Lo firmó el juez jujeño Pullén Llermanos y se concretaría en estos días. La CIDH advirtió que “corre riesgo de vida” en prisión.

Al igual que a fines de agosto pasado, la Justicia de la provincia de Jujuy volvió a disponer el arresto domiciliario de la dirigente social Milagro Sala, que va camino a cumplir dos años de prisión preventiva en el norte del país.

Con reiterados pedidos de organismos de Derechos Humanos mediante, nuevamente el juez Pablo Pullén Hermanos dictaminó el regreso a ese sistema, aunque volvió a evitar la solicitud de la defensa para que lo haga en el hogar donde vivía antes de su detención, en la localidad de San Salvador.

El magistrado volvió a disponer la vivienda de El Carmen, en cercanías al dique La Ciénaga, junto con un gran operativo de fuerzas de seguridad y restricciones de visitas y salidas.

Mientras se aguarda para los próximos días la salida de Sala del penal Alto Comedero, su defensa aduce que “no se cumplen” los pedidos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la propia Corte Suprema de Justicia de la Nación, porque el arresto domiciliario debe, según se solicitó, “llevarse a cabo en su residencia o lugar donde habitualmente vive».

El mismo Pullén Hermanos es quien le brindó el “beneficio” a la dirigente durante los primeros 26 días del mes de septiembre, para luego volver a encarcelarla.