El entrenador del seleccionado argentino, Jorge Sampaoli se reunió por segunda vez en un mes y 10 días con el capitán del equipo nacional, Lionel Messi, y también lo hizo con su compañero de Barcelona, Javier Mascherano, en el marco de la segunda gira que desarrolla por algunos países europeos con el fin de tomar contacto con los jugadores convocados para los dos últimos compromisos por eliminatorias sudamericanas ante Perú, en cancha de Boca Juniors, y Ecuador, en los 2.850 metros de altura de Quito.
Sampaoli, acompañado por su ayudante de campo Sebastián Beccacece como ahora, ya había realizado un recorrido similar antes de su debut oficial como técnico del seleccionado argentino frente a Uruguay y Venezuela, aunque en aquella oportunidad sus entrevistas habían sido promocionadas con imágenes publicadas en el Twitter oficial de AFA, algo que en este caso no sucede.
El técnico santafesino dio la lista de 21 convocados del exterior el pasado viernes a primera hora de la tarde y acto seguido viajó junto a su asistente rumbo al Viejo Continente, con un recorrido planeado por tres países, Francia, Italia y España, donde puntualmente pretendía visitar las ciudades de París, Milán y Barcelona, respectivamente.
A diferencia de la vez anterior también, la gira no se extenderá por dos semanas sino por una, ya que de hecho el entrenador planificó hablar puntualmente con algunos futbolistas.
Por eso avanzó «a todo vapor» en estas horas y el sábado mismo se entrevistó en París con Ángel Di María, de quien le preocupaba la lesión muscular sufrida ante Venezuela, que obligó a su reemplazo por Marcos Acuña a los 25 minutos del primer tiempo del encuentro ante Venezuela, que finalizó empatado 1 a 1 en el estadio monumental el 5 de septiembre pasado.
Sampaoli observó en «Fideo» grandes deseos de estar presente en los dos próximos compromisos y por ello estima que llegará en buenas condiciones a afrontar esos dos trascendentales juegos para el conjunto argentino.
Posteriormente Sampaoli y Beccacece se trasladaron hasta Milán, donde este domingo presenció la victoria de Milan sobre Udinese por 2 a 1, partido en el que pudo observar la buena tarea que cumplió en el conjunto «rossonero» Lucas Biglia, con quien se entrevistó poco después de hacerlo con Mauro Icardi, que había jugado el sábado en Inter.
Para este lunes el técnico nacido en Casilda se reservó una charla con Messi, que el pasado 8 de agosto lo había recibido con un asado en su casa de la paradisíaca localidad barcelonista de Castelldefelds donde vive.
Ese encuentro se extendió por espacio de tres horas, mientras que al día siguiente tuvo lugar su coloquio más largo de la gira, con Mascherano, que duró cuatro horas y se desarrolló en un hotel de la ciudad de Barcelona.
En aquellos encuentros como en los de hoy con Messi y Mascherano y en los anteriores con Di María, Icardi y Biglia, el técnico y su colaborador les mostraron más videos a los futbolistas con el objetivo de seguir perfeccionando una idea de juego que necesita imperiosamente empezar a verse en los dos próximos juegos, en los que Argentina debe sumar muchos puntos si presente estar el año próximo en el Mundial de Rusia.
Para el primer juego frente a los peruanos dirigidos por el argentino Ricardo Gareca se resolvió cambiar de escenario y se pasó de River Plate a Boca Juniors, cuya hinchada cantó anoche por la selección, una vez consumada su victoria por 4 a 1 sobre Godoy Cruz, de Mendoza, por la tercera fecha de la Superliga.
Pese a que la Bombonera tiene sus detractores porque allí el seleccionado nacional quedó eliminado por única vez de un Mundial, en este caso el de México 1970, cuando el 31 de agosto de 1969 empató justamente frente a Perú 2 a 2 un partido que necesitaba ganar.
Sin embargo, la selección argentina ganó en el estadio ‘xeneize’ el 75 % de los puntos que jugó, y solamente perdió un encuentro, en el invierno de 1977, cuando se enfrentó amistosamente allí con la entonces Alemania Occidental, que era la vigente campeona del mundo, por 3 a 1.
Era la previa del Mundial de 1978 que terminó ganando el equipo dirigido por César Luis Menotti y desde la AFA se habían organizado una serie de amistosos ante importantes seleccionados europeos como el mencionado, Escocia o Alemania Oriental, para que el equipo integrado entonces por la totalidad de futbolistas del ámbito local (finalmente se sumó Mario Kempes como único futbolista que actuaba en el exterior, por entonces en el Valencia español) adquiriera roce internacional.
Para los próximos dos partidos ante Perú y Ecuador el técnico casildense convocó el pasado viernes a los siguientes futbolistas que empezarán a trabajar bajo sus órdenes en el predio afista de Ezeiza el lunes 2 de octubre (un día antes citará a los que actúan en el ámbito local):
Arqueros: Sergio Romero (Manchester United), Agustín Marchesín (América) y Nahuel Guzmán(Tigres).
Defensores: Gabriel Mercado (Sevilla), Nicolás Otamendi (Manchester City), Federico Fazio (Roma), Javier Mascherano (Barcelona), Germán Pezzella (Fiorentina) y Emanuel Mammana (Zenit).
Mediocampistas: Ever Banega (Sevilla), Eduardo Salvio (Benfica), Emiliano Rigoni (Zenit), Lucas Biglia (Lazio), Marcos Acuña (Sporting Lisboa), Ángel Di María (Paris Saint Germain), Alejandro Gómez (Atalanta) y Leandro Paredes (Zenit).
Delanteros: Sergio Agüero (Manchester City), Paulo Dybala (Juventus), Mauro Icardi (Inter) y Lionel Messi (Barcelona).
Sampaoli, que calificó «de cabotaje» el nivel de la Superliga, habló con el zaguero de Valencia, de España, Ezequiel Garay, a quien intentó convencerlo de sumarse a las filas de la Selección, que abandonó por razones extrafutbolísticas durante la gestión de Gerardo Martino, pero no lo logró.
El exdefensor de Newell’s le falló al grupo durante estas eliminatorias, cuando eligió quedarse con su hija recién nacida por el método de maternidad subrogada (alquiler de vientre) pero no le contó la verdad al «Tata», sino que se excusó en una supuesta molestia física desmentida pocos días después cuando actuó como titular en su equipo de entonces, Zenit.
Esto no solamente molestó, quien aseguró que no volvería a convocarlo mientras estuviera en el cargo, algo que efectivamente cumplió, sino también a sus compañeros de equipos, y especialmente al ‘núcleo duro’ de referentes que le bajaron el pulgar al también ex-Real Madrid. Por eso después Edgardo Bauza no lo citó y ahora, conocedor de esa situación, Garay declinó la ‘invitación’ de un Sampaoli que quizá desconozca los detalles finos de esta situación.