En este sentido, la centralidad del debate de la Comisión estuvo puesta en el origen que nos llevó a esta crítica situación económica y si las herramientas que el Gobierno prevé en el Presupuesto son las adecuadas y cumplibles para sacarnos de la crisis.
Para el Gobierno, según los considerandos del Presupuesto que el Poder Ejecutivo envió al Congreso y que explicitó el ministro en la reunión, se llegó a esta crisis económica como producto de una serie de shocks, o “tormentas” como las denomina el Presidente, derivados de la sequía que afectó a los cultivos, la suba de las tasas de interés de los Estados Unidos más rápida de lo esperado, que provocó una alta volatilidad del dólar, y del sistema financiero que generó una fuerte fuga de capitales. A estos shocks iniciales se sumaron otros como el recrudecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la crisis de confianza en Turquía y la incertidumbre política de Brasil. Y concluyen que estas tormentas llegaron cuando todavía no habían terminado de corregir los desequilibrios económicos de la “pesada herencia”, fundamentalmente del déficit de las cuentas públicas.
“Y para hacer una reducción gradual del déficit, el Estado Nacional requería financiamiento. El tamaño del mercado financiero doméstico hizo imposible sustituir el financiamiento externo”, argumentaron y lo hicieron en dólares en los mercados internacionales. Posteriormente “la reversión del financiamiento externo nos obligó a recurrir a fuentes alternativas, como el FMI, para atenuar los shocks sobre la economía”, concluyeron en el informe.
Críticas de la oposición y ratificación oficial del rumbo económico
Es más, Dujovne ratificó en el debate el rumbo económico del gobierno e insistió con que uno de los pilares de la administración central para el año que viene es reducir a cero el gasto público primario.
Sin embargo, desde todos los sectores de la oposición que integran la Comisión, sin excepción, contrariaron el relato oficial y concluyeron que el principal problema que nos llevó a esta crisis de la economía argentina es el “modelo económico” que implementó desde su comienzo el gobierno de Mauricio Macri. Un modelo basado en la “timba financiera” y no en la producción y también cuestionaron una decena de artículos del proyecto de ley de presupuesto.
De esta forma, sostienen que no sólo el Poder Ejecutivo aumentó el déficit fiscal primario que recibió, incrementando los gastos respecto a los ingresos en la cuentas públicas y que contribuyó desfinanciando al Estado eliminando las retenciones y otros impuestos que percibía, sino que agravó el déficit financiero, que incluye los pagos de los intereses de la deuda externa, que incubó el gobierno de Macri endeudando al país en 150.000 millones de dólares en poco más de dos años.
En este aspecto, en lo que coinciden consultores de nuestro país provenientes de diferentes corrientes ideológicas, es que la deuda externa durante los años del kirchnerismo (2003-2015) había dejado de ser un problema para la economía argentina. Tanto es así que hasta el propio gobierno de Mauricio Macri, cuando asumió en diciembre de 2015 y publicó “El estado del Estado”, el diagnóstico de la administración pública recibida no incluyó a la deuda externa como parte de la “pesada herencia”.
Es que como resultado de la gestión de la deuda que hizo el kirchnerismo hubo tres cambios respecto al manejo histórico: se redujo la relación Deuda/PBI (Deuda respecto al Producto Bruto Interno, lo que produce el país en un año), se reemplazó la deuda que teníamos con los acreedores externos por deuda con el propio sector público y se aumentó la deuda en pesos reduciéndola en dólares.
El problema es la deuda en dólares
Muchos economistas argentinos advirtieron al gobierno de Macri que era un riesgo endeudarse en dólares y rescatar las Lebacs en pesos y endeudar al Tesoro en dólares, que luego se fugaban al exterior. Y como el gobierno no recauda en dólares provoca una devaluación y alta inflación, lo que requiere de una nueva devaluación. También así lo explicó en una entrevista que mantuvo con la versión televisiva de la agencia de noticias económicas Bloomberg, el magnate inversor de Wall Street, Ray Dalio, que tomamos de la reproducción que hizo el canal c5n.
Periodista: Hablemos de uno de esos dos tipos de crisis de deuda: la depresión inflacionaria. ¿Es eso lo que está pasando en Turquía, en Argentina, en los mercados emergentes en general?
Entrevistado: Sí, con certeza. Todo esto pasó muchas veces. Y no es la primera vez que ocurre en Argentina. De hecho Argentina tiene un hábito de atravesar crisis así y tampoco es la primera vez que ocurre en otros lugares. Básicamente el gran tema es si la deuda está en moneda local o extranjera. Cuando está en moneda extranjera, como pasa en estos países que tienen mucha deuda en dólares, de repente tienen un problema tratando de pagar esa deuda. Cuando el dólar sube y el dinero que recaudan es en moneda local, no tienen suficiente plata y entran en un espiral en el que tienen que imprimir más dinero, su dinero se devalúa de vuelta y eso ocurre de una manera bastante mecánica.
– Periodista: Estos países todavía no tocaron fondo, ¿no?
– Entrevistado: No, pero yo diría que ya recorrieron dos tercios de su camino hacia el fondo. Ahora depende de cómo opere la política monetaria. Porque la cuestión es si los tenedores de esas monedas ven una suba suficiente de la tasa de interés que los compense por lo que siga subiendo el dólar. El Banco Central, ayudado a veces por el Fondo Monetario Internacional o a veces solamente con sus decisiones, tiene que crear una tasa de interés que compense la inflación y la devaluación. En términos generales, lo más grande de los movimientos ya pasó es la mayor preocupación. Vamos a tener mucho pánico, más pánico y como dice el dicho, el momento para comprar es cuando hay sangre en las calles ¿no?, ahí es cuando se encuentran las oportunidades. Esas son las cuentas que hay que sacar.
