Un grupo mitad brasileño y mitad de la propia firma holandesa adquirió la operación en la Argentina

La compañía petrolera firmó un acuerdo por la venta de sus 645 estaciones de servicio a la empresa Raízen, que opera en Brasil y es un joint venture establecido en 2011 entre la propia Shell (50%) y Cosan (50%), productora brasileña de azúcar, etanol y bioenergía. La operación es por 950 millones de dólares y no incluye el negocio de upstream de Shell en la formación neuquina Vaca Muerta, donde la compañía “ve un gran potencial de crecimiento a largo plazo en los no convencionales del país”.

Además de las bocas de expendio – que mediante un acuerdo de licencia de marca seguirán a nombre de Shell-, la operación incluye a la refinería de Buenos Aires, los negocios de combustibles marítimos, combustibles de aviación, asfaltos, químicos y lubricantes, así como las actividades de suministro y distribución en el país. Se trata de los negocios que durante 12 años estuvieron a cargo del actual ministro de Energía, Juan José Aranguren.

Raízen es un joint venture establecido en 2011 entre Shell (50%) y Cosan (50%), productora de azúcar, etanol y bioenergía en Brasil, con 26 unidades y 860.000 hectáreas cultivadas y una red de más de 6000 estaciones de servicio Shell.

“Nuestro plan es continuar prosperando en el mercado argentino del downstream a través de Raízen”, afirmó John Abbott, director global de Shell Downstream. En Brasil, Raízen está presente en 68 aeropuertos, otras tantas terminales de distribución de combustible, y vende aproximadamente 25 mil millones de litros de combustible para la industria del transporte y el segmento retail, con lo cual su volumen de negocios es de 24 mil millones de dólares por año.