Mauricio Macri le torció el brazo al gremio de industriales lácteos y condiciona la ayuda económica que necesita la cooperativa a modificaciones que atentan contra los derechos de los trabajadores.

El aleccionamiento vía el uso del látigo y la chequera, que otrora endilgaron al kirchnerismo, ahora es la herramienta preferida de presidente Mauricio Macri y sus funcionarios más cercanos. Tanto gobernadores como trabajadores, son adoctrinados por el gobierno para sumirse a sus designios.

El caso de Sancor no es la excepción. industriales lácteos y el gremio que los nuclea, ATILRA, se sentarán a rubricar un nuevo convenio laboral bajo las directivas de Gustavo Lopetegui, uno de los funcionarios con mayor peos en Casa Rosada y hombre muy cercano al sector lácteo. Lopetegui condiciona el desembolso de $250 millones de ayuda para Sancor a la firma de este acuerdo que va en claro detrimento de sus trabajadores

El objetivo es lograr los dos objetivos principales para el Gobierno: Terminar con el aporte patronal e introducir cambios moniosos en el pagos de horas extras, dos puntos que el macrismo considera “inviables” para el sector.

En Sancor dependen de ese dinero para poder seguir operando y el gobierno hace uso de su poder financiero para condicionar a los trabajadores. La cooperativa tiene que afrontar deudas con proveedores y tamberos y los sueldos de los trabajadores, además de fortalecer su posición de cara a una venta que, según fuentes de la empresa, antes de fin de año.

La crisis del sector en general y de Sancor en particular tiene a la cooperativa entre las cuerdas y el gobierno decidió no intervenir si no hay cambios de fondo. El secretario de Políticas Públicas, Gustavo Lopetegui, exigió una restructuración de la empresa y cambios en el convenio colectivo del gremio, que para el Gobierno tiene varios excesos, sobre todo en lo que hace a un pago extraordinario que se realiza para la obra social y lo que se pagaba por horas extras durante los feriados, clave en una industria que no puede dejar de procesar leche ni un solo día.

Lopetegui, que fue CEO de Milkaut y accionista de Pampa Cheese, una pyme exportadora de quesos que fue creciendo en los últimos años, tomó el tema como propio, por encima del Ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, e incluso del de Producción, Francisco Cabrera.

La primera victoria fue en mayo, cuando Sancor tuvo las plantas paradas, ATILRA cedió el aporte patronal para que el Gobierno le gire 200 millones a la empresa de un fondo del Ministerio de Producción para que la cooperativa, una de las mayores empleadoras del sector, pudiera retomar su actividad.

El titular de ATILRA es Héctor “Etín” Ponce, que supo construir una muy buena relación con el kirchnerismo.

Luego, la negociación se empantanó en torno al convenio por el pago de las horas extra, que incluso debió intervenir el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.

El gremio logró que no haya ningún cambio en el pago para los fines de semanas y feriados que asciende al 150 por ciento de una hora normal, pero aceptó que se cree la figura del franquero por fuera del convenio.

Desde el gremio admitieron al sitio Letra P que era muy difícil contratar personal con la modalidad actual, pero que la nueva figura les permitía mantener las apariencias porque no elimina el pago de horas extras del convenio. “Hoy por hoy no tenés a nadie que contrate gente con el pago de horas extra al 150% porque es una locura”, explicaron.

La situación de Sancor vuelve a ser casi desesperante. Según confirmaron desde el directorio de la empresa, otra vez hay problemas financieros que complican la negociación con Fonterra, la mayor láctea del mundo.

“Está todo encaminado para armar una sociedad con ellos, pero hace unos dos meses aspirábamos a un 30 por ciento nuestro y un 70 de ellos, hoy si nos dan un 10 es un éxito”, graficó un miembro del directorio.

La misma fuente confirmó que el objetivo del actual management de la láctea, la segunda mayor del país, apunta a presentar la nueva sociedad a sus socios en la asamblea de fines de noviembre.