(Por Alfredo Silletta) Hay pánico en la Rosada. Un presidente desencajado tiene alterados a todos sus ministros y funcionarios. Gritos, bronca y el viejo estilo de patrón de empresas que maltrata a sus empleados. Mauricio Macri no puede creer que su gobierno se derrumbe como un castillo de naipes: 40 por ciento de inflación en 2016, 25% en 2017 y ahora se espera más del 30% para este año; un dólar que no se detiene, que se comió 10.000 millones de dólares de reservas y la vuelta al FMI con sus recetas de ajuste; un endeudamiento externo brutal y un tarifazo de gas, luz y transporte impagable.

Hoy el presidente, en contra de sus ministros, salió en cadena nacional a “putearla” a Cristina Kirchner, cuando el proyecto para frenar el tarifazo fue presentado por el Frente Renovador y apoyado por toda la oposición. Sabe que el veto presidencial hundirá más su imagen. Argumenta que no hay plata para retrotraer las tarifas cuando sería muy sencillo sacarle un tajada a sus empresarios amigos que manejan la distribución de la electricidad. Claro, cuando insinuó pedirle al campo lo insultaron por todos los lados, porque al campo no le interesa ser solidario con el país. A los empresarios de las compañías eléctricas tampoco.

Macri está desencajado y tiene razón para estarlo. El FMI exigirá recortes por todos lados e irá una vez más por los más necesitados: recortes en jubilaciones, achique de planes sociales, despidos masivos en la administración pública

Con salarios a la baja y con una tasa de interés del 40% las Pymes cerca del cierre definitivo. Los alimentos aumentaron y la gente cada día consume menos, por lo cual la recaudación caerá y mucho en los próximos meses.

El presidente ya tiene en carpeta anular las partidas por 25.000 millones para el área educativa de las Provincias que están en el fondo de incentivo docente. Si recortan ese dinero a las provincias habrá un caos con la parálisis total de la educación pública. Los gobernadores no tienen ese dinero, de allí que hoy Macri los amenazó para que frenen el proyecto del tarifazo. Eso se llama “extorsión” a los gobiernos provinciales acá y en la China.

La otra opción que tiene el presidente es su escritorio es la propuesta de Carlos Melconian. El economista sabe que hoy es muy difícil hacer el brutal ajuste que pide el FMI, por lo cual plantea hacer una megadevaluación llevando el dólar a 40 pesos. De esa manera, tanto los sueldos como las jubilaciones perderían un 50% de su valor, ya que además del brutal aumento de alimentos también lo será en las tarifas que el gobierno tiene dolarizados. Con esta medida se benefician las empresas con mano de obra barata y la posibilidad de exportar, como también al campo que tendría un dólar recontra alto. De esta manera, dice Melconian, se cortaría la sangría de 30.000 millones de dólares que perdió Macri durante el año pasado a través de las importaciones y los que viajan al exterior.

Sus ministros lo escuchan y callan. Saben que responderle implica ser expulsado del paraíso de la Rosada. “Un Valium por acá”, se escuchó en uno de los pasillos de Casa de Gobierno.