Ante unos 40.000 feligreses, el pontífice cuestionó a quienes «crean un relato a su conveniencia». También rechazó la “tentación de hacer callar a los jóvenes”.
El papa Francisco criticó este domingo durante la celebración del domingo de ramos, a quienes «manipulan la realidad y crean un relato a su conveniencia», al tiempo que rechazó la «tentación de hacer callar a los jóvenes».
«Hacer callar a los jóvenes es una tentación que siempre ha existido. Los mismos fariseos increpan a Jesús y le piden que los calme y silencie», advirtió al celebrar la misa del domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro.
«Hay muchas formas de silenciar y de volver invisibles a los jóvenes. Muchas formas de anestesiarlos y adormecerlos para que no hagan ruido, para que no se pregunten y cuestionen», recordó al celebrarse hoy la Jornada Mundial de la Juventud diocesana en todo el mundo.
Francisco se lamentó de que «hay muchas formas de tranquilizarlos para que no se involucren y sus sueños pierdan vuelo y se vuelvan ensoñaciones rastreras, pequeñas, tristes».
Ante unos 40.000 feligreses, el pontífice criticó a quienes «manipulan la realidad y crean un relato a su conveniencia y no tienen problema en manchar a otros para acomodarse».
Durante la celebración, Francisco estuvo acompañado por jóvenes de los cinco continentes que esta semana participaron en Roma de una reunión preparatoria con vistas al Sínodo de Obispos sobre la juventud que se hará en octubre.
«Queridos jóvenes: Está en ustedes la decisión de gritar, y está en ustedes no quedarse callados. Si los demás callan, si nosotros los mayores y los dirigentes callamos, si el mundo calla y pierde alegría, les pregunto: ¿Ustedes gritarán?», se despidió Bergoglio.
Un grupo de jóvenes le entregó al pontífice el documento con las conclusiones de su semana de trabajo, en el que entre otras cosas reclaman que la Iglesia condene «los abusos sexuales dentro de sus instituciones», que tenga «transparencia y credibilidad» y que pueda «reconocer con humildad los errores del pasado y del presente».
«La Iglesia debe condenar acciones tales como los abusos sexuales y los malos manejos de poder y dinero», reclamaron los jóvenes en el escrito.
Fuente: Télam