El odiador de clase no sabe de distinciones. Tampoco le importa lo que hay en juego y, en muchos casos, con tal de ver sufrir a lo que identifica como una otredad, es capaz de autoflagelarse. El inolvidable Roland Garros de Nadia Podoroska dio prueba de ello. Es que mientras la tenista rosarina hacía historia de la grande y avanzaba hasta las semifinales del Gran Slam parisino ganándose los elogios de Gabriela Sabatini, Manu Ginóbili y el ex tenista ruso Yevgueni Kafelnikov, los ojos virtuales de los odiadores seriales se posaron sobre su figura.

¿El argumento que encontraron para su odio? No fue la propia voz de la protagonista, no. Sino un pirulo de Página/12 comparándola con la emblemática Mary Terán de Weiss y el hecho de que la tenista sigue en sus redes sociales a algunos miembros del Gobierno Nacional y a periodistas como Horacio Verbitsky, Juan Amorín o Ingrid Beck, o que lee al filósofo Darío Sztajnszrajber. La suma de apellidos (y la selecta resta de otros, como los de Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Facundo Manes) dio un resultado suficiente como para enceguecer a una parte del (siempre a tomar con pinzas) mundo de las redes sociales, al considerar que la rosarina es «kirchnerista», «progresista», «comunista», «socialista» y cuanto pensamiento de corte popular se presente.

En consecuencia, en la antesala de su duelo con la polaca Iga Swiatek por semifinales, los malos deseos hacia Podoroska hicieron su aparición. No importaba quién estuviera enfrente: Swiatek podría ser una espía de la KGB, pero el sólo antecedente de ligar a la rosarina con el peronismo ya era suficiente sacrilegio como para hinchar por la polaca.

A continuación una selección de los comentarios poco felices, con la ortografía corregida. «No vi ningún partido de Podoroska, pero voy a ver el próximo así pierde. No quiero a ningún kirchnerista feliz»; «¿Podoroska es K? ¿Perdió? Entonces está bien»; «Podoroska es K, no hay vuelta atrás. Se acabo mi fanatismo»; «La inflada Podoroska cayendo como buena zurdita kirchnerista que es seguro después lo culpa a Macri».

También se subieron al éxito de Podoroska algunas «reconocidas» cuentas antiperonistas de Twitter, con algunos comentarios que, aunque no llegan a rozarse con el ingenio, al menos son más rebuscados que el mero deseo del mal. «En un rato (Pablo) Duggan (periodista de C5N) nos cuenta que Podoroska vivía en la calle hasta que Néstor (Kirchner) le regaló su primera raqueta y que llegó a top 50 gracias al plan RaqueteAr. Y que es bisnieta recuperada», tuiteó Licenciado Macoco, aprovechando el minuto de fama para pegarle a la lucha por los derechos humanos. En tanto, una cuenta que recuerda al economista neoliberal Milton Friedman espeta sin temor al ridículo: «Los abuelos de Podoroska emigraron de su tierra por culpa del holomodor (en realidad, el tuitero quiso decir holodomor) soviético en Ucrania para que les salga una nieta socialista. Los zurdos desconocen hasta la historia de su propia familia».

En definitiva, odiadores siempre hay, hubo y habrá. Por suerte, en algunos casos, resulta muy fácil comprobar que es mejor estar en la vereda de enfrente.