En una entrevista realizada en la sede de Luz y Fuerza de Córdoba, Héctor Tosco, hijo del legendario dirigente Agustín Tosco, relata la persecución que derivó en su desplazamiento de una gerencia clave de EPEC y la equipara a la que sufrió su padre. También advierte que su cargo fue cubierto por Luis María Balbuena, ex CEO de Kolektor, empresa directamente vinculada con el gobierno provincial, cuyo ex presidente apareció en cámaras ocultas ofreciendo coimas, en nombre de De la Sota, a cambio de blindaje mediático. Y que todo está vinculado con el negocio de la tercerizaciones y “Telemedición” que costará unos 3 mil millones de pesos.

Por Guillermo Posada-@cortodemira-26/6/2018

Mirar de frente a Héctor Tosco es como si se te cayera un cuadro encima: asombra la semejanza física con su padre, el histórico secretario General del gremio de Luz y Fuerza Agustín Tosco. Comparte con el conductor del Cordobazo el fuerte perfil, la cara con pómulos y nariz prominentes y la cabellera castaña con entradas sobre las sienes. Héctor es un ingeniero electrónico que trabaja en EPEC (Empresa Provincial de Energía de Córdoba) hace 35 años.

En 2012 llegó a ocupar el cargo de gerente del área de Tecnología de la Información y Comunicaciones, donde se desempeñaba como subgerente desde 2004. Pero hace pocos días lo desplazaron en medio de una campaña mediática que reconoce antecedentes en los sucesivos acosos que sufrieron gremios cordobeses como la UTA, los municipales del Suoem, e incluso los basureros de Surrbac, todas organizaciones que garantizan a sus afiliados niveles salariales bastante por encima de la media. Tosco había sido ratificado en su cargo por decreto del gobernador Juan Schiaretti en octubre del año pasado.

Cuando relata su experiencia en la empresa se encarga de aclarar que “siempre fui de estar con la base”, para referirse a sus compañeros de trabajo y dar un mensaje por elevación a aquellos opinadores profesionales de las redes sociales -sino no son trolls parecieran serlo- que con bastante saña lo acusaron de malversar la historia de su padre, cuando Luz y Fuerza denunció que su desplazamiento es parte de una persecución política.

El ingeniero no evita responder directamente sobre su propia situación, antes de analizar en detalles para STDP las posibles consecuencias del desmanejo que hoy sufre la empresa, con un paro por tiempo indeterminado, intervenciones policiales en todos los pasillos de la sede central y una andanada de leyes y decretos internos que atacan beneficios laborales establecidos en el convenio colectivo.

-¿El desplazamiento de un gerente de apellido Tosco tiene una carga simbólica en el marco del conflicto gremial?

-Entiendo que así lo piensan. La soberbia, y la ambición que tienen sobre los recursos, generan que lo piensen así, que sea mediático y suene triunfalista. Para ganarle al sindicato y al movimiento obrero vienen a decir que no les importa ese apellido. ‘Nos lo vamos a llevar puesto’…

-Si se lo llevan puesto a Tosco que queda para los otros…

-Sí, lo ven así. No son los únicos que lo hicieron. En ese sentido se asemejan a Lacabanne, que también persiguió a mi viejo durante su intervención.

Posteriormente recordará que Agustín Tosco debió esconderse en la clandestinidad (que le impidió tratarse unas enfermedad que a la postre lo llevaría a la muerte) para escapar de la muerte segura que le prometían las bandas parapoliciales que azolaron la provincia después del Navarrazo. Como no podía volver a trabajar porque los grupos paramilitares lo querían matar, presentó pedidos de licencia sin goce de suelto que le negaron y después lo acusaron de abandono de servicio y lo echaron”, describe Tosco.

Y agrega: “Schiaretti de hoy es el Lacabanne de ayer. El gobernador también lo copia de Mestre, que ordenó despedir a la gente de la UTA, a los que pelean. Con nosotros, con los trabajadores de Epec, quieren hacer lo mismo.

-Es fuerte lo que dice porque Schiaretti hizo un esfuerzo para que Unión por Córdoba se acerque, al menos simbólicamente, a las políticas de derechos humanos después de los primeros gobiernos de José Manuel De la Sota, refractarios al tema.

-Me parece que Schiaretti va en función de donde sople el viento. Salió con la foto de mi viejo porque le convenía en ese momento, también fue a la empresa y nos felicitó, nos dijo que había que seguir el ejemplo de Tosco. Después a la Circunvalación le puso Juan Bautista Bustos, se olvidó de Perón, de Evita. Schiaretti es Macri en Córdoba y representa la misma posición de Lacabanne, un peronista de ultraderecha a cargo del poder en la provincia.

