Según la consultora Aresco, la reforma previsional, y la violencia en la Plaza del Congreso, impactaron en la imagen presidencial. Siete de cada diez argentinos evalúan de manera negativa la situación económica del país.
La imagen del gobierno de Mauricio Macri cayó ocho puntos en el último mes y cerró así 2017 perdiendo el apoyo social que había recolectado con el triunfo en las elecciones legislativas.
La reforma previsional, sinónimo de ajuste sobre los jubilados, y las posteriores imágenes de violencia que se vieron en la Plaza del Congreso impactaron de lleno en la imagen presidencial.
La pérdida en la imagen fue reflejada en una encuesta de Aresco que difundió este domingo el diario Perfil.
El contundente triunfo electoral, superando el 40% de los votos a nivel nacional y ganando en los cinco distritos más importantes, significó un inflador para la imagen de Macri, que llegó a tener 52% de imagen positiva y 44% de negativa. Pero después de la reforma previsional volvió todo a los mismos valores previos a agosto, cuando esos números estaban invertidos.
El pico más bajo, no obstante, lo tuvo en febrero, cuando se desató el escándalo del Correo Argentino y la renegociación de la deuda con la empresa de la familia presidencial. En ese momento, la positiva no llegaba al 40%.
Los números de Aresco son similares a los de Rouvier & Asociados, que también muestran un cambio de rumbo en la curva. Hasta principios de diciembre, Macri tenía una imagen positiva del 54% y negativa del 43% A fin de año esas cifras cambiaron a 49% de positiva y 48% de negativa. Para Rouvier, incluso, es el nivel más bajo de Macri en todo el año.
Uno de los aspectos que más preocupación deberían generar en la Rosada es que siete de cada diez argentinos evalúan de manera negativa la situación económica del país. Por más recuperación económica que muestren los indicadores del Indec, hace un mes eran seis de cada diez los que respondían que la economía marchaba “mal” o “muy mal”.