Es con relación a los niveles alcanzados en el período de prepandemia. La Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba (Cimcc) indicó que el sector está creciendo fuertemente y que las empresas montadoras instaladas en Córdoba trabajan con todo su plantel.

Crecen las expectativas en la industria automotriz tras años críticos signados por la contracción de la demanda de automóviles. Las terminales automotrices ubicadas en Córdoba aumentan los volúmenes producidos, apostando a la recuperación de la economía y de los saldos exportables.

Según pudo conocer La Nueva Mañana, los principales eslabones de la cadena de valor de la industria automotriz comienzan a mejorar su performance. Tanto la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba (CIMCC) como el sindicato que nuclea a los trabajadores de las terminales automotrices advierten una recuperación de la actividad, declaraciones que van en consonancia con los últimos informes oficiales difundidos. El monitor de la actividad productiva de la provincia, por caso, da cuenta que el sector autopartista local no solo que pudo recuperarse del parate del mes de abril, sino que cerró el año con niveles de producción superiores a los del 2019.

La filial local de Iveco busca aumentar la fabricación de camiones en un 200% durante los primeros meses del año.

Igualmente, un sector productivo relacionado como la industria del plástico también tuvo buena performance en la provincia.  Que la industria plástica haya producido un volumen mayor al del año 2019 solo se explica por la buena performance de otros sectores que demandan sus insumos, como lo es el entramado autopartista. En el mismo sentido, Indec publicó recientemente que la actividad económica del país acumuló en el último tramo del año siete meses consecutivos de crecimiento intermensual; mientras que la industria manufacturera (que incluye a todo el complejo automotriz) tuvo en noviembre los primeros números positivos en la comparación con noviembre del 2019.

Expansión y contracción del complejo automotriz, un ciclo recurrente

Con sus particularidades, la industria automotriz acompaña los vaivenes de la economía. Si analizamos la última década, en términos generales los patentamientos de vehículos aumentaron considerablemente en contextos de crecimiento de la actividad económica y expansión del consumo, a la par que cayeron en períodos de signo contrario. Así, al crecimiento sostenido del mercado de 0 Km durante el trinomio 2011, 2012 y 2013 le siguió una merma, seguido por un exiguo repunte y, finalmente, una caída estrepitosa en el 2019. Las exportaciones también evidenciaron un alza sostenida (2010-2013), en donde los automóviles y utilitarios despachados tuvieron un promedio anual de 450 mil unidades, pero luego menguaron hasta casi la mitad. Mientras que las importaciones tuvieron signo contrario, aumentando exponencialmente en los últimos años.

La automotriz Nissan también apuesta a incrementar su producción en más de un 100% en relación al primer trimestre de 2019.

De lo anterior se desprende que la producción nacional de automóviles fue disminuyendo considerablemente. En efecto, si al aumento de los automotores importados le añadimos menor producción local en el marco de un mercado deprimido, con más apertura de importaciones, el resultado es obvio: menor producción y, por tanto, menos trabajo. Las provincias con industria automotriz sintieron estos cimbronazos. Es el caso de Córdoba, que explicó el año pasado el 10,4% de los vehículos patentados, siendo el tercer distrito en importancia. Asimismo, el 30% del entramado autopartista del país se encuentra en la provincia, según informes del Ministerio de Producción. Por lo tanto, desde las autoridades provinciales tienen la lupa puesta en la performance del complejo automotriz.

“La industria automotriz crece fuertemente en Córdoba”

El último informe anual dado a conocer por la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) evidencia que el sector mostró un repunte a partir de mitad del 2020, pese a que en todo el año se fabricaron menos unidades que en el año anterior. Al parecer, ese repunte se mantiene en el primer mes de 2021. Así lo confirmaron a quien suscribe miembros de la cámara que nuclea a los productores de autopartes cordobeses que abastecen a las terminales automotrices. Ramón Ramírez, miembro de la comisión directiva de dicha cámara, afirmó que “la industria automotriz de Córdoba está creciendo fuertemente con respecto al 2019, sobre todo en relación al período prepandemia”.

