Terratenientes sojeros habrían fumigado en cercanías a la vivienda de Oscar Mugas, médico de la localidad cordobesa de Avellaneda. Tras hacer la denuncia, fue increpado.
Un médico de la localidad cordobesa de Avellaneda, ubicada en el departamento Ischilín, denunció que fue amenazado por los mismos terratenientes que fumigaron su casa días atrás.
Según publicó la Red Universitaria de Ambiente y Salud, Oscar Mugas, el médico de ese poblado, sufrió la fumigación por parte de empresarios de apellido Mateos generando síntomas de irritación aguda y malestar físico y neurológico para él y su familia. La casa del médico queda a escasos 10 metros del límite del lote que fue fumigado.
El doctor generó una denuncia en el área de Inspección y Controles del Ministerio de Agricultura del Gobierno de Córdoba. Los inspectores encontraron varias irregularidades y aplicaron sanciones a los hermanos Mateos.
«Pero al otro día estos jóvenes empresarios se apersonaron en el domicilio del médico afectado por las fumigaciones, quien salió a recibirlos creyendo que venían a pedirle disculpas y ver si necesitaban algo pero no fue así, venían a insultarlo y amenazarlo con quemarle la casa, incluso le exigieron que se fuera a vivir a la ciudad porque lo iban a continuar fumigando«, publicó el doctor Medardo Avila Vazquez, miembro de esa red.
En septiembre comienza la temporada más intensa de fumigaciones en Argentina, se realiza el llamado “barbecho químico”, un proceso donde los productores sojeros buscan eliminar todas la vegetación de los lotes, y luego de las aplicaciones de glifosato, dicamba, 2.4D, entre otros químicos, quede un lote “limpio”.
«La dinámica de fumigaciones en esta época es muy acelerada y no cuentan con tiempo que perder en una carrera para ir aplicando herbicidas en todos los lotes en que se programo el cultivo y que deben volver a ser fumigados al cabo de 10 0 15 días. En esas condiciones no se detienen a considerar condiciones climáticas adversas que pueden desencadenar derivas incontrolables, como viento, temperatura y humedad inadecuadas. En esos momentos pasan por arriba de las escuelas rurales en horario de clases y de todas las viviendas que queden esparcidas entre los campos en los parajes rurales«, agregó.