El superministro de Economía de la última dictadura cívico-militar, que le aportaba a la misma el aval internacional, tenía registradas dos offshores panameñas. Sus gestores son los mismos que contrataron José Aranda y Lucio Pagliaro, accionistas de Grupo Clarín junto con Héctor Magnetto, para armar sus propias offshores.
Por Lea Ross | @LeandroRoss
José Alfredo Martínez de Hoz (1925-2013) fue el superministro de economía durante la presidencia de facto de Jorge Rafael Videla entre 1976 y 1981. Su política económica basada en la liberalización financiera extrema, el desguace de la industria nacional y el endeudamiento externo voraz provocó un duro golpe en la estructura productiva del país, cuyas secuelas continúan hasta el día de hoy. Pero además era ante el mundo de las finanzas el aval de esa sangrienta dictadura militar, que dejo heridas en la sociedad argentina que parecen imposibles de cerrar.
José Alfredo, cuyos amigos lo llamaban “Joe”, era representante formal de los intereses del Grupo Rockefeller como director de Pan American, abogado de ESSO, y asesor internacional del Chase Manhattan Bank. Además, era amigo personal del legendario David Rockefeller, quién llegó a opinar que Joe era un “genio”, por lo que fue agasajado en 1980 por el ex ministro de economía con un cóctel en el Teatro Colón.
Luego de la dictadura, Martínez de Hoz registró en los años ochenta dos sociedades offshore en el paraíso fiscal de Panamá. Ambas fueron registradas en el mismo año, 1988, pero con distintas fechas. La primera de ellas nació el 26 de febrero. Se trata del DOVE GREY, S.A.
Mientras que la segunda firma, el INTERNATIONAL WESTMINSTER INVESTMENT INC., fue registrada el 25 de noviembre. En ambas, Martínez de Hoz figura como director y presidente. La compañía era compartida tanto el padre como por su hijo homónimo, desempeñándose el primero como presidente, y el segundo como director.
Según los documentos del 2016 del Registro Público de Panamá, las dos sociedades llevaban tres años sin pagar la tasa única, con lo cual a partir de entonces permaneció en estado de disolución.
Las subscripciones de ambas firmas estuvieron a cargo de Julio José Fabrega III y Cecilio Augusto Castillero, pertenecientes al buffet Arias, Frabega y Frabega, consultora encargada de asesorar y crear firmas offshore. Entre la nómina de sus clientes figura José Aranda y Lucio Pagliaro, parte del directorio del Grupo Clarín, junto con su CEO Héctor Magenetto.
En estas empresas, destapadas en el año 2013 por el diario Tiempo Argentino, Castillero prestaba su nombre a Aranda y Pagliaro para la conformación de algunas de las tantas sociedades que registró el multimedio. Tales son los casos de LAFONE INTERNATIONAL CORP., HAZEL INTERNATIONAL, S.A., HARLAND INVESTMENTS,S.A.; TAYBEN CONSULTANTS, S.A.; INMOBILIARIA VALDIVIA, S.A. y RULTAND INTERNATIONAL, INC.
https://opencorporates.com/companies/pa/48596
https://opencorporates.com/companies/pa/45748
https://opencorporates.com/companies/pa/45568
https://opencorporates.com/companies/pa/44060
https://opencorporates.com/companies/pa/40976
https://opencorporates.com/companies/pa/44050
Todas ellas creadas en 1979, en plena dictadura, con Martínez de Hoz a cargo la cartera económica. Tras haber sido beneficiado el grupo Clarín con el negociado de Papel Prensa, y la acusación recaída sobre su dueña Ernestina Herrera de Noble, de haber inscrito como suyos dos hijos de desaparecidos. Habiendo sido todas ellas disueltas en 1995.
En ese compartir de asesores “offshore” entre los Martínez de Hoz y el multimedio Clarín, queda patente a partir del giro converso que tuvo uno de los periodistas estrellas de la corporación mediática, Marcelo Bonelli. Siendo muy joven, el especialista en economía publicó en 1982 el libro Un Volcán en Llamas – Los contratos petroleros, acerca de las anomalías que hubo durante el proceso de “privatización periférica” en YPF, iniciada por Martínez de Hoz.
Luego de publicar este libro, Bonelli recibió una beca del banco norteamericano Citibank (banco beneficiado por la estatización de la deuda ocurrida en la dictadura) para hacer un curso en Estados Unidos en la Universidad de Columbia, cuyo principal financista es el Grupo Rockefeller. El grupo Bridas, beneficiada por esos contratos que denunció Bonelli, es el representante de los intereses petroleros de la familia Rockefeller en Argentina,
Lo cual tiene como palpable evidencia, además de su sociedad con Pan American (ex Standar off Indiana) el haberse quedado con las destilerías de ESSO, hoy denominadas AXION. Grupo que además tuvo una notable influencia durante el Proceso Militar, al haber sido el empleador del ex presidente de facto Reynaldo Bignone, condenados reiteradas veces por crímenes de lesa humanidad, recientemente fallecido.
A su regreso, Bonelli recibió el premio al Mejor Periodista Económico de la Bolsa de Comercio y se incorporó al Grupo Clarín, olvidándose enteramente de ese pecado de juventud. Y la calidad de su periodismo “independiente”, se puede apreciar actualmente con los invitados que festejan los aniversarios de sus programas.-