Fue vetado mediante una ordenanza aplicable dentro del ejido municipal. La Secretaría de Ambiente deberá generar medidas alternativas de control de plagas.

Esta semana la ciudad de Santa Fe aprobó una ordenanza que veta la comercialización y el uso del herbicida glifosato dentro del ejido municipal.

La normativa también estableció que la Secretaría de Ambiente y Espacios Públicos del municipio debe generar «medidas alternativas para el control de malezas y plagas, en armonía con el ambiente, la salud humana y los derechos de la naturaleza».

Asimismo, fija sanciones monetarias para aquellos que no cumplan con la ordenanza, que también pueden derivar en la inhabilitación de aquellos «establecimientos, empresas y profesionales responsables» que reincidan en la falta.

Facundo Viola, integrante de la multisectorial Paren de Fumigarnos, en diálogo con iProfesional aseguró  que «la normativa se constituye como una herramienta importante para el resguardo de la salud de los santafecinos ya que prohíbe la venta del biocida en forma minorista».

«Es común ver en la ciudad y su periurbano como los supermercados, las ferreterías y viveros, comercializan el glifosato como ‘matayuyo’, algo que está normalizado y es de uso común para reducir hierbas en jardines y alrededor de piscinas. Incluso se lo puede conseguir fraccionado de forma irregular y sin etiquetas que adviertan su peligrosidad», detalló Viola.

El producto es vinculado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con casos masivos de cáncer en localidades rurales. Se estima que sólo en Argentina se utilizan anualmente  320 millones de litros de plaguicidas con glifosato en la actividad agrícola local.