-Desde el Directorio de EPEC dijeron que al ser delegado no podía seguir en el cargo.

-Eso no es cierto. No hay incompabilidad según la ley de Asociaciones Sindicales. Además voy por mi segundo mandato y nunca me dijeron nada, no impugnaron la elección y me ratificaron como gerente por decreto el año pasado cuando llevada dos años  como delegado.

-¿Estamos hablando del mismo Directorio que está en la actualidad?

-El mismo. De hecho hay publicaciones en los medios de difusión de la empresa felicitándonos porque se generó un ambiente muy ameno de trabajo. Yo pude desempeñar ambas funciones claramente, lo único que hay que tener en claro es la necesidad de defender la empresa, no permitir abusos ni otras cosas. Y lo que pasó es que resolvíamos bastante bien las situaciones que se iban presentando en conjunto con los compañeros y el área era muy bien vista dentro de la conducción de la empresa, nos decían que era una de las más eficientes.

-¿Y cuándo cambió la situación?

-A partir de abril, desatado el conflicto grande, en las reuniones gerenciales manifesté que para lograr la colaboración de los trabajadores en el marco de una situación conflictiva de la empresa (referida a la necesidad de ajustar gastos que viene sosteniendo el gobierno provincial, NdR.), el Directorio tenía que sacar a la luz los nombres de los responsables del despilfarro y los desmanejos. De lo contrario es muy complejo que los trabajadores entendieran la situación y prestaran colaboración para devolver algo que no eran responsables. Lo dije en varias reuniones y lo que recibía como respuesta es “este es el equipo, esto es así hay que ir para adelante, al que no le guste que dé un paso al costado”. Yo respondí que no debía dar ningún paso al costado porque no tengo nada que ocultar ni hice algo malo. El clima hostil comenzó ahí. Por otro lado, mezclado con esta situación, aparecen proveedores que ofrecen sistemas de telemedición. Desde el área evaluamos nuestros propios sistemas de ese tipo hace un año y medio y, de hecho, actualmente están en producción sistemas que son propiedad de Epec y los estamos utilizando para poder tomar lecturas remotas de diversos medidores de distintas marcas. Esto último es importante porque hay sistemas que te atan un medidor y después te ves obligado a comprar todo el paquete. Nuestros ingenieros y técnicos pusieron operativo un sistema que comprado sería carísimo.

-¿A qué clientes miden con este sistema?

-A los grandes consumidores, a los que están más lejos y generan mucho gasto de viáticos. Al día de la fecha hay aproximadamente 700 medidores instalados, que significan casi un 30% de la recaudación total de Epec. El plan es instalar 3800 medidores y con eso tomar lectura de todo el segmento de grandes consumidores, que implica un 60% de la facturación total de la empresa. Si esta gestión hubiera puesto énfasis en la instalación hoy ya estarían los 3800, pero ahora sorpresivamente aparecen estos proveedores que venden sistemas para usuarios residenciales donde resulta más caro instalar. Para esto tiran unos precios de entre 130 y 170 dólares por medidor. Es fácil sacar la cuenta: como hay 1.050.000 usuarios de ese tipo, el costo total asciende a más de 100 millones de dólares. Desde nuestra gerencia planteamos que primero había que terminar de instalar la telemedición con los grandes usuarios para después analizar el abordaje de los residenciales. Como resultado, no nos invitaron más a las reuniones con los proveedores y las noticias sobre la firma de convenios comenzaron a llegarnos por los medios, acuerdos sobre los que obviamente no pudimos prestar asesoramiento.

La sombra de Kolektor

El reciente nombramiento de dos funcionarios en EPEC de pasado en Kolektor, una empresa estrechamente vinculada al gobierno de Córdoba, renombrada  como “Consultorías y Servicios” después del escándalo mediático de 2015, cuando se filtraron videos de su titular Hermann Karsten ofreciendo coimas al periodista Tomás Méndez, parece confirmar las alertas del gremio, que denuncia la intensión del gobierno provincial de tercerizar áreas concretas de EPEC, desmembrando la empresa.

Balbuena se hizo conocido cuando su nombre trascendió como el gerente de Kolektor que acompañaba a Karsten en sus viajes por Guatemala, donde subido a un coche blindado que el gobierno centroamericano le había cedido, intentaban quedarse con la privatización de la recaudación de la agencia tributaria centroamericana. El negocio se cayó cuando el entonces presidente de Otto Pérez Molina fue acusado de corrupción por la firma de un precontrato con Kolektor, debió renunciar y fue a juicio.

