La precandidata a vicepresidenta de la nación por el Frente de Todos Cristina Fernández de Kirchner dio cierre al Encuentro Nacional de Trabajadoras Bancarias en la Ciudad de Buenos Aires, donde subrayó: «Convoco a todas las mujeres a ayudar a cambiar esta historia que estamos viviendo porque nuestros hijos y nuestros nietos merecen otro país».

Luego de escuchar las palabras de Claudia Beatriz Ormaechea, secretaria de Derechos Humanos, Género e Igualdad de la Asociación Bancaria y precandidata a diputada nacional por el Frente de Todos por la provincia de Buenos Aires y de Sergio Omar Palazzo, Secretario General del gremio, Cristina enfatizó que «Los dos colectivos más agredidos por estas políticas son las mujeres y los jóvenes».

«No hablo de las mujeres que tienen un trabajo registrado y que por ahí, por la actividad específica que tienen, aún todavía tienen buenos ingresos y una buena obra social que las cubre. Hablo de esas millones de mujeres que han perdido el trabajo registrado que tenían porque cerró la fábrica o el comercio en el cual se desempeñaban como vendedores, hablo de las que tenían changas, cuidaban chicos o limpiaba casas y cuando los sectores medios empiezan a caer, de lo que primero se desprenden es de las que venían a hacer una changa», profundizó.

En este sentido, ante un auditorio colmado por más de 800 delegadas hizo referencia a la reciente búsqueda laboral realizada por el Servicio Penitenciario de Olmos. «Veíamos una cola de un kilómetro y medio de mujeres y de pibes que iban por un cargo de guardiacárcel, con todo el respeto que me merece, no parece ser algo muy vocacional. Es trágico que miles de pibas y pibes estén desesperados por la falta de trabajo. Pero lo más trágico es que otra mujer que tiene la responsabilidad de gobernar y conducir nada más ni nada menos que la provincia que significa un tercio del Producto Bruto nacional y que además representa el 31% de los trabajadores registrados. Quien tiene la responsabilidad de conducir ese gigante, que debería ser una polea económica que ayudara a la recuperación de la economía, cuando ve una cola de un kilómetro y medio y escucha los testimonios, negaba eso y decía que en realidad iban a estudiar de guardiacárceles. No me preocupa tanto la falta de capacidad para entender. Me preocupa la falta de sensibilidad», remarcó.

«Me decían que querían que venga a hablar de política con las delegadas y es hora que en la política se vuelva a hablar de sentimientos, de sensibilidad. Se puede ser muy capaz pero, ¿si no te importa un corno lo que le pasa al otro o a la otra, de qué sirve esa capacidad?», cuestionó, al tiempo que enfatizó: «Es necesario en serio volver a tener gente con capacidad y sensibilidad en la Casa Rosada y en cada uno de los lugares en que los dirigentes políticos tenemos que tomar decisiones».

Asimismo, Cristina se pronunció de cara al futuro. «Yo quiero volver a tener una Argentina donde la gente vuelva a ser feliz, a disfrutar un fin de semana, a poder comprarle algo al hijo a fin de mes. No digo todos los días, pero un juguete a fin de mes. Poder salir una vez, una, no todos los días, todas las noches, todos los fines de semana: un fin de semana que la familia pueda volver a salir a comer afuera», destacó.

 «Yo quiero volver a tener una Argentina donde la gente vuelva a ser feliz»

«De esto se trata, de volver a tener una vida normal. Esto es lo que queremos y yo interpreto que quieren los argentinos. No estar muriéndose de frío en la casa porque el gas no sé cuánto va a venir en la factura», amplió.

Para finalizar, la precandidata a vicepresidenta acentuó sobre su rol en este momento coyuntural: «Debo ayudar absolutamente para volver a unir a los argentinos y que finalmente podamos retornar en la patria a un tiempo de crecimiento. Y también de felicidad».

Se encontraban presentes referentes de Derechos Humanos tales como Estela de Carlotto, presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo; entre otras destacados dirigentes de la política y el sindicalismo de nuestro país.