n nuevo testimonio demuestra que Pablo Noceti no se encontraba “de paso”, como había expresado la ministra Patricia Bullrich. Las declaraciones de la gendarme Romina Gisel Voelkli coinciden con las de la dirigente mapuche, Soraya Maicoño, y complican al jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad. A cuatro meses de la represión ilegal en la que murió Santiago Maldonado, el  juez Gustavo Lleral realizará una inspección ocular en el lugar de los hechos.

uvieron que pasar cuatro meses de la represión ilegal de la Gendarmería en la Pu Lof en Resistencia de Cushamen –el lugar donde el 17 de octubre después de 78 días de haber desaparecido, los buzos de la Prefectura hallaron el cuerpo de Santiago Maldonado a siete metros de la costa del río Chubut- para que el juez subrogante Gustavo Lleral decidiera que el 12 de diciembre realizará una inspección ocular en la escena del hecho.

¿Esto significa que al fin la justicia federal investigará qué hicieron los gendarmes en la vera del río, cuando entraron con escopetas, pistolas, palos y piedras tras romper el candado de la tranquera del campo a las 11:33 del 1 de agosto sin orden judicial?

¿Es posible que algún funcionario judicial o del Ministerio de Seguridad de la Nación explique cómo fue que Santiago fue fotografiado por la propia Gendarmería un minuto antes, a las 11:32,  al costado de la casilla de vigilancia con vida, y a pesar de ello fue persistentemente negado por el Estado hasta ser encontrado muerto después de 7 rastrillajes en la misma zona de los acontecimientos?

Las respuestas son de Lleral. Él es el responsable de reconstruir los infaustos sucesos que terminaron con la vida de Santiago. Por lo pronto, hay un dato inquietante del expediente: el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, no estaba “de paso” como adujo la ministra Patricia Bullrich. Una mujer gendarme declaró ayer que vio a Noceti durante la requisa de un auto donde había tres personas que habían sido detenidas 7 horas el 1 de agosto alrededor del mediodía cerca de la Lof.