La mesa chica de la CGT junto con Jorge Triaca, llegaron a un acuerdo luego de haber dicho que no al principal borrador de la reforma, para luego quedar conformes con dos cambios.

Finalmente el Gobierno envió este viernes al Congreso el proyecto de ley de reforma laboral que consensuó con la CGT, quienes luego de haber resistido al primer borrador, finalmente lograron declinar la creación de bancos de horas, el mecanismo que se suponía reemplazar las horas extras.

En base al primer borrador que presentó Jorge Triaca a la central obrera, el triunviro reunido en mesa chica en La Rural dejó como proyecto definitivo la facilidad de tercerizar tareas, bajar las indemnizaciones por despido -con la opción de los fondos de cese laboral, pasantías hasta por un año y una agencia de evaluación médica para frenar juicios a obras sociales. Sin embargo, los abogados de la central, capitaneado por Federico West Ocampo (Sanidad) modificaron algunos puntos que todavía causaban rechazo.

El principal cambio con el primer polémico borrador de la reforma laboral fue la posibilidad de instaurar por convenio un «banco de horas» avalado por los sindicatos. Mientras que se aceptó agregar dos figuras nuevas: El trabajador profesional autónomo económicamente vinculado y el trabajador independiente con colaboradores. Según fuentes de la CGT quedaron sujetas al análisis de un consejo asesor que tendrá 90 días para resolver en relación a la primera figura. La segunda quedó descartada del texto.

El punto conflictivo que generó suspicacias con Hugo y Pablo Moyano fue la de tercerizar tareas. Las empresas podrán subcontratar servicios de seguridad, higiene y gastronomía pero no de informática. En relación al transporte, sólo podrán hacerlo con los «De personas» y no de carga. Sobre la posibilidad de renunciar a contratos individuales más ventajosos, la iniciativa lo permite pero sujeta a la homologación de Trabajo y con participación de asesores del empleado.

Otro punto que fue resistido fue la de darle al empleador la posibilidad de modificar unilateralmente las condiciones de trabajo. En la actualidad el trabajador puede optar por darse por despedido o iniciar una demanda para restituir esas condiciones. El proyecto establecía que podía acudir a la Justicia pero no impediría el cambio.

Sobre el cálculo de las indemnizaciones, en el primer borrador decía de calcularse sólo por el salario básico, en este nuevo aceptado por la CGT se van a contemplar las horas extras y las comisiones. Queda afuera el proporcional del aguinaldo y los bonos anuales.

Por un lado, Héctor Daer defendió la negociación y el proyecto final, y dijo que «se intentó que dos colectivos, autónomos e independientes, saldrían de la Ley de Contrato de Trabajo, por eso se accedió al acuerdo. No se flexibilizó nada, no se creó del banco de horas, solo queda en un marco de tercerización las actividades de gastronomía, seguridad y maestranza, tres gremios con sindicatos. Cualquier otra acción de tercerización que se genere queda baja la responsabilidad del principal, y se agrega que se cumpla con el convenio colectivo de la actividad», afirmó el triunviro en declaraciones a radio El Mundo.

Mientras que el dirigente bancario, Sergio Palazzo, criticó a la central obrera y consideró que » no consiguió nada a cambio en estas reformas». «El Gobierno se llevó casi todo lo que vino a buscar y los trabajadores no nos llevamos nada», remarcó en diálogo con radio Blue.

«La CGT tiene que dar una respuesta, yo no avalo sacarme una foto con Macri cuando se entregan derechos», insistió Palazzo. Y por último comparó a este triunviro con los 90.  «En los 90 también había una CGT que pactaba con el Gobierno».

Fuente: Ámbito.