El equipo de Hernández le ganó a Francia en un juego en el que la defensa fue vital. El trabajo grupal terminó siendo fundamental para cerrar la historia 80 a 66.

Argentina le ganó a Francia por 80 a 66 en semifinales y se metió en el partido definitorio del domingo ante España. El equipo nacional dominó las acciones de un juego en el que la defensa fue el arma principal de los dirigidos por Hernández.

El entrenador decidió comenzar el partido con su quinteto clásico: Campazzo, Brussino, Garino, Delía y Scola, y Argentina arrancó con todo: un parcial de 10-0 tras el 2-0 de Francia, con 7 puntos de Scola para ponerse al frente 10-2. El ingreso de Louis Labeyrie (dos triples consecutivos) fue clave para descomprimir el ataque de los franceses ante la presión del equipo de Oveja. Campazzo, otra vez aportó en la ofensiva -5 puntos, un tiro de tres puntos- y el ingreso de Deck -dos penetraciones- fueron importantes para que el equipo argentino se vaya al frente después del primer cuarto.

Francia mejoró en ofensiva en el arranque del segundo tiempo. Con la anotación de Fournier y el ingreso debajo de los tableros de Lessort, tomó ventaja 24-23 a falta de 7:36 -primera ventaja después del 2-0 del comienzo-. Pero el ingreso del número 7 de la Selección le cambió la cara al equipo, que empezó a correr y le inyectó agresividad en defensa.

En gran parte del segundo cuarto, al seleccionado se le complicó en ataque. El conjunto galo mejoró, pero Argentina cerró con un triplazo de Campazzo para irse al frente 39-32.

Para el inicio de la segunda mitad del juego, «Oveja» Hernández eligió a Lucas Vildoza por Brussino. Y el 3 de Argentina le pagó rápido: 6 puntos, los primeros del equipo en el cuarto. Además, ayudó en defensa -generó un robo y disputó una pelota que terminó en balón para el equipo nacional.

A falta de 5.50, la selección argentina sacó la máxima del partido: tomó 15 puntos de ventaja (55-40) gracias a un plan defensivo impecable, que clausuró todas las opciones en ataque de Francia y dejó en manos de Fournier, en exclusividad, la ofensiva de los europeos. Dos triples, uno de Deck y otro de Campazzo, mantuvieron la ventaja para los argentinos en el partido.

Se terminó el tercer cuarto con diferente de 12 puntos: 60-48 con una intensidad defensiva que define el ritmo del juego.

Ya en el último cuarto, Argentina se encargó de mantener la ventaja, aunque Francia tuvo oportunidades para acercarse y pelearle la situación a una selección de Hernández que siguió defendiendo de manera muy fuerte. Eso le permitió mantenerse arriba en el marcador y no permitirle dar el zarpazo a un rival que nunca pudo encontrarle la vuelta y así el equipo albiceleste se metió en la final del torneo, en la que enfrentará a España.