A su vez, en Córdoba la justicia federal ordenó siete allanamientos a pedido de la fiscal Graciela López de Filoniük donde se recabó documentación de las actividades de la empresa que integraba Balbuena, como segundo de Karsten, por una denuncia de ‘corrupción trasnacional’.

Ahora, el mismo Balbuena fue designado por el Directorio de EPEC para manejar la información y los sistemas sobre la facturación de 1800 millones de pesos mensuales de la empresa de energía. Difícilmente tal designación no haya contado con las venia de aprobación de Schiaretti, toda vez que el gobernador sigue el ‘minuto a minuto’ el conflicto gremial y sus pormenores, como informó el portal enredacción.com.ar.

Según explica Tosco cuando el presidente de Epec salió por los medios diciendo que los sistemas que tiene la empresa son obsoletos, que no pueden contemplar la telemedición, estaba preparando el terreno para introducir a contratistas privados. Plan que incluye la tercerización del área informática donde ingresaron los soldados de Kolektor. “Ante esa falacia los trabajadores que cumplen tareas en la gerencia sacaron un documento junto con Luz y Fuerza respondiendo técnicamente y desmintiendo lo que dicen desde el Directorio. Incluso se mostraron dispuestos a desarrollar la tecnología necesaria para los clientes residenciales”.

-¿Qué hizo entonces el Directorio?

-La respuesta fue la destitución del subgerente de tecnología y el nombramiento de los funcionarios que vienen de Kolektor.

-En resumen mientras se desata el conflicto, desde el Directorio de EPEC arman una estructura de designaciones para implementar la contratación de las telemediciones por alrededor de 100 millones de dólares. O sea uno 3 mil millones de pesos.

-Tenemos dos alternativas: una es la compra de los telemedidores, que el presidente del Directorio dijo que se le van a imputar al usuario a un costo de entre 3 mil y 4 mil pesos cada uno; la otra es que la contratación de estos personajes de Kolektor, que tercerizaron el cobro de impuestos en Rentas, tiene por objetivo tercerizar la facturación de Epec. Para esto lo primero que hacen es intervenir las áreas de tecnología y así construir plataformas que luego serían la herramienta para la tercerización. Incluso denunciamos que si fuese la intención privatizar el área, están privilegiando a una de las compañías para que después se presente a la licitación, le están dando una tremenda ventaja a Kolektor en comparación a otras empresas.

-Dice que para tercerizar es clave intervenir la gerencia que tenía a su cargo.

-Totalmente. Desde ahí van a sacar los modelos de datos, la información que hay. Es un área estratégica.

-Los gobiernos con inclinación preferencial por la privatización de servicios públicos, como los que gobernaron Córdoba durante las últimas décadas, vieron históricamente a Epec como la joya de la abuela, atento a que se trata de una empresa de energía modelo por la integración del proceso de producción, transporte y distribución de la energía. Esto no sucede en otra empresa de país, sea estatal o privada.

-De Onganía para acá siempre aparecieron empresarios que han querido quedarse con los servicios públicos. Cavallo llevó adelante un proceso donde se privatizaron la mayoría de las empresas de energía, configuraron el negocio eléctrico que separa la generación del transporte y la distribución, pero Epec sobrevivió a eso. Lo que pasa ahora, con el anuncio del nuevo marco regulatorio de la provincia, es que vienen a instalar ese sistema, dividiendo los procesos que Epec tiene integrados. Un ejemplo es la apertura a grupos privados para la generación, como MCU donde estuvo Schiaretti el otro día. Porque ahora la subvención no es del Estado a los usuarios para tener una tarifa accesible, sino de los usuarios a las empresas por medio de los tarifazos. Son las mayorías que subvencionan a las minorías aunque lo presenten como inversiones.

-Cómo analiza el argumento de Schiaretti que donde sostiene que la caída de los subsidios nacionales descalza económicamente a Epec y que por eso hay que hacer un ajuste.

-Es cierto que la ecuación que sostenía a la empresa está atacada al aumentarse desde la nación energía que Epec compra en el mercado mayorista. Pero la decisión de Schiaretti es pagar lo que diga el gobierno nacional en función de subvencionar a estas empresas que instalan generadoras. Para que cierre esa nueva ecuación tiene que ajustar y decidió hacerlo con los trabajadores.