El indicador que elabora el JP Morgan demuestra la desconfianza de los inversores hacia la Argentina que aumentó en 2018 un 137%.

El riesgo país volvió a crecer y llegó a los 829 puntos, con lo que se mantiene en los niveles más altos en cuatro años, mientras que los papeles de empresas argentinas sufrieron fuertes bajas en Wall Street, en la previa de Navidad.

En la Argentina, los mercados financieros no operaron por ser día no laborable, pero en el exterior los activos locales cotizaron en medio de una jornada preocupante para las principales plazas extranjeras. .

Ante el también desalentador panorama a nivel local, el riesgo país que elabora la siempre prestigiosa consultora internacional JP Morgan volvió a encender luces de alerta, al registrar una suba de 0,9% y se acercó a los 830 puntos.

Impulsado por la desconfianza de los inversores hacia la Argentina, el indicador se ubicó en los niveles más altos de los últimos cuatro años.

En lo que va del año, el índice acumuló un incremento cercano al 137% y en el último mes del 2018 la suba se ubica en torno al 18%.

En Wall Street, las acciones argentinas no pudieron evitar una nueva tendencia negativa que arrastró a los principales indicadores de ese mercado de referencia.

Los Adr s de empresas locales llegaron a caer casi 10% como el caso de Mercado Libre, mientras que las de Supervielle se desplomaron 6,6%; Pampa energía, un 5,9%; y Banco Francés, un 3,5%.

Esa tendencia se dio en medio de una jornada sumamente negativa en la Bolsa de Nueva York, que cerró nuevamente en baja tras haber registrado su peor semana desde 2008, en un mercado afectado por la caída de los precios del petróleo y dificultades en Washington.

La ADR (sigla en inglés de American Depositary Receipt) es un título físico que respalda el depósito en un banco estadounidense de acciones de compañías cuyas sociedades fueron constituidas fuera de aquel país, de manera de poder transar las acciones de la compañía como si fueran cualquiera otra de ese mercado. De esta forma, el mecanismo de ADR permite a una empresa extranjera emitir acciones directamente en la bolsa estadounidense. Las acciones subyacentes al ADR se llaman ADS, sigla en inglés de American Depositary Share.

Este instrumento nació a fines de la década de 1920 como respuesta al creciente interés de los estadounidenses por participar en bolsas extranjeras, como el de compañías internacionales de cotizarse en el mercado de Estados Unidos. No obstante, fue a partir de los años 1980 cuando se observa un fuerte aumento en el número de colocaciones de este instrumento. El primer ADR de un país de América Latina en ser colocado en el mercado norteamericano fue el de CTC, Compañía de Teléfonos de Chile en el año 1990.

La empresa que quiere colocar acciones en el mercado estadounidense debe suscribir un contrato con un agente colocador (underwriting). Este garantiza la suscripción de casi la totalidad de la colocación. Luego un banco (banco depositario) emite los ADR. Los inversionistas adquieren estos ADR, y la empresa recibe a cambio los recursos por estos invertidos.

Este banco es el titular de las acciones, a nombre de los inversionistas que adquirieron los ADR. También puede convertirse en el banco custodio si es que mantiene estos títulos físicos.

El inversionista puede negociar estos instrumentos en la bolsa norteamericana o convertirlos en las acciones que representan y negociarlos en la bolsa de origen. Este mecanismo se denomina flowback. Si el inversionista adquiere las acciones en el mercado de origen y las transforma en ADRs para ser transmitidas en Estados Unidos, se dice que está realizando un inflow.

Según resultados definitivos del cierre, el índice estrella de la bolsa, el Dow Jones Industrial Average, perdió 2,91%, para terminar en 21.792,20 puntos, su nivel más bajo desde septiembre de 2017, y el índice Nasdaq, de fuerte impronta tecnológica, cedió 2,21%, para cerrar a 6.192,92 puntos.

El índice ampliado S&P 500 cayó 2,71% y terminó en 2.351,10 puntos, su menor nivel desde abril de 2017.

Fuente: Noticias Argentinas