Los impuestos que recaen con menos fuerza sobre los sectores de mayores ingresos promediaron un 55,35 por ciento de la recaudación entre 2003 y 2015. El año pasado treparon a 59,06 y ahora superan el 60 por ciento. La causa central es la eliminación de retenciones.
El gobierno de Mauricio Macri incrementó el peso de los impuestos regresivos sobre el total de lo recaudado, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) basado en datos oficiales de la AFIP. Entre 2003 y 2015 el promedio de la incidencia de los impuestos regresivos fue de 55,35 por ciento, mientras que el año pasado ascendió a 59,06 por ciento y en los primeros siete meses de este año llegó a 60,1 por ciento. La causa principal es la eliminación y/o rebaja de las retenciones a los principales cultivos que exporta el campo.
Un impuesto progresivo es aquel cuya tasa de tributación aumenta en la medida en que el ingreso del contribuyente crece, con lo cual quien más gana debe pagar mayores impuestos porcentualmente. Un impuesto regresivo, en cambio, es aquel en el que se capta un porcentaje menor en la medida en que el ingreso del contribuyente aumenta. Al haber crecido estos últimos en el último año y medio, la consecuencia es que quienes más tienen han comenzado a pagar menos impuestos con respecto a sus ingresos.