La planta de Fiat intentará duplicar sus volúmenes respecto al último año de la gestión de Cambiemos de la mano de su modelo Cronos.

Después de años críticos, las proyecciones para el primer trimestre del 2021 son finalmente positivas. Las terminales ubicadas en los polos industriales de Ferreyra y Santa Isabel planifican aumentar los volúmenes producidos. Desde la Cimcc afirman que la planta de Fiat intentará duplicar sus volúmenes respecto al último año de la gestión de Cambiemos, de la mano de su modelo Cronos. La automotriz Nissan, que desde el 2017 ensambla desde la planta que Renault inauguró hace más de medio siglo, también apuesta a incrementar su producción en más de un 100% en relación al primer trimestre del 2019. Por su parte, la fabricación de sedanes de Renault también busca un “leve repunte”, aclaran desde la cámara.

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En relación al empleo del complejo automotriz, desde Smata Córdoba reconocieron a La Nueva Mañana que “hay buena expectativa”.

En el mismo sentido, la filial local de Iveco busca aumentar la fabricación de camiones en un 200% durante los primeros meses del año. Así, la compañía con sede en Turín, Italia, que en el 2019 paró su producción durante 7 meses, ahora está produciendo en un turno con todo el plantel de personal. Al ser consultados sobre la realidad del complejo automotriz, desde el sindicato que representa a los trabajadores del sector advierten que es difícil establecer comparaciones con otros años. La política económica de Cambiemos afectó críticamente a la producción, “sobre todo el último año y medio fue tremendo”, dicen, y señalan que “esa fue la primera pandemia”. El 2020 estuvo signado por la recesión global producto de la coronacrisis, lo cual distorsiona cualquier comparación. Sin embargo, en la filial cordobesa del Smata no desconocen la reactivación de la producción.

La fabricación de sedanes de Renault se estima que tendrá un “leve repunte” en la producción desde su planta en Santa Isabel.

Posiblemente el año pasado se hubiera recompuesto la demanda interna de no ser por la irrupción de la crisis sanitaria, reflexiona Leonardo Almada, vocero de Smata. No obstante se advirtió cierta “reactivación” en el mercado interno, ya que durante la pandemia, Iveco, “que tenía la playa llena de camiones”, comenzó a vender “un montón”, lo cual “generó una reactivación de la actividad de la planta”. En relación al empleo del complejo automotriz, el sindicalista reconoció a La Nueva Mañana que “hay buena expectativa. Estamos trabajando”. Si bien hay trabajadores que no lo están haciendo, por pertenecer a grupos de riesgo, plantas como Lear y Denso, entre otras, aumentaron la oferta de trabajo “para cumplir con la producción”.  Mientras los volúmenes de producción se mantengan “como viene sucediendo, las plantas necesitarán contratar más”, concluyó Almada.

Desafíos de la industria automotriz

Por lo tanto, todas las expectativas apuntan al rebrote del mercado interno para que se recomponga la demanda de 0 Km y en el aumento de las exportaciones para que el sector se fortalezca, principalmente. En consecuencia, es imposible que crezca la demanda de automóviles si el poder adquisitivo del salario es derruido por la inflación. Asimismo, hay que prestar atención al valor del dólar en el transcurso de este año, puesto que toda suba de la moneda yanqui se traslada al precio de los automóviles, imposibilitando el acceso de la clase media a un auto nuevo. Por lo tanto, en un mercado en el que cerca del 70% de las unidades comercializadas son importadas, y en donde los fabricados en el país tienen mayoría de autopartes que llegan desde el exterior, una devaluación distorsiona el precio de los vehículos. En efecto, de no haber cambios en relación a la integración de autopartes locales, la balanza comercial del complejo automotriz generará más de una preocupación este año. Al ser históricamente deficitaria en dólares, de no haber cambios estructurales, un aumento de la comercialización de automóviles termina por fagocitar eventuales saldos comerciales favorables. Lo cual significa que repercute en las divisas disponibles y debilita las reservas del BCRA. Ergo, termina por contribuir al problema estructural de la falta de dólares y a las devaluaciones constantes, que terminan por impactar desfavorablemente en el nivel de