Más allá de los esfuerzo del Estado, entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020, la cantidad de chicos y chicas pobres se incrementó en 1,3 millones: pasó de 7 a 8,3 millones

La efectos de la pandemia agudizaron la crítica situación social heredada. Para fin de año, 8,3 millones de niños, niñas y adolescentes se ubicarán por debajo de la línea de la pobreza, según proyecciones de UNICEF Argentina. De acuerdo a estos indicadores, la pobreza infantil llegaría al 62,9%.

Las estimaciones indican que entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020 la cantidad de niños, niñas y adolescentes pobres se incrementó en 1,3 millones: pasó de 7 a 8,3 millones. “Son las víctimas ocultas del coronavirus”, asegura el informe.

En diálogo con Página/12, Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social de UNICEF señaló que “si bien la pobreza aumenta en forma significativa, la indigencia se incrementa aún más”. Los datos indican que entre 2019 y 2020 la pobreza extrema en chicas y chicos pasaría de 1,8 a 2,4 millones.

Estas cifras surgen de una encuesta realizada por el organismo dependiente de la ONU, en donde analizan “el impacto de la pandemia Covid-19 y las medidas adoptadas por el gobierno”. Se basan en datos oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) y pronósticos del Producto Bruto Interno (PIB), provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Waisgrais reconoce los esfuerzos realizados por el gobierno nacional y entiende que sin la asistencia existente el panorama sería mucho peor: “El Estado viene invirtiendo más de 3 puntos del PBI en medidas de protección social. Si al IFE, que impacta en 13 millones de personas, le sumamos la Tarjeta Alimentar, que está llegando bien focalizada, tenemos que el 57% de los hogares con niños en Argentina reciben algún tipo de transferencia por parte del Estado. Si no tuviésemos esta situación no quisiera imaginar cómo sería el escenario”.

“El coronavirus afecta la vida de los chicos y las chicas de todas las clases sociales, pero en las familias más pobres el impacto es mucho mayor. En el 15% de los hogares encuestados se tuvo que recurrir a algún préstamo o fiado por parte de algún comercio para comprar alimentos. El porcentaje aumenta al 29% cuando el hogar no tiene ingresos laborales, al 25% en barrios populares y al 22% para los titulares de la Asignación Universal por Hijo”, afirmó Waisgrais.

En relación a las medidas de aislamiento, el informe concluye que “más allá de la apertura de actividades, de la flexibilización de la cuarentena en parte del país” y de los programas de asistencia “6 de cada 10 hogares encuestados ha visto disminuir sus ingresos”. Son aproximadamente 3.6 millones de hogares habitados por 15 millones de personas.

Alimentación

El efecto colateral más grave en este contexto es la reducción del gasto en alimentos, en donde un 26% de los hogares encuestados aseguró haber dejado de comprar productos por falta de ingresos. “Un mecanismo de ajuste al interior de los hogares que puede perjudicar particularmente a los niños, niñas y adolescentes, con consecuencias en su bienestar y su salud” explica el relevamiento.

Educación

El dato alentador que expone la encuesta está vinculado a la educación. En ese sentido, asegura que “el 81% de los hogares con niños, niñas y adolescentes tiene actividades y tareas escolares durante la cuarentena” y destaca que el gobierno nacional haya puesto en marcha “una respuesta multiplataforma con contenidos educativos para todos los niveles”.