Por Jorge Posdeleyfojacero@elterritorio.com.ar

Hace dos décadas la familia Césere está marcada por el dolor que le significó la muerte de Jorge, uno de los pilotos que formaba parte de la tripulación del vuelo 2553 de Austral que se estrelló en Fray Bentos sin dejar sobrevivientes.
Pero sumado a la pérdida de un ser querido, la familia también padeció el paso del tiempo sin respuestas y ahora, cuando finalmente llegó el momento del juicio para esclarecer el siniestro, vuelven a sentir un desconsuelo al ser testigos de una estrategia defensiva que ubica a los pilotos como únicos responsables del hecho.
Tal como publicó El Territorio en la víspera, en la cuarta audiencia del debate oral por la tragedia de Austral que se desarrolla en Capital Federal, nueve de diez peritos convocados a analizar la investigación del caso sostienen en forma indirecta que la causa del siniestro se trató de un error humano al negar la existencia de un engelamiento -o congelamiento- de los tubos pitots de la nave, mecanismo encargado de indicar la velocidad en vuelo.
En este contexto, este matutino dialogó ayer con Soledad, hija de Jorge Césere, quien era comandante de la tripulación del vuelo 2553, y puso en palabras el sentimiento de su familia tras la audiencia del martes.
“Fueron convocados los técnicos en calidad de peritos que más bien serían analizadores de las pericias porque es imposible volver a realizar pericias de algo que no existe. No tenemos cráter, no tenemos restos del avión, no hay nada sobre lo cual se pueda realizar una nueva pericia sobre las causas del siniestro, entonces esto es un análisis de las pericias realizadas en la investigación de 1999 de la junta uruguaya”, señaló.
Y continuó: “En esa investigación se adjunta un informe que realiza la junta argentina dependiente de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) que, como sabemos, tiene imputados también, por lo cual sería un informe de parte. En base a eso el fiscal pidió que los peritos pudieran explicar y dirimir las diferencias que hay entre la investigación oficial de la junta uruguaya y avalada internacionalmente con este informe de la FAA, pero lejos estuvimos de escuchar eso”.
“Ellos decían ser objetivos pero lo único que hacían era sostener lo que sostienen los imputados, llegando rápidamente a conclusiones sin poder explicar cuáles fueron los procedimientos que utilizaron para analizar estas pericias. Sólo repetían sistemáticamente no hubo engelamiento en los tubos pitots que es la causa del siniestro que establece la junta uruguaya. Lo único que hicieron fue repetir como loro que no hubo engelamiento, muy tendencioso, muy lejos de ser objetivos”.
Soledad además calificó como absurdo algunos de los testimonios oídos, entre ellos el de una perito quien argumentó que no se puede confiar en los datos vertidos en la investigación, por lo cual la familia Césere ahora se pregunta “qué tenemos nosotros para confiar en lo que ellos presentan. Con qué criterio diríamos estos datos sí y estos datos no”.
Y para la hija de Jorge Césere también es absurdo atribuirle la culpa a los pilotos, después de todas las irregularidades que existían detrás de ese vuelo.
“Es absurdo echarle la culpa a los pilotos porque no tiene rango de responsabilidad, el piloto no es dueño del avión, no es el que controla el avión, no es el encargado de mantener el avión, tampoco eran los responsables en formarse o capacitarse porque ellos eran empleados y eso es responsabilidad de la empresa, que sabemos que ahorra dinero para continuar con su negociado”, dijo.
El dolor en la familia Césere además se hace aún más profundo cuando repasan todo lo que Jorge ya sufría mientras trabajaba. “Es muy doloroso para nosotros como familiares escuchar que se le quiera echar la culpa a los pilotos. Los pilotos no sólo fueron víctimas, sino que fueron las primeras víctimas de toda la situación porque ya eran trabajadores en situación de vulnerabilidad y trabajando en condiciones de riesgo por completo. Que tu instrumento de trabajo sea un avión y que quien deba cuidar por tu seguridad truche los papeles y te ponga a volar un avión mal habilitado, que era una chatarra que como en los cielos de Europa ya no podían volar los traen a los cielos argentinos”, añadió.
Para Soledad este cúmulo de situaciones conforman lo que en la causa se denominan causas endémicas, las cuales para ella “tienen que ver con una corrupción que finalmente termina con una tragedia. Ese avión no tenía que ni haber despegado”.
Por último, Soledad contó como atraviesa su familia el desarrollo del juicio el cual desde el inicio estuvo marcado por demoras, interrupciones e incomodidad para allegados a las víctimas que acuden a presenciar las audiencias.
“Cada audiencia para nosotros es agotadora, muy desgastante. Todo esto nos vuelve a conectar profundamente con nuestro dolor. La parte positiva es la calidez humana que hay entre nosotros. Se han generado lazos afectivos, entonces sabemos  que en las audiencias vamos a tener además de un mate también un abrazo”.

Tragedia y debate más de dos décadas después

El debate por la caída del vuelo de Austral, ocurrida el 10 de octubre de 1997 y calificada como la mayor tragedia aérea en la historia argentina, comenzó el 26 de marzo en los Tribunales de Comodoro Py.
En el banquillo de los acusados hay un total de 35 personas procesadas en la causa madre del siniestro y otras dos anexadas en el transcurso de la instrucción. Entre los imputados hay ex directores de la empresa -que en aquel momento dependía de la española Iberia- y ex miembros de la FAA.
Todos los implicados están acusados, en distintos grados de responsabilidad, de no haber cumplido con sus funciones para evitar la tragedia y la imputación que recae sobre ellos es el delito de estrago doloso, que prevé penas de hasta 20 años de prisión.
El caso fue investigado por tres magistrados, hasta que el expediente quedó en manos del juez federal Sebastián Ramos, quien en 2013 dispuso la elevación a juicio y en su dictamen sostuvo que “el incumplimiento de los roles asignados a cada uno de los responsables permitió configurar una situación tal que generó la tragedia a la que todos los involucrados hicieron su aporte”.
El avión despegó en Posadas y debía llegar al aeropuerto Jorge Newbery de Buenos Aires, pero se terminó estrellando en la localidad uruguaya de Fray Bentos tras desviarse de su recorrido por una tormenta.
La causa del siniestro fue desde ese tiempo el congelamiento de los tubos pitots que indicaban la velocidad en vuelo, pero ahora, al comenzar el debate la defensa de los imputados pusieron en tapete la posibilidad de un error humano como motivo del siniestro, lo cual generó revuelo y polémica en los familiares de las víctimas.
Justamente, en la previa del juicio esa había sido una de las solicitudes de los imputados, presentar peritos que analizaron las pericias iniciales.
“Es un dictamen sobre papeles y poner en la lupa el informe final del Uruguay, que no existe nada más subjetivo e imparcial que ese informe porque esa junta no busca determinar responsabilidades penales, sino busca las causas de un siniestro. Esto es poner en jaque ese informe que está hace más de 20 años aprobado por la Organización de Aviación Civil Internacional (Oaci), ya es escandaloso”, había expresado ante El Territorio antes del inicio del juicio Silvina Rumachella, una de las abogadas querellantes en la causa y además familiar de una víctima.
La próxima audiencia será el martes y declararán más peritos.