Con goles de Rapinoe de penal y Lavelle, ratificó su favoritismo y se impuso ante Holanda 2-0 para alcanzar su cuarta Copa del Mundo.

Estados Unidos agrandó su leyenda en el fútbol femenino con su cuarto título en ocho ediciones del Mundial.

Las norteamericanas, con goles en el segundo tiempo de Megan Rapinoe de penal y de Rose Lavelle, ganaron a Holanda por 2-0 en la final de este domingo.

Lyon se vistió de gala con las dos aficiones más coloristas del Mundial, pero la igualdad en las tribunas no se trasladó al césped, con un equipo estadounidense netamente superior.

«Esto es increíble. Hay que pensar en todos los que han trabajado por esto, en todas las jugadoras… Tenemos a todas nuestras familias aquí. Esto es realmente extraordinario y surrealista», declaró Rapinoe al final del partido. La capitana norteamericana fue elegida la mejor jugadora del mundial.

«Esto es una recompensa. Es el día más importante. Estamos locas de alegría, pero también muy cansadas. No nos rendimos (nunca), estamos unidas y nos entregamos al máximo para ganar», añadió.

El primer tanto del partido llegó de penal, al transformar Rapinoe (61) una falta dentro del área de Stefanie Van der Gragt a Alex Morgan.

La central holandesa elevó mucho su pie izquierdo, tocando el hombro de la delantera estadounidense, por lo que la árbitra francesa Stephanie Frappart, con ayuda del VAR, señaló el castigo. Rapinoe, que ya había marcado dos tantos de penal en octavos contra España (2-1), sumó su sexto gol, con lo que empató en el primer puesto de la tabla de goleadoras con su compatriota Morgan, ambas también con tres asistencias, aunque fue Rapinoe la que se llevó la Bota de Oro al haber disputado menos minutos que su compañera (394 frente a 445).

La delantera de 34 años del pelo teñido de rosa fue declarada mejor jugadora del partido, algo que se hizo una costumbre en el Mundial después de haberse llevado este trofeo individual en octavos contra España y en cuartos frente a Francia (2-1), donde también marcó.

Rapinoe acaparó los premios
En semifinales contra Inglaterra, Rapinoe no pudo jugar debido a unas molestias musculares. La final de este domingo fue la guinda en el pastel para Rapinoe, que acaparó los principales reconocimientos individuales (Balón de Oro y Bota de Oro).

El gol de Rapinoe (minuto 61) contra Holanda, aunque llegara de penal, hacía justicia a los méritos de las estadounidenses, que dominaban el encuentro y solo la buena actuación de la portera holandesa Sari Van Veenendaal hizo que se retrasara la victoria.

Tras ese tanto, a las agazapadas holandesas solo les quedaba atacar, ya que hasta ese momento solo habían apostado por los contragolpes. Y al verse obligadas a abrirse, encajaron el segundo tanto, en el minuto 69, cuando Rose Lavelle, en una jugada personal, condujo el balón por el centro, y poco después de meterse en el área, anotó su tercer gol del torneo, con un disparo cruzado.

Tras ese segundo tanto, se sucedieron las ocasiones de Estados Unidos, aunque el poco acierto de las norteamericanas y el gran partido de la portera holandesa impidieron un marcador más