– Periodista: ¿Hay suficiente sangre en las calles como para ver oportunidades?
– Entrevistado: Creo que nos estamos acercando a ese momento.
Al menos, en la reunión de Diputados, el ministro Dujovne intentó despejar dudas sobre la política monetaria, que le planteó de entrada el diputado del interbloque peronista Argentina Federal Diego Bossio. “Argentina no está negociando ningún esquema de dolarización o de convertibilidad” y sobre una posible renegociación de la deuda externa, dijo: “En la Argentina del presidente Macri no va a haber ninguna reestructuración de la deuda ni un megacanje”.
Los recortes que golpean con fuerza AA
El modelo económico del gobierno ha fracasado y en términos macroeconómicos la crisis llegó para quedarse, sentenciaron desde la oposición. Así se lo hizo saber el diputado del Frente Renovador Marco Lavagna cuando le enrostró al ministro que el que presentó “no es un presupuesto equilibrado, va a tener un desequilibrio de 3 puntos del PBI” por el pago de intereses de la deuda. “Es un presupuesto con déficit”, no como el gobierno pretende instalar que será de déficit cero, apuntó.
Los números no lo desmienten, el Presupuesto reconoce dos años consecutivos de caída de la actividad económica (del -2,4% este año y del -0,5 por ciento para 2019); además prevé una caída del consumo para el corriente año de menos 3,4% y para el próximo, 1,6%. También será negativa la inversión: -0,6 por ciento este año y de -9,7 % en el 2019; la inflación estimada cerrará el 2018 en 45% y para el año que viene el Presupuesto la fija en el 23% difícil de alcanzar. Al igual que el valor estimado para el dólar de 38 pesos para fin de año y de 40,10 para el próximo ejercicio. Asimismo, son preocupantes los números de la deuda externa, compuesta casi 70 por ciento en moneda extranjera que crece por el valor del dólar. De esta manera, los iintereses de la deuda crecerán el 49% y la deuda total representará estimativamente el 87% del PBI a fin de año, y un 110% para inicios del próximo. Para graficarlo, esto significa que los argentinos deberemos 1,1 vez lo que producimos en un año, es como si una familia tuviera como deuda el equivalente a un vez todo lo que le ingresa.
A su turno, el diputado del FPV-PJ y ex ministro de economía, Axel Kicillof, intentó bajar a tierra al ministro planteándole “¿Qué va a hacer este gobierno para que pare la sangría de empleos, para que la gente llegue a fin de mes, para que la clase media pueda vivir mejor? ¿Qué decisiones van a tomar para que no siga habiendo este abuso de precios? Dujovne atribuyó buena parte de la crisis a “los desequilibrios heredados y ratificó el rumbo económico. “Estamos convencidos de que éste es el rumbo. Vamos a un año 2019 en el que las exportaciones van a crecer por encima del 20 por ciento”, dijo con demasiado optimismo, para conseguir los dólares que le permitan pagar los servicios de la deuda externa.
Los sectores más afectados
Más allá de las proyecciones macroeconómicas para alcanzar el déficit fiscal primario cero, el Presupuesto 2019 estipula una serie de recortes que afectarán directamente los ingresos familiares.
Empleados públicos y privados: El carácter recesivo de la economía afectará a todos los sectores, por lo que se prevé menor actividad económica y mayor desempleo. A esto contribuirá el recorte del 50% destinado a la obra pública y vivienda que tiene efecto multiplicador en la economía y la eliminación de la distribución del Fondo Federal Solidario o Fondo Sojero, que impactará en las arcas provinciales y municipales destinadas a obras y servicios públicos.
Además, más trabajadores y jubilados pagarán más impuesto a las Ganancias. El proyecto indica que los ingresos se verán afectados por la eliminación de las exenciones del impuesto a las Ganancias de los importes percibidos en conceptos de “gastos de representación, viáticos, movilidad, bonificación especial, protocolo, riesgo profesional, coeficiente técnico, dedicación especial o funcional, responsabilidad jerárquica o funcional, desarraigo y cualquier otra compensación de similar naturaleza”.
Por otra parte, el congelamiento y absorción gradual por inflación del Fondo de Incentivo Docenteafectará fuertemente a partir del 2019 el salario docente.
En tanto, reducirán el plus por zona desfavorable de las asignaciones familiares a los trabajadores de la Patagonia y del Norte.
Jubilaciones y beneficios sociales: Las jubilaciones no solo se verán afectadas por la eliminación de los rubros que estaban exceptuados del pago del impuesto a las ganancias. El Presupuesto también establece que las beneficiarios de la Pensión Universal para Adultos Mayores (PUAM) que remplazo a las moratorias previsionales, que es el 80% de un haber mínimo, no podrán ejercer otra actividad “en relación de dependencia o por cuenta propia.”
Además, reducirán el 50% el plus por zona desfavorable de las futuras jubilaciones patagónicas o del norte.
Tarifas: El traslado del subsidio al transporte de la Nación a las provincias implicará como han adelantado varios gobernadores un fuerte aumento del precio del boleto. Asimismo, el traslado de la tarifa social de la energía a los estados provinciales significará su virtual desaparición en cuanto no puedan hacerse cargo de las mismas trasladándolo a la factura.