El Gobierno admite que el peronismo superaría el 40% a nivel nacional el próximo domingo. Ese número, proyectado a octubre, acerca a Alberto F. a un triunfo en primera vuelta. La esperanza de Macri, una vez más, es el corte de boleta a favor de Vidal.
El comicio bonaerense se complica por dos factores específicos. Massa arrastra votos a favor de Kicillof en la primera sección electoral donde tradicionalmente el macrismo tuvo su bastión electoral gracias al control de territorios como Vicente López (Jorge Macri) y San Isidro (Gustavo Posse). Pero el massismo, que en la elección 2015 presentó su propio ticket presidencial, ahora suma para el kirchnerismo y le aporta votos de municipios como Tigre (Julio Zamora) y San Fernando (Luis Andreotti) que le dificultan a Juntos por el Cambio compensar con mayor holgura la supremacía peronista en la tercera sección electoral (La Matanza/Lomas de Zamora). Esa mejora del peronismo en la primera sección gracias al aporte de Massa se llevaría puesto incluso a algunos de los intendentes PRO como Nicolás Ducoté quien, por ahora, le pelea desde abajo al candidato del Frente de Todos, Federico Achaval.
Pero en la Casa Rosada no están perdidas las esperanzas. Siguen con detenimiento el nivel de participación que habrá en la PASO con la expectativa de que en octubre Macri sume nuevos electores. Para revertir el escenario de un triunfo de Alberto Fernández en primera vuelta con 45% de los votos (el 41/42% de techo de la PASO que se convierte en 45% en octubre al no computar votos en blanco ni impugnados), el Presidente debería sumar al menos cinco o seis puntos después de la primaria. Ese extra de votos sólo puede provenir de sufragios que pierdan Roberto Lavagna, José Luis Espert o Juan José Gómez Centurión entre la primaria y la general del 27 de octubre.
Además de la mejora del peronismo en la primera sección electoral de la provincia de Buenos Aires gracias a Massa, en Córdoba también se experimenta una suba de en la intención de voto de los Fernández. Los números que maneja la Rosada de cara a la PASO del domingo marcan 50% para Macri y 31% para Fernández quien esta semana realizará su cuarta visita a esa provincia. El candidato emprenderá hoy un viaje en auto hacia Rosario con escalas en Zárate, Campana y San Nicolás, primera sección electoral de Buenos Aires. Mañana junto a los gobernadores y a Cristina hará su cierre de campaña en la ciudad santafesina. Y luego continuará la gira, también por tierra, hasta Córdoba.
Ayer, un municipio PRO de la provincia de Buenos Aires recibió datos de una encuesta que marcan la volatilidad del escenario y la cantidad de variables abiertas que pueden definir el comicio. Ante la pregunta de a qué candidato presidencial votarán el próximo domingo -sin consultar por la categoría intendente ni gobernador-, los encuestados respondieron que 40% votará a Fernández y 34% a Macri. Cuando se consultó sólo por la categoría a gobernador, Kicillof sumó 43% y Vidal 42,7%. Pero lo más llamativo fue el resultado ante la consulta de qué boleta completa votarían, donde también se registró un virtual empate. Los intendentes del PJ manejan números similares que exhiben una neta superioridad de Alberto Fernández en provincia de Buenos Aires pero casi un empate en la elección a gobernador.