«Habitamos ancestralmente este territorio conviviendo con el pulso del agua y el fuego. La terrible sequia hoy y las grandes inundaciones de otros años nos han enseñado a trasladar nuestros animales a campos de uso común y producir a campo abierto«, indicaron a través de un comunicado y señalaron que ahora esa es la única forma de mantener la producción campesina de ganado vacuno y hacerlo de manera sustentable con la biodiversidad del humedal.
«Como nuestra forma de uso de la tierra no es reconocida por las leyes: la transhumancia y uso comunitario, decidimos delimitar nuestro territorio en un Área Campesina para la Soberanía Alimentaria», expresa el texto y destaca que para ello, se realizó «con muchísimo esfuerzo» durante más de cinco años, un ordenamiento propio a través del Relevamiento Territorial Campesino Indígena en casi 150.000 hectáreas de uso campesino, de un total de un millon que conforma el gran humedal en Córdoba.
En ese marco, reclaman que la propuesta para que la zona se convierta en parque nacional, se impulsa «sin la debida participación de las y los campesinos» que allí producen y habitan. «Creemos indispensable nuestra participación informada de todos los pasos que tanto Nación como Provincia vienen realizando para el destino de este territorio», puntualiza el comunicado y expresa el reclamo para ser parte en el proceso de armado del parque.
En esa línea, solicitan, además, el reconocimiento del Relevamiento Territorial Campesino -Indigena (RTCI) como parte del Ordenamiento Territorial de la Provincia de Córdoba; la declaración de dominio público y para uso común de los márgenes del río Dulce (y sus brazos), al igual que de los callejones establecidos en el RTCI; y el reconocimiento y registro de los 14 campos de uso comunitario de la Costa del Río Dulce y Mar Chiquita.