En apenas dos años de mandato, el macrismo logró revertir los índices de mortalidad infantil y además subió la cantidad de niños que se mueren en las principales ciudades del país. La mortalidad infantil tenía una baja continua en los últimos ocho años, pero ahora dejó de descender y aumentó.
Los datos de la mortalidad infantil de 2016 encendieron luces de alarma y mostró los efectos de las políticas del macrismo en materia sociosanitarias. Es que después de mostrar un descenso continuo en ocho años, en el primer año de gestión macrista no solo se exhibió un freno, sino que también en algunas ciudades aumentó.
En líneas generales el documento del Ministerio de Salud de la Nación llamado Estadísticas Vitales mostraron que la tasa se mantiene en 9,7 muertes infantiles cada mil nacimientos. Lo que muestra un estancamiento respecto del 2015.
Pero lo grave es que las cifras de muertes de niños de hasta un año mostraron un incremento. En 10 de las 24 provincias del país la tasa de fallecimientos mostró un crecimiento mucho más que preocupante, porque las jurisdicciones son algunas de las que tienen más recursos.
Entre ellas se puede nombrar a la provincia de Córdoba y la más rica de todo el país, la Ciudad de Buenos Aires. En esta última, el macrismo gobierna desde hace más de una década. La lista se completa con Catamarca, Chaco, Chubut, Formosa, Jujuy, Misiones, San Luis y Santiago del Estero.
Queda claro que el objetivo de Gobierno del macrismo posterga la salud y principalmente la de aquellos que no tienen recursos para acceder a una de calidad.