobernador Alberto Rodriguez Saá, la Gran Maestra Claudia Amura ejecuta un Programa de Enseñanza de Ajedrez que involucra a más del 90 % de las escuelas de la provincia. Hoy también la Enseñanza de Ajedrez en las escuelas es un éxito en Córdoba por el Programa que implementa el Maestro Internacional Guillermo Soppe, al igual que en Río Gallegos, que ya es Ley la Enseñanza de ajedrez en las Escuelas.

Sin embargo. hoy el boom del ajedrez está en Internet, sencillamente porque es el único deporte que se puede jugar por Internet, incluso el actual Campeón Mundial, el noruego Magnus Carlsen, se asoció a chess24.com para jugar un torneo online de ajedrez con los mejores jugadores del mundo, con una bolsa de USD 1.000.000 de dólares. Este evento fue seguido por más de 10 millones de aficionados.

El presidente de la Federación Argentina de Ajedrez , Mario Petrucci, anunció oficialmente que 85 Federaciones de ajedrez de nuestro país están organizando diariamente cientos de torneos para aficionados de todas las edades. Además, Petrucci confirmó que en los últimos meses más de 500.000 argentinos jugaron torneos oficiales por Internet.

En chess.com, el club de ajedrez online más importante de internet, se están jugando más de 400 millones de partidas por mes. Lichess.com batió su récord en mayo, con más de 75 millones de partidas. Este boom es una gran noticia que debemos aprovechar, porque el ajedrez le enseña a los niños a desarrollar el pensamiento lógico, que utilizarán para mejorar el rendimiento en todas las materias. Además, el ajedrez es el mejor programa para combatir las adicciones.