En el debate de la reforma tributaria, solicitó definir “qué sistema queremos”, porque “vamos rumbo a uno financiero importador”
Con más holgura que en el caso del ajuste al sistema jubilatorio, el oficialismo consiguió en los primeros minutos de este miércoles dar media sanción a la denominada “Reforma tributaria”, en la Cámara de Diputados.
Cuestionada por cargar sobre el consumo y brindar facilidades a empresas “concentradas”, entre las voces disonantes se escuchó en el Congreso la de uno de los directores de la Unión Industrial Argentina (UIA).
Fue el caso de José Ignacio de Mendiguren, quien aludió que “el sistema tributario no es un instrumento de recaudación impositiva”, sino que debe “definir el nivel y el tipo de desarrollo de un país”, en síntesis, “qué tipo de país queremos”.
Desde ese lugar, el legislador massista pidió “discutir primero el modelo y después las normas”. Y agregó: “Los países se insertan al mundo con un perfil productivo y una estrategia que lo desarrolle. Y no lo estamos haciendo, porque terminamos con este proyecto, que castiga sacando incentivos a las producciones en el interior del país y el desarrollo de economías regionales, para volver a premiar la concentración cerca de los sectores donde está el consumo”.
Durante su alocución, De Mendiguren comparó indicando que “uno no va al sastre, pide el traje y después ve a quién mete adentro”. Manifestó su preocupación, también, porque “esto nos lleva a convertirnos hacia un modelo financiero importador” y a su vez “la bicicleta financiera tomó el eje de la política económica argentina”.
Según el dirigente, la especulación se está “acelerando” en el país, por lo que renovó el pedido al Gobierno respecto a “las herramientas” para actuar. “Los industriales conocimos las consecuencias del trípode que componen las altas tasas de interés, planchar tipo de cambio y permitir el ingreso inrrestricto de capitales. Los sectores productivos salismos de estos casos siempre, o mal o peor” concluyó.