Alrededor de 6,3 millones de niños son pobres en al menos una de las variables monitoreadas, indicó el organismo en un informe difundido este martes.

El 48% de los niños, niñas y adolescentes de la Argentina son pobres según el sondeo difundido este martes por Unicef, que no toma solamente los ingresos sino también otras variables como la educación, vivienda, salud, entre otras.

Se trata de alrededor de 6,3 millones de chicos que califican como pobres en al menos una de las variables monitoreadas.

Sebastián Waisgrais, especialista de Monitoreo e Inclusión Social de Unicef Argentina, fue el que presentó los datos oficiales, que alarmaron a cientos de personas en las redes sociales.

En otro punto del informe, el organismo indica: «La mayor incidencia de pobreza monetaria para el total de la población se observa en los hogares extendidos, y la pobreza infantil es mucho más elevada en los hogares monoparentales».

Un dato interesante para contrastar cómo la pobreza afecta más a los pequeños es que, en la totalidad de la población, el 38% sufre al menos una privación. Es 10% menos que en el caso de los niños. «La pobreza tiene cara de niño o niña», sintetizó Waisgrais.

Unicef advierte además sobre la cantidad de niños «invisibilizados» que quedan en la Argentina con la medición tradicional del Indec de la pobreza por ingresos: como el dinero que entra al hogar es el «suficiente» no son considerados pobres, por más que tengan otras carencias como en su hogar o en el acceso al agua.