Un perito naval denunció ante la Justicia que el Presidente mandó al submarino a espiar a una «zona de combate» en el marco de un «negocio privado que quiere controlar el Gobierno”, y que ello derivó en su hundimiento a través de «una mina o un misil”. «Máximo responsable del desastre del ARA San Juan», la fuerte definición que dio sobre Macri.

Por si le faltaban problemas a Cambiemos en medio del año en que se definirá la continuidad de su proyecto político, se conoció una noticia judicial que podría significar un escándalo de proporciones incalculables: a casi un año y cuatro meses de la desaparición del submarino, un perito naval denunció ante la Justicia que nada más y nada menos que el Presidente envió al ARA San Juan a espiar a una «zona de combate» en el marco de un «negocio privado que quiere controlar el Gobierno”, situación que derivó en su hundimiento a través de un ataque con «una mina antisubmarina o un misil antibuque”.

En el marco de tamaña acusación, el ingeniero naval Jorge Oscar Bojanic, que declaró ante la fiscalía del fiscal Jorge Di Lello en los tribunales de Comodoro Py el 7 de marzo, acusó a Mauricio Macri de ser el «máximo responsable del desastre del ARA San Juan».

De esta forma, según la versión del perito, como consecuencia de los actos del gobierno nacional los marinos murieron «en un acto de guerra».

Ante Di Lello, Bojanic aseguró que el submairno naufragó como consecuencia de «una mina antisubmarina o un misil antibuque” mientras realizaba tareas de espionaje de tipo empresarial sobre la zona de aguas internacionales, por lo que advirtió sobre un «proyecto ultrasecreto de la zona de 75.000 km. cuadrados costa afuera como un negocio privado que quiere controlar el Gobierno”.

Respecto de su hipótesis de una explosión como consecuencia de un ataque de tipo bélico, el ingeniero explicó que en las fotos que trascendieron del submarino se ve que la calota «está totalmente destruida», y que ese nivel de daño, por los materiales de los que está hecho, no pudo haber sido provocado por «una explosión de hidrógeno o una implosión».

«La calota del Ara San Juan está construida de un acero HY80 de 35 mm de espesor, eso resiste un cañonazo de un tanque de guerra calibre 88», precisó el especialista, y añadió: «En una de las fotos que dejó trascender la jueza de la causa se observa que la calota está totalmente destruida. Para lograr ese nivel de destrucción se necesitan 300 kilos de TNT y es imposible que por la explosión de hidrógeno o la implosión por la profundidad se obtenga tamaña destrucción. Lo único que pudo haber destruido esto es una mina antisubmarina o un misil antibuque”.

A partir del hecho ocurrido con el submarino el 15 de noviembre 2017, Di Lello elaboró un infome sobre el estado de la Defensa Nacional. Según éste, en las fotos que trascendieron de los restos de la nave “junto a la hélice, a su izquierda, se observa una especie de cuerno». Agrega: «Ese cuerno es el booster de un misil antibuque. El booster es el propulsor que utilizan los misiles. El misil se llama Hsiung Feng, de origen taiwanés, las empresas de seguridad utilizan armas taiwanesas porque no son rastreables”.