En Córdoba la tarifa viene de un incremento del 13 por ciento en noviembre pasado, dispuesto por la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC). Además, en febrero habrá otro ajuste en la electricidad.
Desde hoy están vigentes las nuevas tarifas de gas y electricidad en todo el país. El aumento promedio en las facturas gasíferas es del 45%, mientras el precio mayorista de la energía se incrementa un 36,8% con distinta incidencia para cada distribuidora local.
En pleno verano, los hogares no tendrán un alto impacto de bolsillo por la suba en el gas, pero como todavía falta otro aumento similar en abril, ya se puede estimar que en la próxima temporada de otoño-invierno se pagará el doble por un consumo igual al de este año cuando las temperaturas fueron muy benéficas. En cambio, en el caso de la electricidad, los meses de verano suelen ser los de mayor consumo por el uso de aire acondicionado.
Por ese motivo, los ejemplos de factura media que surgen de la información oficial no muestran fielmente el alcance de las subas que los usuarios empezarán a pagar desde hoy. En electricidad hay además otra suba a partir del 1 de febrero, que también caerá en la época del consumo estival.
Según lo dispuesto, para la luz las subas son de casi el 30% promedio en el interior del país, con el agravante que en Córdoba la tarifa viene de un incremento del trece por ciento en el pasado mes de noviembre, dispuesto por la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC).
En el caso de la boleta de gas, también vendrá con un aumento importante. En el primer día de diciembre, el Gobierno publicó en el Boletín Oficial las nuevas tarifas, que significan un incremento del 45% promedio para usuarios residenciales, y cerca del sesenta por ciento para comercios.
El precio mayorista, fijado por el Gobierno nacional, pasa de $640 por megavatio (1.000 kilovatios) a $876 con una variación del 36,8%. Pero hay además una reasignación del costo del transporte eléctrico para que la demanda pague una parte significativa, cuya incidencia todavía no se conoce en las provincias.
Los aumentos en luz y gas se deben en parte al recorte de los subsidios a cargo del Estado, pero sobre todo al reconocimiento de mayores precios a las petroleras que producen gas, a las generadoras eléctricas y a las transportistas y distribuidoras de ambos productos.
El Ministerio de Energía que conduce Juan José Aranguren tomó los precios de importación de gas y de combustibles líquidos para generar electricidad como punto de referencia para definir el precio del gas y de la energía eléctrica que se traslada a los usuarios en etapas hasta octubre de 2019. Ahora también traslada a la demanda los costos de invertir y transformar el sistema de transporte eléctrico para modernizarlo y dar ingreso a la energía renovable que tiene un suministro más inestable que el resto.
Además, la misma cartera energética decidió volver a los contratos firmados con transportistas y distribuidoras en el momento de la privatización, sin renegociar nuevas condiciones, por lo cual los usuarios financian las inversiones que esas empresas prometen realizar en el quinquenio. Y tienen asegurada la ecuación económica mediante ajustes semestrales por índices de inflación.
Fuente: Ámbito Financiero