En las «Eco charlas en el Congreso», indicó que “los poderes económicos se llevan puestos los bosques y montes, sin medir las consecuencias». La opinión de especialistas.

El presidente de la comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados, Leonardo Grosso (Frente de Todos), sostuvo este jueves que «lamentablemente los desmontes no están en cuarentena», y que eso constituye «un problema muy complejo donde los poderes económicos se llevan puestos los bosques y montes sin medir las consecuencias».

El legislador expresó estos conceptos en el marco de la segunda jornada de las «Eco charlas en el Congreso», que organiza la comisión que preside y que contó con la opinión de representantes de diferentes organizaciones para que expongan la problemática de la deforestación en la Argentina.

«De las 2, 2 millones de hectáreas que se desmontaron de 2010 a 2017, la mitad quedaron abandonadas, improductivas, y que eso hace reflexionar sobre la farsa del uso de la tierra en pos de solucionar el hambre y generar trabajo”, remarcó el diputado oficialista.

En ese sentido, pidió «aprovechar este escenario de crisis que produjo la pandemia para buscar soluciones colectivas y de consensos, debatir la sanción penal para los desmontes y pensar en la emergencia forestal».

Por su parte, Hernán Giardini, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace, afirmó que «Argentina está dentro de los 10 países que más bosques perdió a nivel mundial en las últimas tres décadas, con 8 millones de hectáreas».

Asimismo, enfatizó que «las multas económicas por deforestar no son suficientes, y que debería ejecutarse un castigo penal; al tiempo que abogó como posibles soluciones la de «declarar la Emergencia Forestal para prohibir desmontes y la creación de nuevas áreas protegidas».

Micaela Camino, doctora en Ciencias Biológicas e integrante de Somos Monte, explicó que «de las áreas donde se sacan árboles, se forestan menos del 1 por ciento» y que sacar el bosque contribuye al cambio climático, como quitar oxígeno y liberar gases.

En ese escenario, sostuvo que «los desmontes no producen alimentos, sino commodities, productos de exportación» y que «el desmonte hace que perdamos productores y seguridad alimentaria, y que en zonas de más avances es donde tenemos más pobreza y desnutrición».

Silvana Santillán, de CLOC Vía Campesina, describió: «Las familias de campesinos organizadas estamos en lucha durante esta cuarentena, donde nos defendimos sacando topadoras para defender los bosques, Defendimos nuestra producción agro ecológica que abastece a mercados locales».

Emiliano Ezcurra, de Banco de Bosques, dijo que «es un escándalo el desmonte que se está realizando en cuarentena, porque el desmonte no es una actividad esencial», y añadió que «es importante que desde el Congreso se condene y se repare esta problemática».

Además, explicó que «los bosques tienen una relación cultural con los pueblos» y pregonó por «buscar coincidencias con los representantes del agro, y en ese sentido es importante el rol del estado, porque para desafiar las fronteras agropecuarias, hay que pensar como producir de otra forma, darle de comer a la gente y producir empleo con el monte en pie».

Fuente: Télam