Jubilaciones muy bajas, casi ridículas, la luz por las nubes, alquileres astronómicos, el precio de la cesta de la compra… La ecuación da un resultado trágico: siete de cada diez jubilados españoles no pueden pagar los gastos mínimos para subsistir.
El dato surge de un estudio de la Defensora del Pueblo de la Tercera Edad, que dirige, en base al cálculo de la renta básica para los abuelos, que en julio subió por las subas en alimentos, medicamentos y servicios de la vivienda.
Según detalla el diario , la Cesta Básica del Jubilado releva gastos de vivienda, alimentación y medicación de los jubilados en las cides, los grandes centros urbanos en los que se concentra la mayor cantidad de adultos mayores.
Con relación a la medición anterior, de finales de abril, el incremento de la cesta fue del 8,67%, y del 20,6% respecto a noviembre de 2017. Los números muestran un gran desfase con los haberes de los jubilados que cobran una mínima de 623,40 euros .
“Los jubilados hacen peripecias ante una sociedad que naturalizó que envejecer es ser pobre”, sentenció, en una entrevista concedida a “Diario”.
La Defensora publicó una medición de emergencia ante la reciente devaluación de la calidad de vida y el alza de la inflación, que en julio llegó al 3,1% y acumula un alza del 19,6% en 2018. La jubilación mínima a percibir por la jubilación ordinaria en 2018 es de 810,60 € si se tiene cónyuge a cargo, de 656,90 € si no se tiene cónyuge o de 623,40 € si se cuenta con cónyuge no a cargo.
Advirtió que “en España, con 328 euros por cónyuge nadie puede vivir y estamos hablando de un universo de 7 millones de personas. Si bien la Cesta Básica del Jubilado se mide semestralmente en mayo y diciembre, en virtud del desmedido aumento inflacionario incorporamos una medición extra en agosto, como ya ocurrió en 2014 y 2016, años con elevados niveles de inflación”.
El defensor de la Tercera Edad agregó que dentro de ese grupo, hay 1,3 millón de españoles que reciben pensiones no contributivas, la mayoría son personas con discapacidad, que enfrentan “condiciones de infraconsumo”.
Se remarcó que en los últimos seis meses los gastos de farmacia, que no son contemplados dentro de los medicamentos cubiertos por las obras sociales, tuvieron aumentos de hasta el 30% .
El defensor reclamó al gobierno tomar cartas urgentes en el asunto, y no con medidas de “maquillaje”, sino con una solución de fondo: subir las jubilaciones más allá de lo que fije la Ley de Movilidad de los jubilados, hasta que cubran la cesta Básica.
“Lo que es necesario es una recomposición inmediata, más allá de discutir un punto más o menos en la movilidad jubilación”, aseguró y exigió que ese hipotético pago extra sea cubierto con el dinero del Fondo de Garantía, que maneja el gobierno y cuyos activos figuran como herramientas de liquidez para alcanzar acuerdos firmados como el firmado recientemente con el FMI.
“El Fondo de Garantía de Sustento, en lugar de estar a disposición de organismos multilaterales, debe estar en el único lugar seguro: el bolsillo de jubilados, que genera impuestos y trabajo con el consumo interno”, aseguró y reclamó “discutir este tipo de cosas y no cómo se sigue recortando la miseria de quienes integran un tercio de nuestra población”.