El dato se desprende de un estudio realizado sobre 1400 chicos que asisten a más de 35 organizaciones beneficiarias del Banco de Alimentos de Córdoba.
Casi la mitad de los niños, niñas y adolescentes que son beneficiarios del Banco de Alimentos Córdoba presenta algún estado de malnutrición: el 20 por ciento tiene obesidad, el 20 por ciento sobrepeso y un 7 por ciento tiene un peso menor al esperado.
Los datos se desprenden de un estudio realizado por el área de Nutrición del Banco de Alimentos Córdoba sobre 1426 chicos menores de 18 años. De ese total, el 51 por ciento tienen entre 6 y 11 años, un 21 por ciento son niños y niñas de 3 a 5 años, 16 por ciento de 12 a 18 años y 12 por ciento entre 0 y 2 años.
Asisten a más de 35 organizaciones (comedores, merenderos o copas de leche) beneficiarias de la fundación. Las mediciones antropométricas se realizan desde marzo de este año.
El informe indicó que el 47 por ciento de los niños, niñas y adolescentes beneficiarios presenta algún estado de malnutrición. Además, indicó que las principales causas de la malnutrición responden el 20 por ciento tiene obesidad, el 20 por ciento sobrepeso y un 7 por ciento tiene un peso menor al esperado.
Para entender mejor los resultados cabe destacar que, según los parámetros de la Organización Mundial de la Salud, es de esperar que en una población se encuentre un 75 por ciento de niños, niñas y adolescentes eutróficos (con un peso saludable), un 10 por ciento de malnutrición por déficit y un 15 por ciento de malnutrición por exceso.
La malnutrición, principalmente por sobrepeso, es un flagelo que crece año a año y atraviesa a niños de todas las clases sociales. Pero, por el contexto socioeconómico en el que crecen, los menores en situación de vulnerabilidad son los que más lo sufren a raíz del consumo de alimentos con baja calidad nutricional.
Las consecuencias de la malnutrición infantil
Los niños, niñas y adolescentes con sobrepeso y obesidad tienen mayor riesgo de contraer enfermedades crónicas (enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer, diabetes y asma, entre otras) en la edad adulta.
Pero la malnutrición por exceso también impacta negativamente en el desarrollo cognitivo, acrecentando cada vez más la desigualdad de oportunidades.
«La niñez es una etapa vulnerable y clave para tener luego un adulto sano y bien desarrollado física y mentalmente. En el caso de los que menos tienen, es un habilitante para que después puedan conseguir un trabajo digno y salir de la pobreza», aseguró Constanza Rodríguez, titular de la cátedra Alimentación del Niño de la carrera de Nutrición en la Universidad Católica de Córdoba.
Desigualdad económica, desigualdad alimentaria
Según un análisis de UNICEF Argentina, los adolescentes de bajo nivel socioeconómico (medido a través del nivel educativo de los padres) tienen un 31 por ciento más de probabilidad de tener sobrepeso respecto de los adolescentes del nivel socioeconómico más alto.